Robson Matheus, el volante que se ganó la titularidad a puro cañemo


Se formó en el Corinthians hasta que llegó a Always. Es el equilibrio que hoy tiene la Verde que apunta a Colombia, su rival de este jueves en El Alto (16:00 hb)

Fuente: eldeber.com.bo

 



Robson Matheus tiene 22 años y se ha convertido en un jugador importante en la selección nacional. Ya tenía convocatorias en la selección mayor, pero no había logrado ser el jugador inamovible del medio, hasta que Óscar Villegas se sentó en el banquillo. Con él, Matheus se afianzó como volante de corte y de generación. Hizo un gran partido ante Venezuela y repitió contra Chile. Para el choque ante Colombia, este jueves desde las 16:00 en Villa Ingenio, su presencia está confirmada. Se lo nota sereno, seguro de sí mismo.

“Su acercamiento a Dios le ayuda mucho”, dicen desde su entorno, además de destacar lo centrado que es, su predisposición para escuchar y para no desviarse de lo que él mismo ya proyectó para su vida profesional, centrada en el fútbol. Da la impresión que cuando tiene calzada la Verde, no le pesa, juega tranquilo y hasta se divierte. Llegar a la selección no fue fácil (para quién lo fue).

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Comenzó a destacar a muy temprana edad, siendo campeón de futsal y uno de los mejores en la escuela de Milton Melgar. Cuando cumplió 10, su padre brasileño, de quien heredó el nombre, se lo llevó al Corinthians, que ya tenía referencias del chico boliviano. Ahí se formó, ahí aprendió lo que hoy demuestra, y afianzó su carácter pasando por clubes como Portuguesa, Palmeiras y hoy Always Ready, que es su club en la actualidad. Tiene ‘ADN’ de selección porque jugó en las menores, hasta que llegó a la mayor.

El fútbol fue su prioridad de siempre y tuvo el apoyo de su padre y de su madre, la boliviana Gina Benegas, que no dudó incluso en trasladarse hasta Brasil para cuidar, sobre todo, su alimentación.

Sus raíces están bien arraiga das en el fútbol, ya que su abuelo es el paraguayo Ismael Purificación Benegas, que jugó en varios clubes del país. Él, cuando Robson tenía 3 años, se encargó muchas veces de llevarlo a la cancha, de mostrarle lo hermoso de este deporte. “Él siempre quiso dejar ese legado”, dijo Marita, tía de Robson e hija del paraguayo que dejó huella en el fútbol nacional.

La realidad de Robson Matheus en la selección, lo presenta como un volante zurdo, que ayuda en la marca a Héctor Cuéllar/ Ervin Vaca, y al mismo Ramiro Vaca, cuando es necesario. Pero además, su vocación ofensiva no la esconde, ya que cuando ha te nido chance, no dudó en disparar al arco rival, como sucedió ante Venezuela y Chile. La confianza que le dio Villegas le permite eso. Tiene, además, la oportunidad de asociarse con otro jugador de buen pie: Miguel Terceros, que igual conoce el fútbol brasileño por su formación en el Santos, tras salir de Bolivia 2022.

Son jugadores de buen pie que permiten que el fútbol de Bolivia fluya, que no se estanque, tal y como lo quiere Villegas, ya que la única manera de presionar en campo rival es que Bolivia tenga la pelota y sea veloz al pasar al ataque. Él junto al resto de sus compañeros trabajó ayer en Villa Ingenio, una cancha que conoce a detalle porque ahí Always Ready hace de local.

Su familia ya está en La Paz y entre hoy y mañana temprano, van amigos que quieren apoyar a la selección y a Robson Matheus que comienza a afianzarse en la selección.

El jugador vive momentos únicos que quiere que se alarguen. Eso sí, sabe que nada es fácil, más aún ahora que las esperanzas renacieron en el hincha boliviano. La apuesta por una cama da joven, despertó la ilusión, no solo para estas eliminatorias, sino también para las que vienen.

 

 


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