La tarde del domingo cayó 80 litros por metro cuadrado de lluvia en 45 minutos, «la mitad de lo que suele llover en todo enero, el mes más lluvioso del año en Tarija», lo que provocó inundaciones y desbordes en las últimas horas.
Una de las calles anegadas tras la lluvia
Fuente: elpais.bo / Tarija
Andrea Angelo
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La tarde del domingo, una intensa lluvia acompañada de granizo provocó estragos en al menos cuatro barrios de la ciudad de Tarija: San Roque, Avaroa, Salamanca y Juan XXIII. Durante los 45 minutos que endureció la tormenta, cayeron 80 milímetros cúbicos de agua (80 litros por metro cuadrado), el equivalente al 12% de la lluvia anual de la ciudad. «Llovió la mitad de lo que suele llover en todo enero, el mes más lluvioso del año en Tarija. Fue una lluvia muy fuerte», explicó a PlusTLT el alcalde Johnny Torres.
El agua arrastró lodo, escombros y todo tipo de desechos, afectando calles y viviendas en zonas como el barrio Avaroa y la avenida Los Membrillos. Las bocatormentas, aunque fueron limpiadas previamente entre agosto y octubre para prevenir inundaciones, no pudieron evitar los problemas en el sector del embovedado de la Víbora Negra. Según el alcalde, la basura y los inflables de la feria obstruyeron el paso del agua. «Carpas, cartones e inflables taponearon las bocatormentas, lo que provocó la inundación de calles», informó Torres.
La zona del Tobogán, desde la calle General Trigo hasta la calle Méndez, fue el más afectado. Durante la noche, el personal municipal utilizó motobombas para retirar el agua de las viviendas. «Lo primordial es salir de la emergencia y luego evaluar la situación junto a la Unidad de Gestión de Riesgos», afirmó Torres.
Más de 500 trabajadores de Ornato y EMAT han sido movilizados para remover el lodo acumulado en las zonas afectadas, mientras que dos familias fueron trasladadas a albergues municipales luego que se le mojaran sus pertenencias debido a la inundación. Afortunadamente, no se reportaron daños personales.
Torres hizo un llamado a la población para evitar arrojar basura en las bocatormentas y reflexionar sobre las consecuencias de la acumulación de desechos durante la época de lluvias. «Necesitamos tener mayor conciencia de lo que puede hacer el agua en esta época de lluvias», declaró.
Por último, el alcalde destacó que la falta de combustible, tanto diésel como gasolina, está afectando el trabajo de la maquinaria para la limpieza y la atención de la emergencia. A pesar de estas dificultades, el Municipio está haciendo todo lo posible para responder a la situación.
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