Las exautoridades fueron parte del “Gabinete Político” de Jeanine Añez durante el gobierno interino. En la actualidad, uno fue sentenciado en Estados Unidos, el otro es refugiado político en Paraguay.
Uno fue sentenciado en Estados Unidos, el otro es refugiado político en Paraguay. Tras la culminación de la gestión de gobierno de la expresidenta Jeanine Añez, poco se supo de sus exministros Arturo Murillo (Gobierno) y Luis Fernando López (Defensa), quienes dimitieron a sus cargos días antes de la investidura del actual presidente Luis Arce.
Ambas exautoridades del Ejecutivo fueron sentenciadas recientemente a ocho años de prisión por la justicia boliviana dentro del caso denominado “gases lacrimógenos”, por la compra con sobreprecio de agentes químicos a favor de la Policía Boliviana y las Fuerzas Armadas (FFAA), entre 2019 y 2020.
Arturo Murillo
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El exministro de Gobierno, el considerado “hombre fuerte” de la expresidenta Añez, actualmente cuenta con una sentencia de 70 meses en el Centro de Detención Federal (FDC, por su firma en inglés) de Florida, por haberlo hallado culpable en los delitos de soborno y lavado de activos en un banco de EEUU.
Y es precisamente que el dinero lavado por Murillo, provenía del sobreprecio por la compra de gases lacrimógenos, estopines y balines de goma, a la empresa Cóndor (de Brasil), a través de la intermediaria Bravo Tactical Solutions.
Murillo es también investigado dentro del caso “Golpe de Estado I” impulsado ante la justicia boliviana por la exdiputada masista Lidia Patty, a finales de 2020. Por este caso se aprehendió a Añez, al gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y al exlíder cívico Marco Antonio Pumari.
Antes de ocupar la cartera del Interior, Murillo fue senador por la Unidad Demócrata (UD), bancada opositora en la que se encontraba Jeanine Añez.
Luis Fernando López
De un carácter más reservado que el de Murillo, López adquirió la cartera de Defensa en el gobierno de Añez. Fue comunicador, militar y empresario, antes de ocupar el cargo de ministro de Defensa.
López es acusado también por el caso “Golpe I”, acusado de la comisión de terrorismo, durante los hechos que derivaron en la renuncia de Evo Morales a la presidencia en noviembre de 2019.
Cabe recordar que López llegó al Ministerio de Defensa, siendo inicialmente “asesor comunicacional” de Luis Fernando Camacho. Sin embargo, acabó distanciándose del entonces líder cívico para quedarse definitivamente al lado de Añez y la agrupación Juntos, que la postulaba como candidata a la presidencia en 2020.
Actualmente, se busca la extradición de López. Sin embargo, éste solicitó refugio político en Paraguay. Dicha condición impide su retorno al país, para que sea juzgado por la justicia boliviana.
“Hombres fuertes”
Ambos ahora exministros fueron parte del “Gabinete Político” de Añez durante el gobierno interino. Observados y rechazados por el masismo, fueron incluso ratificados en sus cargos, cuando se pidió su destitución.
El primero en ser ratificado en el cargo fue López Julio, quien el 10 de marzo de 2020 – el mismo día en el que se confirmaron los primeros dos casos de coronavirus en Bolivia – fue restituido en su cargo como jefe de la cartera de Defensa.
Murillo fue ratificado en el cargo, luego de las Elecciones de 2020, tras haber sido destituido por dos días por Añez. En su lugar, utilizó el cargo el exdiputado de la UD, Wilson Santamaría, quien para aquel entonces fungía como viceministro de Seguridad Ciudadana.
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