YPFB requiere $us 100 MM para tener una autonomía de 10 a 12 días.
Fuente: La Razón
En plena escasez de carburantes, Bolivia ha reducido en los últimos nueve meses los volúmenes importados de diésel oíl respecto a los niveles adquiridos en similar período de 2022 y 2023, de acuerdo con datos oficiales.
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Según los datos procesados por La Razón con base en la informacón publicada en el sitio web del Instituto Nacional de Estadística (INE), de enero a septiembre de este año se importaron 864.534 toneladas de diésel, un 22% menos que en similar período de 2023 y una disminución de un 14% respecto a 2022.
Los volúmenes importados por la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) son similares a los registrados en igual período de 2021 (pospandemia) y 2019 (prepandemia). En 2020, en plena pandemia del COVID-19, las compras del exterior cayeron a su nivel más bajo en una década. (Ver infografía).
Bolivia atraviesa desde el año pasado por una aguda escasez de combustibles debido a una caída en la producción de gas natural y petróleo y a la falta de dólares para la importación de líquidos.
El gobierno importa gran parte de la gasolina y el diésel a precios internacionales y los vende a la mitad del costo en el mercado interno. Esa millonaria subvención desangra la economía boliviana y es una de las razones de la escasez de dólares y la caída en las Reservas Internacionales Netas (RIN).
En entrevista con La Razón Radio, el gerente de Comercialización de YPFB, Joel Callaú Justiniano, afirmó el miércoles que los volúmenes importados por la petrolera estatal para abastecer con combustibles al mercado interno “no se han reducido”.
Dijo que la importación de carburantes no solo está en manos de YPFB, sino también de personas naturales y jurídicas. “Ahora tenemos autorizadas” a “aproximadamente 20”, puntualizó el ejecutivo.
“Los datos efectivamente los vamos a poder brindar y mostrar a la población”, porque “los volúmenes que se han importado son los normales”, teniendo en cuenta también “los diferentes bloqueos que hemos tenido durante el año”, dijo.
El domingo 17 de este mes, el ministro de Hidrocarburos y Energías, Alejandro Gallardo, admitió que el desabastecimiento de combustible se debe a la falta de dólares para pagar e importar mayores volúmenes que garanticen la autonomía por más tiempo.
“Los ingresos que tenemos nos alcanzan para tener este tipo de stock de manera continua; hay veces llegamos a los cinco días, a veces a los seis días, a veces estamos en tres días. Obviamente, si tuviéramos una espalda financiera, nos permitiría contar con un stock más amplio para que nosotros podamos tener un stock que nos permita tener mayores tiempos de autonomía”, explicó.
DIVISAS
El Ministro de Hidrocarnuros dijo que los bajos niveles de producción en el sector hidrocarburífero de los últimos años hizo caer los ingresos por la venta de gas natural y eso repercutió en las arcas del Estado, lo que significa menos divisas para la compra de líquidos.
“Tenemos menor producción de hidrocarburos, lo cual significa que tenemos que aumentar nuestros volúmenes de importación de combustibles, y estos volúmenes nosotros lo compramos con divisas (dólares), no los compramos con bolivianos. Ahí tenemos un problema estructural de lo que es actualmente la provisión y la logística de combustibles”.
Asimismo, Gallardo dijo que la liberación de créditos estancados en la Asamblea Legislativa ayudaría a incrementar a 10 días de autonomía de carburantes en las plantas de almacenamiento y evitar el desabastecimiento.
“Este tipo de estancamiento es un ahorcamiento al Gobierno. Nosotros siempre decimos que la Asamblea debería dejar de pensar en intereses políticos y pensar en todos los bolivianos. Si tuviéramos ese financiamiento tendríamos para aumentar nuestro stock, que ahora es limitado y ante cualquier contingencia es más difícil, podrían ser 10 días de autonomía si tuviéramos mayores ingresos”, subrayó.
En tanto, el presidente ejecutivo de YPFB, Armin Dorgathen, admitió, en entrevista con El Deber, que el problema del desabastecimiento se debe a la falta de divisas y pidió a la Asamblea Legislativa aprobar un préstamo de $us 100 millones para garantizar una autonomía de 10 a 12 días en la provisión de carburantes.
“Con estos 100 millones de dólares, podríamos llegar a 10 días de autonomía. O sea, podríamos estar hablando de 10 días de autonomía, y eso hasta 12, contra 2 o 3 días que ahora tenemos. Esta podría ser una política interesante para poder suministrar combustible y ante cualquier problema logistico, cada planta en el país tendría por lo menos unos 7 a 10 días de autonomía para poder abastecerse”, sostuvo Dorgathen.
‘TRATO PREFERENCIAL’
Días atrás, la Asociación de Surtidores Comercializadores Privados de Hidrocarburos (Asosur) exigió al Gobierno la restitución de los volúmenes requeridos de diésel para cubrir la demanda de la población y que se garantice una distribución justa del carburante y no dar un “trato preferencial” a estaciones de servicio catalogadas como “estratégicas”.
La entidad advirtió con acudir a instancias constitucionales a fin de hacer respetar sus derechos como inversionistas privados.
“Nuevamente nos encontramos ante una situación de exclusión, restricción y discriminación por las medidas adoptadas por nuestras autoridades del sector; al ‘seleccionar’ a ciertas estaciones de servicio catalogadas como ‘estratégicas’ para la comercialización de diésel oil durante las 24 horas en el eje troncal; y tratándose del resto de los departamentos a las Estaciones de Servicio de YPFB”, reclama en un comunicado emitido el 13 de noviembre.
Asosur recordó, además, que el sector privado está atravesando por una crisis inminente por las “disminuciones constantes en las asignaciones de combustibles líquidos que venimos arrastrando hace mucho tiempo atrás”.
SECTOR PRODUCTIVO
El sector productivo de Santa Cruz es uno de los sectores más afectados por la escasez de diésel.
Para solucionar esta problemática, el Gobierno y los sectores productivos de Santa Cruz se reunieron el 15 de noviembre. Tras la cita, se determinó la creación del Comité de Planificación de Abastecimiento de Diésel, una ventanilla única de importación y surtidores móviles para abastecer de combustible a los pequeños, medianos y grandes productores cruceños.
No obstante el acuerdo, la provisión de combustibles para este sector sigue siendo preocupante.
La Confederación Nacional de Cañeros de Bolivia (Concabol) pidió este viernes al Gobierno una reunión urgente para abordar la crisis de abastecimiento de combustibles, que amenaza con afectar la planificación de la zafra de 2025 y la siembra para 2026.
“Desde abril (del próximo año) debemos empezar a sembrar para la zafra de 2026. Si no hay trabajo previo, la producción puede disminuir”, afirmó Óscar Arnez, presidente de Concabol.
Fuente: La Razón