En el principal Foro de Cooperación Económica Internacional integrado por 19 países y Turquía, 2 organismos regionales: la Unión Europea y la Unión de Países Africanos, se reunieron en Rio de Janeiro – Brasil los días 18 y 19 de noviembre, para tratar una gama de temas globales entre ellos: la situación política y económica internacional; la inclusión social y la lucha contra el hambre y la pobreza; el desarrollo sostenible y la acción por el clima; la reforma de instituciones de la gobernanza global; y la inclusión y la eficacia en el G20.
Contrariamente a la metodología aplicada en las Cumbres de París y Hamburgo (2015 y 2017) está última presidida por la Canciller Angela Merkel, la Declaración final del G20 se redactó el 18 de noviembre un día antes de la fecha de clausura del foro, lo que provocó los cuestionamientos de los líderes de Alemania, Francia y el Reino Unido, como que los temas no fueron lo suficientemente trabajados por los negociadores.
Los líderes de estos países criticaron duramente la declaración final al concordar que el contenido de dicha declaración falló en condenar más enérgicamente la ofensiva rusa en suelo ucraniano. Concretamente, el Canciller alemán, Olaf Scholz, dijo: «Es demasiado poco cuando el G20 no encuentra las palabras para dejar claro que Rusia es responsable» de la catástrofe humanitaria. Emmanuel Macron, presidente de Francia, expuso el comunicado, fue cerrado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Se quedó corto respecto a la posición que podríamos haber tenido sostuvo.
Los jefes de Estado de las potencias económicas internacionales del G20, expresaron su «profunda preocupación por la catástrofe humanitaria en la Franja de Gaza y la escalada en el Líbano», blanco de constantes bombardeos e invasiones por parte del Ejército Israelí desde octubre de 2023. Pero no se hace referencia a Hamas por la masacre el 7 de octubre de 2023. Se muestra el G20 por una solución diplomática de dos Estados y pide asegurar el «derecho palestino a la autodeterminación». Reafirman el compromiso inquebrantable con la visión de la solución de los dos Estados en la que Israel y un Estado palestino convivan en paz». Como que los bombardeos a hospitales y escuelas no fueran crímenes de guerra, se repiten, y los corredores humanitarios son obstruidos por fuerzas militares israelitas.
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En el tema sobre la guerra en territorio ucraniano, próximo a cumplir tres años bajo la invasión y el fuego ruso resaltaron «el sufrimiento humano y las repercusiones negativas añadidas a la guerra en relación con la seguridad alimentaria y energética mundial, las cadenas de suministro, la estabilidad microfinanciera, la inflación y el crecimiento». Aquí se advierte que se preocupan del sufrimiento de la población en suelo ucraniano, pero no se menciona los millones de refugiados que salieron escapando de la guerra provocada por Rusia y de los niños huérfanos.
La declaración final y la propuesta del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sobre la Alianza global contra el hambre y la pobreza, estima que alrededor de 70 países y organizaciones internacionales ya tienen compromisos para impulsar cerca de 40 proyectos específicos que prevén beneficiar con transferencias de renta a 500 millones personas y con alimentación a las escuelas a unos 150 millones de niños. Respalda la iniciativa que el hambre afecta a 733 millones de personas en 2023, con niños y mujeres entre los más vulnerables. Con estos fundamentos, el G20 aprobó la propuesta de fiscalidad progresiva que incluye un enfoque directo hacia la tributación de los llamados superricos. El compromiso del texto dice: «Respetando plenamente la soberanía fiscal para garantizar que los individuos con patrimonio extremadamente elevados, sean adecuadamente gravados. Esta cooperación podría incluir el intercambio de buenas prácticas, el debate sobre principios fiscales, y el diseño de mecanismos para prevenir la evasión, así como combatir prácticas fraudulentas. Esperamos seguir trabajado estas cuestiones en el G20 y otros foros relevantes, contando con aportes técnicos de organizaciones internacionales, instituciones académicas y expertos.
La declaración final del G20 determinaron apoyar la ampliación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para mejorar las diferentes representaciones de continentes, incluida Latinoamérica. Esta composición ampliada del Consejo de Seguridad va a transformar la composición con representantes de África, Asia-Pacífico y América Latina y el Caribe.
La Carta también refiere a los esfuerzos para buscar una solución negociada a la guerra. Saludamos todas las iniciativas pertinentes y constructivas que apoyan una paz global, justa y duradera, defendiendo todos los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, para la promoción de relaciones pacíficas, amistosas y de buena voluntad entre las naciones.
El texto aborda el compromiso de «avanzar hacia el objetivo de un mundo libre de armas nucleares» y una mayor seguridad global.
La declaración final de la Cumbre del G20 reitera el compromiso de los países con las principales directrices del Acuerdo de París. Se consensuó el objetivo de limitar el aumento de temperatura media global muy por debajo de 2oC por encima de los niveles preindustriales.
También se reconoció que los impactos del cambio climático serán significativamente menores con un aumento limitado a 15oC.
También los líderes del G20 recuerdan que desde el 2015 solo se ha avanzado efectivamente el 17% de las metas y objetivos que se estableció en la agenda 2024 sobre desarrollo sostenible. En la acción con el clima establecen un compromiso con el multilateralismo y expresan la urgencia de iniciativas capaces para hacer frente a la crisis y desafíos derivados del cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la descertificación, la degradación de los océanos y los suelos, las sequías y la contaminación. Se destacó el objetivo de triplicar la capacidad mundial de energías renovables y duplicar la tasa media anual mundial de mejora de la eficiencia energética. También se incluye el compromiso de concluir, antes de finales de este año, las negociaciones sobre un instrumento internacional para combatir la contaminación por plásticos.
La declaración establece la necesidad de una mayor colaboración y apoyo internacional con el objetivo de ampliar la financiación y las inversiones públicas y privadas en materia de clima. Se subraya la importancia de optimizar las operaciones de los fondos verdes y defiende mecanismos operadores como el propuesto Fondo de Bosques Tropicales para siempre (TFFF por sus siglas en inglés).
El texto de la Carta también expresa su apoyo a la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático 2030 (COP-29) que se está celebrando en Bakú (Azerbaiyán), para avanzar en negociaciones sobre negociación medioambiental.
Se reconoce que los países en desarrollo necesitan ser apoyados en sus transacciones hacia bajas emisiones de carbono. Trabajaremos para facilitar financiación de bajo coste para estos países. Subrayan también el importante papel de la planificación energética nacional, del fortalecimiento de capacidades de las estrategias políticas y marcos legales, así como de la cooperación entre los diferentes niveles de gobierno en la creación de entornos propicios para atraer financiación a las transiciones energéticas.
Biden, presidente de EE.UU remarcó la importancia que le da su gobierno al «alivio financiero» a los países menos desarrollados para que puedan invertir en la transición energética y la lucha contra la crisis climática, a la que están más expuestos que las Naciones ricas. La postura del presidente saliente es completamente diferente a Donald Trump que es uno de los grandes negacionistas del cambio climático en el campo político internacional.
Momentos antes de clausurar el Foro G20 el presidente de Brasil, Luíz Inácio Lula da Silva, acaparó los micrófonos durante la sesión del martes 19, pidiendo compromiso a los países más poderosos dentro del G20 para llegar a las metas planteadas en textos como el Acuerdo de París. Además de emitir un llamado de esperanza para que las conversaciones generadas tras la COP29 sobre el clima lleguen a buen puerto. Afirmó que, durante la COP29 en Bakú Azerbaiyán, los países del sur global han pedido a las naciones desarrolladas que aumenten la meta de financiación climática a los 1.300 millones de dólares anuales, lo que ha generado un proceso tenso de negociación que tiene como fecha límite el próximo 22 de noviembre.
En su mensaje de cierre de la Cumbre del G20, señaló que, no podemos posponer la tarea de Bakú para Belém (hogar de la COP30). La COP30 será nuestra última oportunidad para evitar un colapso irreversible del sistema climático, sentenció el presidente brasileño pidiendo una «gobernanza más fuerte» para materializar los acuerdos.
La Cumbre podría haber logrado mejores resultados para los países en desarrollo, en temas de cambio climático, el desarrollo del Sur global, la mediación más determinante en la solución de las guerras y abordar el tema de la supresión del veto en el Consejo de Seguridad de la ONU que tienen países poderosos que generan guerras o finalmente financian y apoyan con armamento.
Angela Merkel a propósito del G20 celebrado en Hamburgo el 2017 dijo: » El mundo está inquieto y hay menos acuerdos». Esto sucede por las dificultades que enfrentan los negociadores para encontrar consensos en temas globales complejos».
Pedro Gareca Perales