La subvención para carburantes de este 2024 costará el equivalente a 10 carreteras interdepartamentales

Serían 2.912 millones de dólares. Con el costo de la subvención de carburantes hasta fin de año, se podrían construir 10 dobles vías La Paz – Oruro o la construcción de 39 hospitales en Bolivia.

Filas de flotas del transporte interdepartamental para comprar diésel que está subvencionado. Foto APG
Filas de flotas del transporte interdepartamental para comprar diésel que está subvencionado. Foto APG

 

Fuente: Visión 360
Por Marco Antonio Belmonte

La subvención para los hidrocarburos le costará al país, este año, unos 2.912 millones de dólares, recursos con los cuales se podrían construir 10 carreteras doble vía La Paz- Oruro, una de las más costosas de Bolivia, o, en su defecto, varios hospitales de tercer nivel.



La declinación de los principales campos productores, la caída sostenida de la producción de gas, el alza del precio del petróleo a nivel internacional y la creciente demanda interna obligan al Estado a importar gasolina y diésel más caro y que el subsidio aumente de manera considerable cada año, una gasto que incluso supera lo presupuestado cada gestión en el Presupuesto General del Estado (PGE).

El domingo el ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, informó que el Estado cada semana gasta 56 millones de dólares en la subvención a los hidrocarburos y que esta política se mantendrá en 2025, para lo cual ya se contempla los recursos necesarios en el Presupuesto General del Estado (PGE) de la siguiente gestión.

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Este año tiene 52 semanas, por lo cual el costo del subsidio a la gasolina y diésel llegará a 2.912 millones de dólares, muy por encima de los 9.803 millones de bolivianos (1.429 millones de dólares) que contempla el PGE 2024.

Infografía: Diego Gonzáles

El año 2023, la subvención a los hidrocarburos cerró con un costo de 12.678 millones de bolivianos (más de 1.800 millones de dólares), superior en  65,8% a lo proyectado inicialmente en el Presupuesto General del Estado, según información del Ministerio de Economía.

De este valor, 12.477 millones de bolivianos correspondió a diésel y gasolina y 202 millones de bolivianos  a incentivos y otros.

“Dentro de lo que fue la elaboración del presupuesto para la partida de combustibles, se tomó en cuenta el precio de la subvención. Se consideró un presupuesto para lo que sería mantener la subvención a nivel nacional durante toda la gestión 2025”, explicó el ministro Gallardo en Bolivia Tv el domingo, según reportó Abi.

El PGE 2025 ya se encuentra en la Asamblea Legislativa, pero aún no se conocen los detalles, ni el costo que se presupuestará para la subvención.

El 10 de mayo de 2023, el presidente Luis Arce se había trazado como objetivo que hasta el 2025 se deje importar y acabar con la subvención a los hidrocarburos a través de las distintas estrategias como las plantas de biodiésel, y consolidar la industrialización con sustitución de importaciones que le representarán al Estado un ahorro de hasta 3.000 millones de dólares.

¿Cuántas carreteras, hospitales costear con la subvención?

Los 2.912 millones de dólares que se gastará este año en la subvención, si se compara con el costo que tuvo por ejemplo la construcción de la carretera Doble vía La Paz – Oruro, alcanzarían para ejecutar 10 obras de esa magnitud.

Ese proyecto inaugurado en febrero de 2015, significó para el Estado una inversión pública de 312,5 millones de dólares y que en un 80% provino de un préstamo de la CAF Banco de Desarrollo de América Latina.

Bolivia, con esos recursos, también podría ejecutar la edificación de infraestructura hospitalaria. Por ejemplo, el Hospital de Montero, construido bajo estándares europeos, bajo la modalidad llave en mano, demandó una inversión de 514,5 millones de bolivianos (75 millones de dólares).

Con los 2.912 millones de dólares se podría financiar la construcción de 39 hospitales de similar valor.

Análisis

El presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, opinó que si bien no se conoce aún el monto exacto de cuánto se destinará a la subvención de carburantes para el 2025, en base a las tasas de crecimiento de sus presupuestos desde el 2021 al 2024, estima que la cifra para el próximo año podría llegar a 2.129 millones de dólares, un 49% mayor al de este año.

Explicó que el Estado boliviano no sólo requiere cada vez más divisas para importar, sino también más moneda local para mantener la subvención, principalmente de diésel y gasolina.

“Si bien se buscar revertir en algo esta situación con la “liberación” de la importación de carburantes, esta es una medida coyuntural y limitada en su eficacia, dada las actuales condiciones. No hay hasta la fecha ninguna empresa que haya solicitado los permisos para importar diésel y/o gasolina, tal como lo indicó el Ministro de Hidrocarburos”, precisó.

Aseguró que aunque se importe con regularidad, sea el Estado o los privados, esto seguirá acarreando las graves consecuencias que se deriva por tener carburantes subvencionados, ya que se estima que un 40% del combustible sale de contrabando.