Campeón del Intercontinental: El Real Madrid corona un año de ensueño


Conquista la Intercontinental ante Pachuca y suma todos los títulos en 2024 salvo la Copa. Mbappé abre la cuenta en un jugadón de la BMV, Rodrygo brilla con un golazo y Vini cierra de penalti

El Madrid corona un año de ensueño

 

Fuente: https://www.marca.com



El Real Madrid conquistó la Copa Intercontinental con una autoridad absoluta. A pesar de un inicio sin chispa, los goles de su lujoso ataque (Mbappé, Rodrygo y Vinicius) convirtieron al club blanco en el rey también del viejo Mundial de Clubes. Nadie tiene tantos como él.

Pachuca resistió poco más de media hora, hasta que Bellingham, líder indiscutible del juego madridista, abrió brecha en el marcador para el equipo de Carlo Ancelotti. El italiano supera a Muñoz como entrenador más laureado del club. Es el Real Madrid, campeón de todo en 2024 salvo de la Copa. Admirable.

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Nadie recordará el partido. Especialmente hasta el primer tanto. Media hora larga de espectáculo infumable, sin ritmo ni intensidad.

Se pueden poner muchos matices: el césped seco y lento, el rival ordenadito pero limitado, y un calendario que invita a ahorrar esfuerzos innecesarios. El caso es que el Madrid gestionó el inicio de paseo, sin asomarse mucho por el campo rival, a la espera de un error que permitiera correr. Los dos primeros remates, de Luis Rodríguez e Idrissi, obligaron a Courtois a usar los guantes. Pachuca se ilusionó.

Ancelotti empezó entonces a enfadarse. Colocó a Mbappé con Rodrygo y Vinicius, lo que en el arranque de temporada garantizó falta de equilibrio defensivo, y por ahí vino la bronca. Laterales que entran solos hasta línea de medios, dos contra uno para Lucas y Fran García, esfuerzos extra para los medios, Valverde y Camavinga. Fue hasta que el balón empezó a coger velocidad y altura. O sea, hasta que Bellingham comenzó a gestionarlo.

Está el inglés en un momento de crecimiento geométrico. Donde aparezca, multiplica el peligro de la jugada. Hayan desaparecido las molestias del hombro, según confesó en la rueda de Prensa previa, o no, Jude está asumiendo la tarea de activar el pase que rompe a las defensas. Arrancó Valverde en vertical para encontrar al 5, control y servicio para la ruptura de Vinicius, cara a cara con Carlos Moreno. La maniobra de The Best fue escandalosa, una suerte de quiebro con bicicleta demoledora que sentó al portero. Pudo rematar él, pero dejó atrás para que completase Mbappé, desde cerca. 1-0 sin haber roto a jugar.

Desde entonces sí. El Madrid se instaló en campo ajeno y rondó el segundo. Mbappé, Rodrygo… Hasta la pausa y después de ella, las ocasiones fueron blancas. Sin mucha claridad, todo hay que decirlo. Tanto que el adversario se asomó al área blanca, con una doble incursión de Luis Rodríguez y Deossa por derecha. No hubo más cuartelillo.

Pese a no asomar en la asociación del 1-0, Rodrygo había sido el más activo del ataque en el primer acto. En el segundo le bastó una pelota en la frontal para derramar su talento. Amagó uno, amagó dos, recortó y con la derecha colocó junto al palo.

Carlos Moreno pidió el fuera de juego posicional de Bellingham, y debió convencer al árbitro de VAR, Juan Soto. No sólo estaba lejos de la línea del remate, sino que el inglés se agachó para no molestar. El árbitro titular, Jesús Valenzuela, puso cordura y validó el 2-0.

No tardó mucho en intervenir Ancelotti para retirar a sus dos futbolistas más justitos en lo fisico, Mbappé y Camavinga. Para ser el entrenador más laureado en la historia del Real Madrid hay que ser prudente y gestionar bien los recursos. Ceballos y Brahim ayudaron en la salida, mientras Pachuca buscó el tanto que le metiera de nuevo en el partido.

Lo intentaron Montiel, el futbolista más fino de los tuzos, y Rondón, que colocó un cabezazo en el tejado de la portería de Courtois, cerca de la escuadra. Pero más cerca estuvo Vinicius, que recibió un servicio exquisito de Bellingham y tiró un uno-dos ante Carlos Moreno.

Le tapó el portero. No pudo hacer nada el meta, meritorio, en el penalti de Idrissi a Lucas que no vio el árbitro y sí detectó el VAR. Vinicius transformó, centrado y potente, para redondear otra victoria clara en una final. De esas que no se juegan, se ganan. 20 de las últimas 21. Es el Madrid. Un equipo de época.


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