Aunque el paro aún no ha comenzado, el impacto en las calles ya es evidente: indignación, preocupación y la búsqueda de alternativas para continuar con la rutina diaria.
Charles Muñoz Flores
Fuente: Red Uno
El ingenio y la determinación de los vecinos salieron a relucir ante la adversidad. “Me vengo en lo que haya, moto, bicicleta, a pie, a caballo, pero tengo que venir a trabajar”, mencionó un ciudadano que, como muchos, no está dispuesto a detener sus actividades laborales. Otro transeúnte afirmó: “Algo hay que hacer, a pie, en bicicleta para ir a trabajar”. Incluso un vecino comentó entre risas: “Tendría que alistar mi bicicleta”.
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El incremento de tarifas del transporte urbano y la medida de presión generan rechazo en una ciudadanía ya golpeada por el aumento de costos en la canasta familiar. Aunque el paro aún no ha comenzado, el impacto en las calles ya es evidente: indignación, preocupación y la búsqueda de alternativas para continuar con la rutina diaria.