El apoyo permitirá “movilizar fondos e implementar acciones para atender provisión de agua potable, albergue, alimentación, salud» y otros.
Fuente: La Razón
Debido a la declaratoria de desastre nacional a raíz de los incendios forestales que azotan al oriente boliviano, la Unión Europea entregó 125.000 euros para ayudar el trabajo de la Cruz Roja Boliviana que atiende a los afectados por el fuego.
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“La Unión Europea ha entregado al Fondo de Emergencias para la Respuesta a Desastres de la Cruz Roja (DREF, por sus siglas en inglés), 125.000 mil euros para fortalecer el trabajo de la Cruz Roja Boliviana en atención a las familias afectadas y damnificadas en los incendios forestales en el oriente del país”, señala un comunicado de la entidad.
Según la nota, el apoyo permitirá “movilizar fondos e implementar acciones para atender provisión de agua potable, albergue, alimentación, salud e incluso apoyo económico de urgencia a las víctimas y gente desplazada por los incendios”.
Hasta el 22 de septiembre, Bolivia registró una pérdida de 6,9 millones de hectáreas por los incendios y miles de personas se vieron afectadas. Solo este viernes, 22 viviendas fueron consumidas por las llamas en un municipio de Santa Cruz.
El apoyo de la UE, que se gestiona a través de ECHO (Ayuda Humanitaria y Protección Civil por sus siglas en inglés) se “proporciona de forma adicional a lo ya presentado en días pasados”.
El comunicado recuerda que, hasta la fecha, varios miembros de la UE han ayudado en la tarea de sofocación de incendios. España envió un equipo de bomberos y especialistas, Francia gestionó un helicóptero y Suecia realizó donaciones.
Sumado a ello, según la UE, Italia y Países bajos realizan proyectos para “taras logísticas y compra de equipamiento”.
Además, la nota adelanta que Alemania cooperará con un programa de prevención y se trabajará en una iniciativa para “dotar de un seguro de accidentes a los bomberos”.
Por ello, ratificaron su comprimo de proteger al ambiente y a la vida en Bolivia, en este momento de desastre natural que atraviesa el país.
Fuente: La Razón