Cumbre Iberoamericana inicia marcada por ausencia de líderes

La edición XXIX de la ‘Cumbre Iberoamericana’ en Ecuador fue ensombrecida por protestas y por la celebración paralela del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico en Perú y la del G20 en Brasil.

La cumbre se celebra marcada por la ausencia de la mayoría de los 22 jefes de Estado y de Gobierno convocados. Imagen: Rodrigo Buendia/AFP

La XXIX Cumbre Iberoamericana de Ecuador arrancó este jueves (14.11.2024) deslucida por protestas ciudadanas y con una reunión de cancilleres, muchos llegados a Cuenca en sustitución de presidentes y jefes de Gobierno que priorizaron estar en otras citas internacionales.

La cumbre se celebra marcada por la ausencia de la mayoría de los 22 jefes de Estado y de Gobierno convocados. Al evento, únicamente llegaron el rey de EspañaFelipe VI; el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y el jefe de Gobierno de Andorra, Xavier Espot, mientras que -en otro hecho inédito- quedaron vacías las sillas de tres países: México, Nicaragua y Venezuela, que mantienen rotas las relaciones con Ecuador.

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Bajo el lema Innovación, inclusión y sostenibilidad, la cita de Cuenca es una prueba para el Gobierno de Daniel Noboa, cuyo país acoge por primera vez el encuentro agobiado por el racionamiento de la electricidad para paliar una sequía histórica y la violencia criminal. Por ello, varios cientos de personas -convocadas por sectores sociales- abarrotaron una importante vía de esa ciudad colonial para protestar en la autodenominada «anticumbre».

Foto de cancilleres en la XXIX Cumbre Iberoamericana
Imagen: Rodrigo Buendia/AFP

Las notables ausencias de la Cumbre Iberoamericana

Una de las grandes ausentes es la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, cuyo país rompió relaciones diplomáticas y demandó a Ecuador luego del asalto en abril de 2024 a su Embajada en Quito para capturar al asilado exvicepresidente Jorge Glas. Asimismo, estaba en duda la asistencia del mandatario colombiano, Gustavo Petro.

Ante la ausencia de otros jefes de Estado, Felipe VI se ha llevado el foco de la cumbre, que en 2026 volverá a España, dado que -por la crisis desatada por los desbordamientos- no estuvo representada por el presidente del Gobierno Pedro Sánchez.

Esta edición de la Cumbre Iberoamericana está ensombrecida además por la celebración de otras citas internacionales: el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Perú y la del G20 en Brasil. Sin embargo, la canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, defendió la cita como «un pilar fundamental para impulsar la cooperación iberoamericana y dar seguimiento a los programas, iniciativas y proyectos que están en marcha».

ama (afp, efe)