Testigo clave del caso “Golpe I”: de acusado por estafa a asesor estadista

Contó lo que vio por tv. Antonio de la Fuente fue denunciado por el Ministro de Defensa y un comandante de la Policía Boliviana, por extorsión, pero asegura que “ganó” todos los procesos en su contra.

 

El testigo principal en el denominado Caso Golpe I, Antonio de la Fuente, fue procesado por extorsión y estafa en diferentes gestiones. FOTO: APG
El testigo principal en el denominado Caso Golpe I, Antonio de la Fuente, fue procesado por extorsión y estafa en diferentes gestiones. FOTO: APG

 



Fuente: Visión 360
Por Carlos Quisbert

Enmanillado y visiblemente contrariado, la noche del viernes 11 de agosto de 2017, Antonio de la Fuente Amelunge era llevado a celdas policiales, arrestado por orden del entonces comandante de la Policía Boliviana, Abel de la Barra. El jefe policial lo había sorprendido en una reunión sospechosa con un subalterno y ordenó que lo capturaran en una acción directa.

De la Barra lo denunció por una supuesta conspiración en su contra, extorsión y hacerse pasar por abogado. Meses después, dentro de ese proceso, el abogado Iván Vallejos presentó los resultados de una pericia realizada a un audio, en el que se aseguraba que una voz atribuida a Antonio de la Fuente aseguró que “había puesto a 11 comandantes”, por medio de influencias ilegales, por lo que exigía que De la Barra le entregue “una dirección nacional”.

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A su vez, De la Fuente admitió que el comandante de la Policía logró mayor puntaje, para ascender y lograr ese cargo, gracias a que él falsificó recomendaciones y reconocimientos, además que hizo un trabajo de promoción política en favor del oficial. En dicho audio aseguró que tenía una gran experiencia en esas gestiones, además de nexos con mafias del narcotráfico.

Dos años y tres meses después, el 15 de noviembre de 2019, De la Fuente reapareció con un perfil contrapuesto, similar al de un salvador político, quien asumió supuestamente “sin condiciones” el papel de asesor estadista para la diputada Lidia Patty y otros legisladores del MAS. En esa fecha, en medio del clima de incertidumbre política por la renuncia a la Presidencia de Evo Morales, que había huido del país presionado por las protestas contra el fraude electoral revelado por la Organización de Estados Americanos (OEA), dijo que logró burlar la guardia policial del edificio de la Asamblea Legislativa, hasta donde llegó a pedido de los diputados masistas y allí los encontró “sin comida, sin bebida y llorando de impotencia, con temor”.

Posteriormente, aseguró De la Fuente en su declaración, que “levantó el ánimo” de los legisladores masistas, “destruyó las renuncias” que estos pretendían presentar por órdenes superiores y estableció una estrategia política para que estos asuman el papel fiscalizador en el gobierno de Jeanine Añez.

Remarcó varias veces que dichos parlamentarios estaban abandonados a su suerte, sin la guía de ministros ni personal técnico de apoyo en la Asamblea Legislativa.

“Mi persona, en concreto, después de todo el seguimiento que hice a los medios de comunicación, realicé el asesoramiento a los legisladores de manera incondicional, para que estos pudieran realizar peticiones de informe escrito, oral, pliegos interpelatorios, acciones populares y censuras a ministros del Gobierno proclamado (de Añez) y proyectos de ley, para que la Asamblea Legislativa Plurinacional funcione y, a través de ella, se recupere la democracia, en momentos en que nadie ayudaba ni asesoraba a los parlamentarios”, dice la declaración.

De la Fuente brindó este relato ante un investigador policial en diciembre de 2019, luego de que el MAS retomó el Gobierno con Luis Arce. El “asesor” se presentó como testigo principal en el denominado caso “Golpe de Estado I”, a pedido de la denunciante, la ex diputada Patty, según se lee en el documento al que Visión 360 tuvo acceso.

Lidia Patty, exdiputada del MAS, desestima los antecedentes del testigo principal. Foto: APG

¿Qué aportó?

Con base en la denuncia de Patty, y especialmente en la declaración de su asesor, tres meses después, en marzo de 2020 y tras un operativo ejecutado por el mismo Ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, y el comandante de la Policía, Jhonny Aguilera, se aprehendió a Añez y a dos de sus exministros, Álvaro Coímbra y Rodrigo Guzmán. Posteriormente fueron detenidos varios exjefes del Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas (FFAA).

En el mismo caso, también fueron sindicados el gobernador electo de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, su padre José Luis y el ex líder cívico de Potosí, Marco Antonio Pumari, además de los ex ministros Yerko Núñez, Fernando López y Arturo Murillo. Luego, por las pugnas internas en el MAS, la facción que apoya al presidente Arce abrió un segundo caso, por los mismos hechos, y fue en ese en el que todos quienes resultaron aprehendidos recibieron sentencias y actualmente purgan una condena.

En el caso de Añez, también fue acusada en el caso Golpe I, pero la pasada semana logró que el tribunal la aparte del caso, debido a que se pretendía juzgarla por la misma relación de hechos por las que fue condenada en el caso Golpe II y, según las normas, nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo hecho.

En el caso de Camacho y Pumari, ambos fueron detenidos tiempo después y hoy son parte del juicio en el caso abierto por la ex diputada Patty, en el que se juzga en rebeldía a otros cinco sindicados, entre ex ministros y oficiales de las FFAA y la Policía. Se conoce también que el caso Golpe I fue alentado por la facción del MAS que apoya a Evo Morales, promovido por el ex procurador general, Wilfredo Chávez.

Las supuestas víctimas en esta versión de los hechos de 2019 planteada por Patty, son los exmandatarios Evo Morales y su vicepresidente Álvaro García Linera. Irónicamente, a cuatro años de iniciado el caso, la Fiscalía no tomó la declaración de ninguno y se prevé que tampoco asistan al juicio.

En ese contexto, el fiscal del caso, Omar Mejillones, para iniciar este juicio, acusó a las exautoridades por asociación delictuosa, seducción de tropas, conspiración y terrorismo; es en este punto que el testimonio de De la Fuente es cuestionado.

¿Qué aportó la declaración del asesor de la ex diputada Patty, para que la Fiscalía impute y posteriormente acuse por terrorismo a las exautoridades?

De acuerdo con la explicación de la abogada Norka Cuéllar, defensa de la ex presidenta Añez, la declaración de un testigo, en cualquier caso, debe dar fe de lo que vio y atestiguó personalmente. “(El testigo) no puede decir ‘me contaron’; debe ser directo, decir qué le consta, qué vio. En este caso, se debe analizar qué información da el testigo para fundamentar el delito de terrorismo”, indicó la jurista.

Televidente

Al contrario, en su declaración, De la Fuente dejó en claro que no fue testigo directo de ningún hecho y que todo su relato se basaba en el seguimiento que hizo a la información de los medios de comunicación y deja manifiesto el criterio subjetivo de su interpretación.

Por ejemplo, aseguró que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, actuó de forma ilegal y “de forma unilateral”, designó a cuatro funcionarios para la auditoría especial que finalmente concluyó en que “existió una manipulación dolosa”, en el conteo de votos, en el Tribunal Supremo Electoral.

Por otra parte, aseveró que Morales y su gabinete de ministros pretendían dictar un estado de sitio, para restablecer el orden, pero no lograron hacerlo, supuestamente, debido a que los jefes militares y policiales se   rebelaron.

De la Fuente volvió a confirmar que no fue testigo directo de nada, sino solo un televidente más.

“El día 10 de noviembre (de 2019) yo me encontraba en inmediaciones de El Prado y en uno de los locales pude ver en la televisión que el general Vladimir Yuri Calderón (entonces Comandante de la Policía)” dio una conferencia de prensa, con el pedido de renuncia de Morales, aseveró el asesor.

Explicó que Calderón hizo esa solicitud, minutos después de la conferencia de prensa en la que el Alto Mando Militar, liderado por el comandante de las FFAA, Williams Kaliman, hizo el mismo pedido. A lo largo de su declaración, el testigo no menciona elementos que haya atestiguado y sustenten el delito de terrorismo u otro, pues, al igual que millones de bolivianos que tienen un recuerdo personal de esos días, él estaba alejado de los protagonistas y de los lugares donde se generaron las decisiones que encaminaron los hechos hacia el cambio de mando en el Gobierno.

En esa línea, Visión 360 consultó a la ex diputada Patty sobre lo que su testigo podría aportar en el juicio, en relación con el delito de terrorismo, pero ella no precisó ningún elemento.

No obstante, la exdiputada reiteró que De la Fuente es el testigo principal de su denuncia y pedirá que este sea convocado a declarar en el caso, ante el Tribunal Sexto de Sentencia Anticorrupción, a cargo del juez Marco Antonio Vargas.

“Vamos a pedir que se presente a declarar en el juicio. Es el testigo principal, gracias a sus declaraciones se ha iniciado este caso. Él es del pueblo, todos somos víctimas, todo el pueblo boliviano puede venir a declarar y ser testigo, hay quienes han visto lo que ha pasado en el golpe de Estado, pero no quieren arriesgarse”, respondió la exdiputada.

Cuestionan la credibilidad de un testigo que fue acusdo de extorsión

Un testigo acusador, con varias denuncias que van desde hacerse pasar por asesor de autoridades de Estado, abogado; procesado por estafa, extorsión, uso  de instrumento falsificado carece de credibilidad, afirmaron los abogados Martín Camacho y Luis Dávalos, defensa de los dos principales acusados en el caso “Golpe I”, Luis Fernando Camacho y Marco Antonio Pumari, respectivamente.

“Por supuesto que vamos a observar los antecedentes de cualquier persona que tenga antecedentes por estos delitos. Consideramos que la Fiscalía y los acusadores deben probar su teoría de manera idónea y transparente”, anunció el abogado Camacho, al ser consultado por Visión 360, sobre la situación del testigo principal de los acusadores, Antonio de la Fuente Amelunge, un “ciudadano de a pie”, como se autodefinió en su declaración ante la Fiscalía.

El testigo no atendió los llamados de este medio de comunicación, que intentó tener su versión. Sin embargo, en 2021, cuando se aprehendió a la expresidenta Jeanine Añez y dos de sus exministros, y se revelaron sus antecedentes, el testigo reconoció haber sido denunciado por diferentes hechos, aunque aseguró que no tenía antecedentes y había ganado todos los procesos.

“Primero me insultan y luego me preguntan; no tengo ningún antecedente judicial (sentencia en su contra), he salido libre de todos los procesos que me han armado”, afirmó De la Fuente, en una entrevista con Gigavisión.

Para la ex diputada Lidia Patty, quien propuso como testigo a De la Fuente, los antecedentes de quien fue su asesor en la Cámara de Diputados no son relevantes y, además, considera que son asuntos personales que no afectan su credibilidad.

El abogado de Patty, Jorge Nina, fue más radical aún. Cuando este medio le consultó sobre el tema, el jurista se negó a explicar en qué aportaría el testimonio de este testigo para probar el delito de terrorismo. Asimismo, respondió que quienes pretenden descalificar a su testigo deberían presentar documentos ante los jueces.

Sin embargo, no fueron las defensas de Camacho o Pumari las que calificaron de “estafador” al testigo; al contrario, lo hicieron autoridades del MAS, entre ellos el actual expresidente de la Cámara de Diputados y actual ministro de Defensa, Edmundo Novillo.

Luis Fernando Camacho y Marco Antonio Pumari. Foto: Luis F. Camacho

 

Extractos del testimonio de Antonio de la Fuente

1. ¿Cómo se hizo asesor de los diputados del MAS en 2019?

“Me convocaron para que por mi experiencia (como supuesto asesor de la COB, en 2003) de ‘Octubre negro’, les asesorara, por lo que un grupo de parlamentarios a la cabeza de Lidia Patty, en fecha 12 (de noviembre de 2019), con wiphala en mano, habían ingresado a la Asamblea Legislativa a hacer vigilia para hacer democracia y no tenían el asesoramiento de ninguna persona ni de su partido (MAS) ni de autoridades, que en su mayoría corrían a las embajadas por su seguridad”.

2. ¿Qué vio en las calles de La Paz el “testigo clave” en noviembre de 2019?

“Mi persona, aprovechando del cambio de guardia (policial en la Asamblea Legislativa), pudo ingresar en fecha 15 de noviembre de 2019. Vi en varias partes de la ciudad tanquetas, militares con armas de conflagración bélica y en aquel momento había vuelos rasantes que pasaban por la plaza Murillo por la parte del cielo, donde pasaban con vuelos rasantes para atemorizar a los manifestantes, hecho que para mí constituyen actividades de orden público”.

3. ¿Cómo halló De la Fuente a los diputados del MAS en la Asamblea Legislativa?

“Las FFAA estaban cumpliendo las funciones privativas de la Policía al margen de la ley. Una vez que ingresé a la Asamblea Legislativa (el 15 de noviembre de 2019) vi a parlamentarias y parlamentarios (del MAS) sin comida, sin bebida y llorando de impotencia, con temor de que les pase algo a ellos, como le había pasado al hermano del presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Ezequiel Borda Belzu, a quien le habían quemado su casa y le habían obligado a renunciar”.

4. ¿Qué tipo de asesoramiento dio a los diputados del MAS que no renunciaron?

“Levanté el ánimo de estos diputados y les pedí que destruyeran sus renuncias, para garantizar la democracia y evitar la consolidación del golpe de Estado; les asesoré diciendo de que ellos no podían hacer lo mismo que pasó en Octubre Negro, cuando el Parlamento fue cerrado y se suscitó con impunidad la peor masacre en la ciudad de El Alto y que el funcionamiento de la Asamblea podía fiscalizar la gestión de la autoproclamada Presidenta”.

5. ¿Qué tipo de experiencia tenía con la COB sobre los hechos de febrero de 2003?

“Incluso realicé documentales de cómo oficiales de las FFAA, por instrucciones superiores, ametrallaban desde las tanquetas al pueblo alteño indefenso, que solo hacía o aplicaba o ejercía un derecho de protestar por (…) los impuestos que había emitido el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (…) me permitió incluso la donación de chalecos antibala, para que los dirigentes sociales fundamentales pudieran pedir la renuncia del Presidente (…) hubo más de 60 muertos”.

Otras denuncias contra el testigo

Además del Ministro de Defensa, otras personas que denunciaron a De la Fuente fueron Marcela Martínez, madre de la joven desaparecida Zarlet; Abel de la Barra, excomandante general de la Policía; también el empresario cruceño, procesado injustamente en el denominado Caso Terrorismo, Zvonko Matkovic, señaló a De la Fuente como el “mensajero” del ex fiscal Marcelo Sosa, prófugo en Brasil. Novillo demandó al ahora testigo en 2009, luego de que le informaron que pedía dinero a su nombre y se presentaba como su asesor.