Pobladores del Trópico de Cochabamba llegaron hasta la instalación castrense en Chimore. Además, se han radicalizado el bloqueo de caminos. Un diputado del ala arcista calificó de «simulacro mal planificado» este hecho
Fuente: El Deber
La tensión sigue en aumento en el país. Este domingo, Radio Kawsachun Coca informó sobre un presunto intento de asesinato contra el exmandatario Evo Morales. Según el reporte, agentes de la Policía habrían efectuado 14 disparos contra el vehículo en el que se trasladaba Morales, quien enfrenta acusaciones por los delitos de estupro y trata de personas.
Esto generó la movilización de pobladores del Trópico, que intentaron tomar un recinto militar. Mientras tanto, desde el oficialismo hablan de un autoatentado que buscar generar una cortina humo para ocultar las denuncias que pesan sobre el exjefe de Estado.
En las primeras horas de este domingo, Radio Kawsachun Coca — medio partidaria del expresidente— difundió un video del presunto atentado donde se ve al expresidente en el interior de una vagoneta con dos de sus allegados mientras son perseguidos por un grupo que realizó varios disparos.
En el material se ve al chofer, de apodo «Mapache», que resultó herido en la cabeza y se escucha los gritos de la acompañante de Morales.
Roces en reciento militar
Tras hacer masiva esta denuncia, un grupo de pobladores, afines a Morales, intentaron tomar las instalaciones de la novena división del Ejército, que se encuentra acantonada en el municipio de Chimoré.
En un video que se difundió, también por Kawsachun Coca, se observa a unas personas intentando ingresar al cuartel e increpando a un militar que realizó un disparo en el aire para disuadir a este grupo.
“Apártese”, se oye decir en el video a un efectivo militar, antes de percutar su fusil al aire
“Mátanos, aunque sea…van a volar ustedes. No te tengo miedo…Hemos visto que han llegado los que han querido matar a Evo…Ahora van a ver”, se oye decir a una mujer que amenazó al militar.
En tanto, pobladores de ese municipio reforzaron el bloque de caminos, que este domingo cumple 14 días. Otro grupo Epizana, realizó un mitin en donde indicaron que mantendrán el corte de rutas de forma indefinida.
Además, repudiaron la sugerencia del alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, que pidió militarizar esta región, que comenzó a sufrir escasez de alimentos y productos básicos.
Autoatentado
En tanto, el diputado del MAS, afín al presidente Luis Arce Catacora, Rolando Cuéllar, calificó de «autoatentado mal planificado» lo ocurrido en Chapare.
Sostuvo que, con esto Evo Morales busca victimizarse para no responder a las acusaciones que pesan sobre él por los delitos de estupro y trata de personas.
“El auto atentado y simulacro mal planificado del violador en serie Evo Morales (es) para victimizarse y buscar apoyo en la población cocalera y los organismos internacionales”, cuestionó Cuéllar en sus redes sociales.
Luego en tono más crítico dijo: “Este mitómano hace lo que sea para quedar en la impunidad sus delitos de trata y tráfico de menores, ya que hay más de 15 menores de edad y víctimas de este pedófilo. Cómo es posible que en el corazón del Chapare quieran generar una telenovela casera y truchas, y filma la Radio Kawsachum Coca”, dijo el legislador.
Guery García, secretario de defensa e Industrialización de la Confederación Sindical Única de Trabajadores del Campo de Bolivia (CSUTCB) acusó a Morales de victimizarse y de usar grupos paramilitares para planificar un autoatentado.
“Su angurria de poder lo está encegado, se está autoatentando para seguir incendiando los puntos de bloqueos y seguir incitando a que ocurra accidentes”, dijo el dirigente.
La hipótesis del autoatentado también enciende el debate en redes sociales. Grupos que rechazan al expresidente cuestionan la autenticidad de los videos divulgados en redes sociales, pero también los seguidores de Morales defienden la denuncia realizada por el expresidente y critican al Gobierno.
La tensión crece en el país. Hasta ahora no hay vestigios de una solución y el país cumple 14 días de bloqueo de caminos.
Fuente: El Deber