La hora de Porongo y la planificación urbana

“Vámonos pa Porongo que la vida es bien barata: cuatro quesillos por medio y una pelada de yapa” dice una estrofa de la poesía costumbrista escrita por el conocido poeta, dramaturgo e historiador Don Germán Coimbra Sanz. Un relato de una experiencia muy peculiar de la fiesta de Porongo en esos tiempos inmemoriales.

Lo interesante de aquel relato ancestral es que recién hoy, octubre de 2024 en pleno siglo XXI y luego de la inauguración del segundo puente sobre el río Piraí, que conecta este municipio con la capital, poco a poco se observa que va cambiando la vida y costumbres de los habitantes del pueblo de Porongo y en alguna medida de las comunidades más alejadas que conforman el municipio de Porongo. Es para muchos conocidos que este municipio es el más atrasado en su desarrollo integral en relación con el conjunto de la región metropolitana, a pesar de su cercanía con la Capital.  Solo para ubicarnos en el espacio, si hiciéramos una extensión imaginaria hacia el Oeste de los anillos quinto y octavo de la ciudad de Santa Cruz, abarcaríamos en su integridad el área urbana del Pueblo de Colinas del Urubó, en el municipio de Porongo.



La razón principal de esta injusta postergación en su desarrollo fue sin duda la falta de una interconexión vial suficiente, entre este municipio y la más importante urbe cruceña. Porongo tiene dentro de sus postulados y proyectos de desarrollo, convertirse en una zona de desarrollo Turístico y Productivo, bajo una principal línea estratégica del Desarrollo Sostenible y naturalmente todos los habitantes y estantes de este municipio deberían alinearse a ese proyecto futurista. Esto no significa de ninguna manera frenar su crecimiento, sino más bien planificar su desarrollo en total equilibrio con la naturaleza.

Recordemos que, ante la urgente necesidad preexistente, hace más de 14 años un grupo de empresarios apoyados por vecinos del municipio, iniciaron la gestión para la construcción de un segundo puente, cuyo proyecto inicial fue el puente “Bicentenario”, el mismo que quedo injustamente postergado de forma indefinida. Con el mismo espíritu y después de una serie de obstáculos, de arduas negociaciones e interminables trámites, se logró finalmente hacer aprobar y construir el puente “Urubó Village”, hoy denominado Arq. Cristóbal Roda Daza, en homenaje a un notable cruceño, una obra financiada con recursos totalmente privados a cargo de la empresa Urubó Village S.A. para uso público.

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Debemos reconocer que el resultado de ese muy pobre desarrollo en la generalidad de este municipio, es la precariedad en la que viven sus pobladores especialmente de las comunidades más alejadas, donde las carencias más elementales se ponen en evidencia:  como el insuficiente servicio de salud y educación, la falta de servicios básicos y vías de comunicación estables, los problemas del entierro sanitario, etc., deficiencias que tienen como consecuencia que sus habitantes no tengan una mejor calidad de vida.

La zona con vocación predominantemente urbana, que es precisamente el Urubó por su proximidad a la capital, está destinada inequívocamente a constituirse en la extensión natural de la “Gran Santa Cruz”. El desafío mayor es que ese desarrollo no puede contaminarse con el desorden y falta de planificación de otras comunidades y barrios de la metrópoli cruceña, se debe preservar el medioambiente y los recursos naturales, bajo una normativa adecuada a esta visión de Desarrollo Sostenible. Todos sabemos que es posible la ciudad soñada por sus visionarios gestores, solo corresponde respetar la normativa existente, mejorarla y adaptarla a esta visión de desarrollo.

Un tema de primer orden y alta prioridad, luego de la inauguración del citado segundo puente, es la Planificación Urbana de este municipio con una visión metropolitana; una gestión que es de facultad exclusiva del Gobierno Autónomo de Porongo. Al respecto, hace aproximadamente dos años que está en manos de las Autoridades de este municipio un completo y especializado trabajo que tuvo el importante concurso de profesionales de la U.A.G.R.M, con el aporte de un grupo de arquitectos locales y de la Fundación Metrópoli de España. Es un documento que se constituye en el nuevo Plan de Ordenamiento Urbano (P.O.U) y representa una base bastante sólida para su revisión, aprobación e inmediata implementación.

La hora de Porongo ha llegado, el crecimiento es inexorable, esta gestión municipal que concluye en menos de dos años será crucial, de un gran desafío para todos y determinará indudablemente el futuro de esta importante y extraordinaria región.

 

Fernando Crespo Lijerón