Solo el 15% del transporte público de Cochabamba está operando debido a la falta de diésel

Los transportistas señalan que deben hacer fila mínimo dos días para poder conseguir combustible y trabajar, por lo que la situación se ha vuelto insostenible.

 

Fuente: Unitel



El transporte urbano de Cochabamba se ha declarado en emergencia debido al desabastecimiento de diésel que afecta, no solo al departamento, sino a todo el país.

$output.data

[Foto: UNITEL] / Transporte público de Cochabamba

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

Según el sector, más del 80% de micros y trufis se encuentran en los surtidores realizando filas para poder conseguir diésel, por lo que no pueden trabajar con normalidad.

“En el urbano (transporte) el 15% podemos decir, máximo en el tema del transporte pesado, el transporte interdepartamental de pasajeros entre 15 y el 20%, porque hacen fila dos días, trabajan otros dos días y para no entrar en ese juego prácticamente muchos operadores del transporte público de pasajeros interdepartamentales y el transporte pesado ha optado prácticamente a no trabajar”, indicó José Orellana, representante del transporte federado.

Los transportistas afirman que mínimo los conductores deben esperar dos días para lograr cargar su motorizado y poder trabajar, sin embargo, esto solo les dura para un par de días, por lo que nuevamente deben hacer fila en las estaciones de servicio.

Ante esto, el sector pide al Gobierno soluciones estructurales, resaltan que todos están afectados por la falta de combustible y ya se ha vuelto algo insostenible.

“Realmente el Gobierno nacional tiene que ponerle una solución en los próximos días, la verdad, nosotros como dirigentes ya no sabemos qué decirles a las bases, las bases están desesperadas, realmente están en un estado de shock, de estrés, de incertidumbre, que no saben qué puede pasar mañana, de estrés, de incertidumbre, que no saben qué puede pasar mañana”, lamentó.

Un panorama similar se ha visto en otras ciudades del país como La Paz y Santa Cruz, donde los transportistas deben esperar varias horas e incluso días, para conseguir combustible.