Sobrevivientes relatan cómo líderes de la secta protegieron a abusadores sexuales durante décadas, trasladándolos entre comunidades y evitando reportarlos a las autoridades
El FBI investiga a la secta cristiana ‘Two by Twos’ tras múltiples denuncias de abuso sexual infantil en más de 30 países. (Imagen ilustrativa Infobae)
Fuente: infobae.com
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El FBI está adelantando una investigación sobre acusaciones de abuso sexual infantil dentro de una secta cristianaconocida informalmente como “Two by Twos” o “La Verdad”, un grupo de estructura opaca que, durante décadas, ha mantenido en secreto los casos de agresores sexuales entre sus miembros.
La investigación, anunciada por la oficina del FBI en Omaha, Nebraska, sigue a un aumento de denuncias públicasque involucran a más de 900 presuntos abusadores en más de 30 países, de acuerdo con información recopilada por sobrevivientes, citada por CBS News.
La secta, que se estima cuenta actualmente con entre 75.000 y 85.000 seguidores en todo el mundo, surgió en Irlanda en 1897, cuando su fundador, William Irvine, rechazó las iglesias establecidas y promovió la práctica de enviar predicadores en pareja, siguiendo el mandato del Evangelio según Mateo. Estos ministros itinerantes, conocidos como “obreros”, viven en casas de familias seguidoras, una práctica que, según víctimas, ha facilitado los abusos.
Lisa Webb, sobreviviente de abuso, denunció cómo los líderes de la secta encubrían a predicadores abusadores en lugar de reportarlos a las autoridades. (Imagen ilustrativa Infobae)
Acusaciones de encubrimiento y presión sobre las víctimas
Las denuncias señalan que los líderes del grupo no solo protegieron a abusadores sino que también evitaron reportar los casos a las autoridades. En lugar de eso, se trasladaba a los agresores a nuevas localidades, exponiendo a otras familiasy menores al riesgo de abuso. Las víctimas han descrito cómo fueron presionadas para perdonar a los abusadores o guardar silencio, un patrón que ha permitido al grupo evitar durante años las consecuencias legales enfrentadas por otras instituciones religiosas.
Un ejemplo es Lisa Webb, quien sufrió abusos a los 11 años por parte de un predicador en su hogar en Míchigan. Webb denunció el caso a un supervisor regional, pero no hubo acciones inmediatas. Más tarde, el agresor, Peter Mousseau, fue condenado tras su reaparición en 2008. Otro líder regional fue sentenciado por no reportar denuncias contra un predicador local.
La práctica de trasladar a los abusadores se observa también en casos como el de Americo Quispe, un obrero que fue enviado de Perú a Garland, Texas a inicios de los 2000 después de acusaciones en su país. En Estados Unidos, las familias denunciaron sus abusos, pero Quispe regresó a Perú antes de ser arrestado. Posteriormente, fue condenado en Perú por abuso sexual y sentenciado a 30 años de prisión.
La estructura opaca y descentralizada de ‘La Verdad’ ha dificultado las acciones legales contra los abusadores, según expertos legales. (Imagen ilustrativa Infobae)
En otro caso, Ruben Mata, un obrero que abusó de decenas de niños, fue condenado en 2006 en California tras años de denuncias. Mata había sido reportado en al menos tres ocasiones, según cartas internas, pero las autoridades solo fueron notificadas cuando él renunció. Mata murió en prisión.
Según CBS News, la falta de colaboración con autoridades y el intento de minimizar los abusos quedó evidenciado en 2022, tras la muerte de Dean Bruer, un supervisor regional en Oregón. Una investigación reveló pruebas en su computadora y teléfono de múltiples violaciones y abusos a menores. No obstante, según registros del Departamento del Sheriff del Condado de Clackamas, la computadora de Bruer fue manipulada antes de ser entregada a la policía: se borró el historial de navegación, se transfirieron archivos y el acceso al teléfono fue deshabilitado.
Cultura de silencio y respuestas divididas
Exmiembros y víctimas señalan que la cultura de la secta, en la que se prohíbe el “chisme” y se exalta el perdón, contribuye al encubrimiento. Jared Snyder, un exministro itinerante, describió cómo los líderes evitaban hablar de abusos: “Un supervisor me dijo explícitamente: ‘Cuanto menos sepas, mejor estarás’”.
La cultura de silencio dentro de ‘Two by Twos’ ha permitido durante décadas que predicadores abusadores operen sin consecuencias legales. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Aunque algunos líderes condenaron públicamente los abusos y buscaron asesoría para implementar políticas de prevención, otros se han negado a adoptarlas, insistiendo en que la única guía válida es el Nuevo Testamento.
La muerte de Bruer sirvió como catalizador para que sobrevivientes como Sheri Autrey tomaran acción. Autrey, quien fue abusada a los 14 años por un obrero en California, lanzó junto a otras víctimas una línea telefónica, una página web y plataformas en redes sociales para apoyar a sobrevivientes y documentar los casos. “La gente necesita saber que no está sola”, afirmó Autrey. “Hay ayuda”.
Pese a las crecientes denuncias y la investigación del FBI, el grupo continúa defendiendo su estructura descentralizada y su rechazo a bienes materiales, lo que, según expertos legales, lo ha protegido de consecuencias financieras y judiciales similares a las enfrentadas por organizaciones como la Iglesia Católica.
En un sermón reciente en un evento en Columbia Británica, un líder exhortó a los miembros a evitar las críticas: “Si te enfocas en los problemas, solo crearás más problemas. Pero si te enfocas en el Señor, encontrarás soluciones”. La investigación sigue en curso, mientras nuevas denuncias continúan emergiendo en distintas partes del mundo.