La criptomoneda subió más del 50% desde la victoria electoral del republicano, y recibió un impulso ulterior después de que nominara a Paul Atkins, un partidario de este activo, para dirigir el regulador de la bolsa de Estados Unidos
Donald Trump gesticula en el evento Bitcoin 2024 en Nashville, Tennessee, durante la campaña electoral. (REUTERS/Kevin Wurm/archivo)
Fuente: infobae.com
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se atribuyó el jueves el mérito de la histórica subida del bitcoin por encima de los 100.000 dólares, diciendo a sus seguidores en las redes sociales “de nada” después de que la criptodivisa subiera más del 50% desde su victoria electoral.
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“¡¡¡FELICIDADES BITCOINERS!!! ¡¡¡$100,000!!! ¡¡¡DE NADA!!! Juntos, haremos América grande otra vez!”. escribió en Truth Social Trump, que en septiembre lanzó su propia plataforma de criptomonedas.
El Bitcoin superó los 100.000 dólares por primera vez el jueves después de que Trump nominara a Paul Atkins, partidario de la criptodivisa, para dirigir el regulador de valores de Estados Unidos, reforzando el optimismo de que el presidente entrante desregulará el sector.
La moneda digital ha disfrutado de un repunte vertiginoso desde la elección de Trump el 5 de noviembre, quien prometió convertir a Estados Unidos en la “capital mundial del bitcoin y las criptodivisas”.
El bitcoin alcanzó un récord de 103.800,45 dólares en las operaciones asiáticas del jueves, antes de volver a caer por debajo de los 103.000 dólares.
Tras las declaraciones de Trump, comenzó a subir de nuevo, alcanzando los 103.320 dólares.
El volátil activo se ha disparado alrededor de un 140% desde principios de año.
Sin embargo, su avance se había estancado en las últimas semanas, situándose justo por debajo de los 100.000 dólares, mientras los operadores esperaban nuevos catalizadores antes de lanzarse a comprar.
Esto se produjo después de que Trump, que asumirá el cargo en enero, anunciara el miércoles que nominaría a Atkins para ocupar la presidencia de la Comisión de Bolsa y Valores.
Paul Atkins, el elegido de Trump para dirigir el regulador de valores de Estados Unidos (David Paul Morris/Bloomberg)
Atkins, comisionado de la SEC de 2002 a 2008, fundó en 2009 la consultora de riesgos Patomak Global Partners, entre cuyos clientes figuran empresas de los sectores bancario, comercial y de criptomonedas.
Un anuncio del equipo de transición de Trump señaló que Atkins había sido copresidente de la Cámara de Comercio Digital, que promueve el uso de activos digitales, desde 2017.
“Paul es un líder probado a favor de regulaciones de sentido común”, dijo Trump en un comunicado en el que destacó el compromiso de Atkins con unos mercados de capitales “robustos e innovadores”.
“También reconoce que los activos digitales y otras innovaciones son cruciales para hacer que Estados Unidos sea más grande que nunca”, añadió Trump.
Atkins sustituye a Gary Gensler, que dirigió una ofensiva contra el sector tras la caída del mercado en 2022.
Aun así, la SEC autorizó este año la negociación en el mercado estadounidense de dos nuevos productos financieros, que permiten a un público más amplio comprar criptodivisas, denominados ETF (fondos cotizados en bolsa).
A pesar de haber tachado en su día las criptodivisas de “estafa”, Trump cambió su postura y ha sido un gran defensor de la unidad durante su campaña electoral.
En septiembre, anunció que, junto con sus hijos y empresarios, lanzaría una plataforma de divisas digitales llamada World Liberty Financial.
Trump también se ha acercado al magnate Elon Musk, de quien dijo que dirigiría un nuevo grupo de eficiencia gubernamental estadounidense encargado de reducir el despilfarro federal.
Musk, aficionado a las criptomonedas, habría gastado más de 100 millones de dólares para ayudar a Trump a recuperar la Casa Blanca, impulsando repetidamente su candidatura en su plataforma de medios sociales X.
En respuesta a la noticia de que el bitcoin había alcanzado la barrera de los 100.000 dólares, Musk escribió: “Wow”.
Entre las medidas que se esperan con Trump al frente está la creación de una reserva estratégica de bitcoins en Estados Unidos, formada principalmente por tokens incautados por la justicia, lo que podría empujar a otros países a otorgar más legitimidad a la moneda virtual.