El modelo económico del MAS colapsa en medio de la crisis de divisas y carburantes


Empresarios creen que, luego de 18 años de modelo, hay una crisis multidimensional, déficit insostenible, mayor extractivismo, caída de reservas de gas, mayor deuda, falta de dólares e ineficiencia.
Este año, las filas por gasolina y diésel en el país se masificaron por la escasez. Foto: APG
Este año, las filas por gasolina y diésel en el país se masificaron por la escasez. Foto: APG

 

Fuente: Visión 360
Por Marco Antonio Belmonte

Los empresarios afirman que el actual modelo económico, con fuerte presencia del Estado, ha colapsado en medio de una aguda crisis expresada en la falta de combustibles, dólares y divisas. Hace algunos días el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, defendió el sistema vigente por 18 años, desde 2006, y negó su fracaso.

En 2024 la gente lo vivió a diario, no solo en el incremento paulatino del precio de algunos productos de la canasta familiar, sino en sus transacciones bancarias en dólares, en las filas de hasta días en busca de combustibles y en la falta o hasta desaparición de algunos alimentos, como el arroz y aceite, por la ocurrencia de desastres, por conflictos, contrabando y especulación.



El esquema se sustentaba en generar excedentes del sector de recursos naturales, llevarlos a la industrialización y reponer las reservas. Además, desde 2006 se estatizaron las principales empresas y se apostó a la inversión pública y al Estado como eje de la economía.

$us 15.123 millones era el nivel de las Reservas Internacionales en 2014, pero en 2023 cayeron a $us 1.709 millones.

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Según Montenegro, “no se cumplieron las indicaciones” planificadas en el Modelo económico, social, comunitario y productivo. “Por eso estamos pagando esas facturas, pero no le echamos la culpa al modelo de ninguna manera”, manifestó.

Recordó que no se invirtió en exploración petrolera para reponer reservas de gas. “Nos hemos ido comiendo el gas y los condensados, y hoy estamos sufriendo no haber aplicado el plan que dejó el desaparecido Carlos Villegas”, remarcó.

Gas en caída libre

Los datos oficiales confirman que, en los años de auge, en 2013, la producción nacional de gas natural alcanzó a 56,5 millones de metros cúbicos día, en 2014 subió a 59,6 y en 2015 fue de 59,2. En diciembre de 2023 la oferta llegaba a 33,94 MMmcd.

Infografías: Edmundo Morales

Este año las cifras oficiales procesadas por la Dirección de Hidrocarburos, Minas y Energía de la Gobernación de Santa Cruz revelan que en noviembre solo se producía 30,72 MMmcd.

La producción de líquidos en 2014 llegaba a 63.086 barriles día, pero en noviembre de este año solo a 26.230 barriles.

Esta disminución provocó que las importaciones de diésel pasaran de 227,4 millones de dólares a un histórico valor de 2.109,8 millones en 2022; en 2023 bajaron a 1.821; y este año, a septiembre, 930,9 millones.

Las compras de gasolina comenzaron en 2012 con 33,7 millones de dólares y se dispararon a 1.021,9 millones en 2023; y a septiembre de este año, suman 727,9 millones de dólares.

Caída de reservas y divisas

La caída en la producción de gas y en las exportaciones tuvo un impacto negativo en las Reservas Internacionales Netas (RIN) que después de alcanzar un pico de 15.123 millones de dólares en 2014, cayeron a 1.709, en 2023.

Esta situación provocó la disminución en la oferta de dólares en el país y el perjuicio a importadores de materias primas, insumos, bienes de capital; a personas que deben viajar a otro país o que tienen que enviar dinero a sus hijos en el exterior.

El costo del dólar en el mercado paralelo se disparó por encima de los 11 bolivianos.

Además, la escasez de divisas encareció las comisiones por las transferencias que cobran los bancos; las entidades impusieron límites a las operaciones con tarjetas de débito, crédito y la banca por internet en el exterior.

59,6 MMmcd de producción de gas se tenía en 2014, pero en noviembre de 2024 soo alcanzaron a los 30,72 MMmcd.

La Asfi sancionó con 21,3 millones de bolivianos a ocho bancos múltiples, un banco pyme, siete casas de cambio, seis empresas de giro y remesas, una entidad administradora de tarjetas de crédito, tres administradoras de fondos de inversión y una sociedad controladora, por vender dólares por encima del tipo de cambio y cobrar comisiones de 5% a 10% sobre la norma.

La falta de dólares también generó problemas para YPFB en la importación de combustibles y, asimismo, en atender la creciente demanda que este año se manifestó en las cada vez más largas filas de vehículos en busca de gasolina y especialmente de diésel, en las estaciones.

“Tenemos menor producción de hidrocarburos, lo cual significa que tenemos que aumentar volúmenes de importación de combustibles. Estos volúmenes nosotros los compramos con dólares, no los compramos con bolivianos. Ahí tenemos un problema estructural de lo que es actualmente la provisión y la logística de combustibles”, reconoció el pasado 17 de noviembre el ministro Alejandro Gallardo.

El fracaso del modelo

Ronald Nostas, expresidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), señaló que la crisis, el descenso de los indicadores económicos, y la escasez de dólares y combustibles muestran el retroceso económico del país y el fracaso del modelo. “Los resultados, a 18 años de su implementación, han evidenciado que el modelo económico, social, comunitario nos condujo al colapso económico, crisis multidimensional, déficit fiscal creciente e insostenible, profundización del extractivismo, caída de las reservas de gas, la mayor deuda pública de la historia, la improvisación y la ineficiencia en la gestión económica y falta de dólares”, puntualizó.

Además, no hay signos de que la situación cambie, porque cuando se tuvo la oportunidad de hacer ajustes al modelo y proyectar una Bolivia diferente, no se lo hizo y la crisis, los indicadores de pobreza e informalidad tienden a crecer.

“El problema va a persistir, lo que está ocurriendo se va a agravar, no cambiará nada hasta que no se tomen medidas de fondo y eso implica cambiar totalmente el modelo económico. Si se persiste en mantenerlo lo único que se logrará es que se complique más la situación”, remarcó.

El presidente Luis Arce, en un encuentro con la prensa. Foto: APG

Sin embargo, Nostas explicó que no necesariamente se deben repetir los problemas que se tuvieron con el anterior modelo de libre mercado vigente hasta 2006. “Se debe aprender las lecciones del pasado, necesitamos un mix de visiones que nos proyecten a un futuro económica y socialmente sostenible con bienestar para la población. Un modelo que recoja lo mejor que se tuvo en el pasado”, dijo.

El past presidente de la Federación de Entidades Empresariales de Cochabamba, Luis Laredo, señaló que el modelo colapsó porque no se invirtió adecuadamente durante la bonanza, no se tuvo la capacidad de diversificar la economía, tampoco se impulsó la exploración para descubrir nuevas reservas de gas. “Se emborracharon con el dinero de la bonanza. Es un modelo que se sustentó en el gas, no hubo diversificación, no se tuvo capacidad para invertir en nuevos pozos de gas, no se generó una ley que permita atraer mayor inversión, no hay seguridad jurídica y aumentó el contrabando”, puntualizó.

Según Laredo, se debe abrir la economía a la inversión, dejar que se mueva el tipo de cambio, dejar de subvencionar hidrocarburos y otros productos, porque el país no puede vivir en una falsa realidad. Ese dinero podría invertirse en diferentes actividades productivas.

Filas, inflación, PIB bajo

El decimoctavo año de vigencia del modelo termina con una aguda escasez de dólares; con filas por diésel, gasolina, arroz y aceite; una inflación acumulada de 8,82%; un partido político de Gobierno dividido; un crecimiento de 1,6% y de 1,4%, según el FMI y el Banco Mundial.

Puntos de vista

“Urgen reformas de 2da generación”

El modelo cumplió un ciclo, logró avances en lo social, pero había necesidad de hacer ajustes. Está bien concebido, hubo errores de política, indecisiones, desaciertos, según la opinión del analista Omar Velasco.

«El modelo perdió capacidad de generación de excedente económico y el Estado ha perdido el rol de estabilizador de la economía, ese es el retroceso  que se ha tenido», dijo.

Sin embargo, según explicó, es muy difícil un cambio radical del modelo. La Constitución Política del Estado  incorpora varios candados; por ejemplo, a la privatización de las empresas públicas. Pero se necesita reorientar el modelo con una mayor participación al sector privado, siempre y cuando pueda contribuir a la estabilidad y generación de ingresos. «Son importantes las reformas de segunda generación, ajustes macroeconómicos, pero sin afectar a la población de menores ingresos», señaló.

Omar Velasco

“Hay empresas que no son rentables”

El economista Alberto Bonadona señala que el modelo fracasó, porque no hubo un plan para que la inversión pública tenga mayor alcance.

«Si se hace una planta de papas, se debería definir un mercado de exportación;  varias estatales solo se vinculan al mercado interno, que es muy chico. Hay empresas no rentables; de 38 empresas, solo siete generan el 97% de las utilidades y tres, YPFB, Ende y Comibol, el 75%. En el pasado se privatizaron YPFB y Entel, y fue un éxito, porque el sector privado fue el que permitió generar reservas, exportaciones de gas y luego llegaron altos precios, se modernizaron las telecomunicaciones y se masificó la telefonía. Se debe dar un giro al modelo gastador del MAS, pero no se podrá privatizar muchas empresas», dijo..

Agregó que es inevitable una devaluación, debía continuar el bolsín  y se tiene que  dar mayor participación al sector privado.

Alberto Bonadona

“Volver a economía de mercado”

Según el economista, Germán Molina, ningún modelo es 100% correcto o erróneo, todos tienen aspectos positivos y negativos. No son sostenibles en el tiempo, como ocurre con los 18 años del modelo del MAS, aún con ajustes; no resuelve los problemas de la gente. Hay problemas serios que se deben rectificar, pero es difícil hacer ajustes por el año electoral que se viene.

«Hay que volver a una economía de mercado, el modelo ya no es eficiente. El Gobierno planteó un crecimiento promedio de 5% en el Plan de Desarrollo, pero no se cumplió, se propuso una tasa de inflación promedio de 3,7%; hasta 2023 estaba por debajo, pero este año y el siguiente está por encima. Tampoco se cumplió con los niveles de inversión comprometidos, eso es reflejo de que el modelo ya no es eficiente. El próximo año se espera menor crecimiento económico, se gastará más y con más deuda», afirmó.

Germán Molina

 

Los 4 logros que Luis Arce ve como éxito del modelo

  1. PIB. El Producto Interno Bruto pasó de $us 9.574 millones, en 2005, a $us 45.464 en 2023. El PIB percápita, de $us 1.037 en 2005 a $us 7.336 en 2023.
  2. SOCIAL. La pobreza moderada descendió del 61%, en 2005, al 36%, en 2023 y la pobreza extrema se redujo de 38%, el 2005, a 11,9% el 2023.
  3. DESIGUALDAD. El índice de Gini descendió de 0,60, en 2005, a 0,43 puntos en 2023. Registra 4,6 millones de personas ocupadas.
  4. PERFIL. El modelo muestra una capacidad para impulsar un crecimiento sostenido y menos volátil, versus los modelos de libre mercado.


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