¡Mía o de nadie! Noemí fue torturada a manos de su expareja por ‘venganza’

Andrés fue el hombre que planeo la cruel tortura contra Noemí, quien vivió horas de una macabra venganza.

Ligia Portillo

 



Fuente: Red Uno

El pasado 12 de octubre Noemí G. vivió un calvario a manos de su expareja, un hombre que cumple una condena de 30 años en el recinto penitenciario de El Abra, Rolando Andrés Z. T., con quien tenía una hija en común.

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La joven madre de llegó al penal con la promesa de recibir la asistencia familiar, para su pequeña hija, pero todo era una trampa, una vez que Noemí llegó al lugar el hombre ejecutó una macabra venganza.

La víctima había entablado una relación sentimental, con Andrés, quien cumplió seis años de reclusión, pero su carácter posesivo, manipulador y violento afloró, por tal motivo Noemí decidió terminar la relación con él.

El feminicida obsesionado con Noemí, la llevó a un kiosko donde presuntamente le entregaría el dinero prometido, pero en ese momento empezó su calvario, fue maniatada, golpeada, le produjeron heridas con arma blanca en el rostro y trataron de arrancarle los ojos, para que no volviera a ver a nadie.

Andrés roció con thinner en sus partes íntimas, luego le prendió fuego. Noemí salió corriendo, como una antorcha humana, fueron reclusos que estaban en el patio quienes apagaron el fuego y la auxiliaron.

Los celos desataron la violenta ‘venganza’ contra la joven madre, porque Andrés se había enterada que Noemí había iniciado una nueva relación, tratando de rehacer su vida. Ese fue el motivo para que la torturara.

Noemí estuvo por varios días en la Unidad de Terapia Intensiva, luchando por su vida, ahora pide ayuda a la población para recuperarse de las lesiones que sufrió. El Juzgado de Sacaba ordenó el traslado de Zambrana al penal de máxima seguridad de Chonchocoro.

Andrés fue tecladista de un grupo musical de moda, cuando tenía 24 años, el pasado 7 de septiembre de 2018, le arrebató la vida a la profesora Jobita Garfias madre de su exnovia, quien terminó su relación de 8 años, porque empezó a ser violento.

La joven de 22 año en ese entonces lo denunció por el delito y las autoridades le entregaron una orden de restricción para que no se acercara a la joven. Pero eso no lo detuvo, 76 días después ingresó a su casa e intentó raptarla.

Jobita Garfias, y la hermana de la joven lo impidieron. Andrés no dudó en dispararles a ambas mujeres en el vientre, brazos y cadera.  Apoyada por su tío, la ex novia logró huir a un departamento del fondo, mientras su hermano adolescente llamaba a la Policía y al padre de Andrés, quien llegó rápido y se enfrentó a su hijo.

La Policía de Coña Coña llegó y Andrés no dudó en disparar contra ellos, pero no logró herirlos. Tras una agonía de 48 horas, Jobita murió en una clínica porque las balas habían logrado destrozarle el páncreas y un pulmón.

Rolando Andrés fue acusado por feminicidio, tentativa de feminicidio (contra la hermana de su exnovia) y allanamiento de morada.

El 23 de octubre de 2020, el Tribunal de Sentencia 6 de ese tiempo recalificó el delito principal de feminicidio a asesinato, alegando que hubo alevosía y premeditación, fue condenado a 30 años de cárcel en El Abra, pero su ex novia y sus hermanos tuvieron que irse fuera del país porque los cómplices de Andrés no dejaban de intimidarles.