¿Cómo le irá a la economía en 2025? Austeridad, hastío social y elecciones marcarán el rumbo


El 2024 cerrará marcado por tres fenómenos que han configurado el panorama económico, como la inflación persistente y acelerada, la profundización del mercado paralelo de dólares, y el desabastecimiento de combustibles.

Por Erika Ibáñez

Vehículos aguardan para cargar combustible en una estación de servicio en La Paz. Foto: Oswaldo Aguirre

 



A pocos días de terminar un año crítico para la economía del país, analistas y empresarios no auguran mejores días para el 2025. Es más, la “acumulación” social en la población podría estallar si el Gobierno no asume medidas estructurales.

El 2024 cerrará marcado por tres fenómenos que han configurado el panorama económico, como la inflación persistente y acelerada, la profundización del mercado paralelo de dólares, y el desabastecimiento de combustibles.

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El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Giovanni Ortuño, alertó sobre la compleja situación económica que atraviesa el país. Sin embargo, aseguró que, pese a las dificultades, Bolivia tiene las capacidades necesarias para superar la crisis si se adoptan medidas adecuadas y se fortalece el diálogo.

“Estamos conscientes de que Bolivia atraviesa una situación grave, pero estamos seguros de que no es insalvable”, remarcó.

Para Ortuño, el Gobierno debe adoptar medidas concretas de austeridad e implementar acciones estructurales que permitan reducir el déficit fiscal; garantizar mayor inversión privada, incentivas la producción nacional y promover las exportaciones.

Al respecto, el economista Alberto Bonadona teme que la escasez de alimentos y combustibles, los problemas más álgidos que marcan el 2024, se agraven el próximo año.

Y alerta: “Debe aplicarse una medida integral, va tener que disminuirse las subvenciones y a la vez ver cómo cerramos la brecha cambiaria porque si no si solo tomamos una medida suelta, el asunto no se va arreglar”.

Economía

Para el economista, recurrir a créditos de entidades internacionales es la solución más viable a corto plazo. “No queda otro que (acudir) al Fondo Monetario Internacional (FMI), se pueden hacer otras cosas, pero no llega a la cantidad suficiente (de dólares) que creo yo que en este momento se necesitan”, dijo en un análisis en Piedra, Papel y Tinta de La Razón.

Asimismo, advierte que cuando se inicien las negociaciones para el incremento salarial en 2025, seguramente los sectores sociales pedirán que éste supera las cifras de la inflación; y la situación podría generar más tensión en una población que está soportando estoicamente la crisis. ¿Pero hasta cuándo aguantará?

“La inflación está generando lo que en economía se llama licuar la deuda, que es grande en bolivianos, particularmente la estatal, y se pagará en bolivianos devaluados”.

Remarca que no hay otra opción que buscar financiamiento externo, aunque “mucha gente dice no vale la pena endeudarse; pero en este momento particularmente, de dónde van a sacar para pagar combustibles. Si no hay dinero, afectará a la población y eso ocurre en todos los sectores”.

Tensión

El analista y docente Omar Velasco dijo en La Razón que la población está resistiendo de una manera “heroica” el contexto económico del país. No hay grandes protestas sociales porque “creo que hemos ido acumulando cierta capacidad de ahorro y estamos desahorrando y creo que también se levantó expectativas de que se resolvería en poco tiempo”.

Considera que el Gobierno tuvo la habilidad de “ir pateando” el problema mes a mes; y probablemente eso no dio lugar a la reacción de la población.

Considera que Bolivia termina un año con el Gobierno y el sector privado fracturados, tensionados y sin respuestas de la Asamblea Legislativa que “en cuatro años no ha hecho una iniciativa; por ejemplo para cambiar la ley de Hidrocarburos. Cómo resolveremos la asfixia financiera, tienen una cuota de responsabilidad”.

Asimismo, critica que los frentes políticos de oposición no ofrezcan propuestas económicas claras de cara al 2025 y la supuesta unidad que muestran sea solo por “oportunismo electoral” y no en base a soluciones a la crisis.

Lo bueno

No todo es malo y Velasco destacó algunos avances positivos de cara al 2025, como la adhesión de Bolivia al Mercosur, los BRICS y su participación en el G20; que podrían abrir nuevas oportunidades a mediano plazo.

Sobre este tema, Ortuño coincide. La CEPB también cuestionó el papel de los sectores políticos durante la difícil situación económica; señalando una falta de compromiso y empatía hacia las necesidades de la población. Asimismo, expresó su preocupación por el debilitamiento de las instituciones, especialmente el sistema de justicia.

Daniel Flores, economista, también ve con preocupación lo que se viene el próximo año. Las negociaciones salariales, que apuntan a un incremento por encima de la inflación, ponen en duda si las empresas públicas y privadas podrán cumplir con esas condiciones.

Flores también proyecta un 2025 que estará marcado por las políticas económicas que se den en Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump ya anuncia algunas medidas que repercutirán en todo el mundo. “Principalmente en el incremento de aranceles que tendrá repercusión mundial”.

“Habrá problemas económicos persistentes, no va ser un año fácil; pero por ejemplo la Comisión Económica para América Latina y el Caribe ha pronosticado que el próximo año Bolivia crecerá 2,1% probablemente por nuevos ingresos como hierro, litio, ojalá se cumpla. El mayor riesgo que tenemos tiene que ver con qué va pasar con el escenario electoral”, complementó.

Crisis en la economía

Para el economista, la población está en un proceso de “acumulación social donde hay factores de supervivencia” y la población ha manifestado que quiere un cambio; y eso se reflejará en los resultados electorales.

“De momento la población espera el escenario electoral para definir sus anhelos y críticas. Bolivia necesita un gran acuerdo político para resolver los problemas económicos”.

Las perspectivas para la economía boliviana en 2025 no son prometedoras. Los organismos internacionales coinciden en que la crisis económica actual se reflejará en el crecimiento anual; que-según proyecciones-no llegará ni al 2%, por debajo de las previsiones del Gobierno que apuntan a un 3,71%.

Analistas y empresarios coinciden que la situación seguirá complicada y urgen al Gobierno asumir medidas estructurales.

Fuente: La Razón


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