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Locura es hacer la misma cosa una y otra vez, esperando obtener diferentes resultados”. Einstein.
¡Kawsachun coca, wañuchun q’aras!. Evo.
Producto del populismo y la ausencia de valores democráticos, lo que vemos y soportamos en nuestro país y que también ocurre en latinoamericana, muestra que estamos en un periodo de transición en el que todo se está redefiniendo, tanto en la política como en la economía. Los gobiernos enfrentan desafíos internos y una creciente desinstitucionalización, al tiempo que se redefine el papel de las categorías políticas clásicas de izquierda y derecha.
Todos los países forman parte de este contexto en el que conviven dinámicas complejas de alternancia, polarización y debilitamiento democrático.
En el campo político, la izquierda es la maestra en la construcción de narrativas mentirosas y discursos demagógicos. A la narrativa típica de la izquierda, el MAS en Bolivia añade el componente indígena para así enfrentar entre sí a su población mayoritariamente indígena y mestiza.
Evo Morales aplica esta fórmula demagógica, potenciada con la coca y el contrabando y así viene gobernando por veinte años. Podía haber continuado así, pero cometió el pecado de la gula wawamikuy y ahora está de salida.
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El gobierno del MAS practica el Socialismo en su variante Populismo cocalero. El MAS es una agrupación, estatista, centralista, corporativa, sindicalista, comunista e indigenista. La facción que ahora comanda Lucho Arce, tiene las características mencionadas arriba y controla a sus militantes utilizando el empleo público y los negocios públicos. La facción de Evo es más indigenista, cocalera y permisiva con el narcotráfico y el comercio ilegal, lo que entusiasma a sus bases.
Si el MAS vuelve a ganar las elecciones por la vía del fraude o por la ineptitud de la oposición, la economía boliviana seguirá al camino ya conocido de los regímenes socialistas de la región. Vamos ahora rumbo al desastre socialista siguiendo el modelo de Cuba, Venezuela, Nicaragua, en el cual un Estado quebrado sigue brindando miseria a la población, con cortes de energía, libretas de racionamiento, represión política y olas masivas de migrantes. Como siempre, en este modelo hay una élite de funcionarios del partido con privilegios y mucha plata.
Siguiendo el modelo del Socialismo Siglo XXI, en estos días estamos incorporando además del típico estatismo, centralismo, inseguridad de la propiedad privada, control del comercio de exportación e importación, el cuento, la fábula de los “precios justos”.
La experiencia internacional muestra que la fijación de precios y salarios es siempre perjudicial y no hay forma correcta de hacerlo, pues no hay forma correcta de hacer algo incorrecto, ni hay manera justa de hacer algo injusto. Esto, porque no podemos definir un precio justo o un beneficio justo o un salario justo: “al margen del mercado, al margen del sistema de la oferta y la demanda”.
Néstor Huanca ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural de Lucho el Cajero, que no sabe de esto, comenta sobre la abusiva confiscación de productos en los mercados bajo el régimen de “precios justos”:
El argumenta: “Los gremiales deben vender a precio justo”, pues es lo que dice el gobierno masista.
La Disposición adicional séptima del Presupuesto General del Estado lo señala en los siguientes términos: “Con la finalidad de garantizar la disponibilidad y abastecimiento de alimentos esenciales, se faculta a las entidades competentes, activar acciones de control, fiscalización, confiscación y/o decomiso de productos, a los actores de comercialización de alimentos, que almacenen o retengan y/o pretendan encarecer los precios de los mismos”.
Con esta Disposición, los funcionarios del Estado están autorizados a realizar las acciones de control, fiscalización, extorsión, confiscación y decomiso de productos en caso del incremento de precios. Es como decía Chávez en Venezuela: Esta caro, exprópiese y métanlos presos.
El actual problema para los ciudadanos bolivianos es cómo recuperar la economía que está quebrada y con pocas opciones para revitalizarla. Seguir el mismo modelo populista que destrozó el país no funciona, lo que implica realizar un cambio muy profundo del actual modelo político y económico masista, en el que tendría que intervenir el FMI con condiciones de reforma estrictas, o Bolivia seguirá hundiéndose en la miseria, estilo Venezuela.
Un rescate del FMI implica recortes en el gasto, cierre de empresas estatales deficitarias, fin de subsidios, liberación de precios, devaluación, y todo lo que exige un ajuste estructural, nada que ver con el MAS.
Nos acercamos a las Elecciones y lo que pase después poco le importa a Lucho y sus aliados, pues ellos se van y dejan un país quebrado. Si la oposición se hace cargo del Gobierno tendrá graves problemas y fracasará, cosa que los masista sabrán aprovechar para retomar nuevamente el poder, salvo que se tenga lideres tipo Milei. Por lo que para manejar este proceso y de la mejor manera, se necesita de un nuevo Gobierno y un Equipo con gente capaz y decidida a afrontar el desafío.
Debemos tomar en cuenta al formar equipo, que las personas tenemos distintas aptitudes, alguno es bueno para una cosa y otros para otras. Como en el futbol, delantero, arquero, etc. En el Gobierno existen Ministros en distintas áreas y que requieren conocimiento, experiencia y habilidades adecuadas para el cargo y ahí por delante.
En el país existen profesionales que saben que el modelo populista, socialista no funciona, ni funcionara, y tienen buenas ideas y propuestas claras de tipo democrático liberal, para reconstruir el país, las que están dispuestos a compartir y colaborar en un Proyecto de Unidad.
En fin para avanzar necesitamos, el equipo, el programa y un Candidato a Presidente elegido en Primarias Abiertas, el mismo que debe recibir el apoyo de todos los opositores al MAS, dejando al margen su ego, como ocurrió en Venezuela con María Corina a quien todos apoyaron.
Los candidatos demócratas en Bolivia, deberán concluir sus campañas dos días antes de la votación y los ciudadanos llegar a las mesas de votación con su firme decisión de cambio en libertad y con su cédula de identidad. Elegido el candidato todos debemos apoyarlo de frente y con todo lo que dispongamos.
En Bolivia algunos de los opositores hablan de elegir al candidato mediante encuestas, las mismas que han mostrado en Argentina y varios otros lados ser poco confiables. Tenemos el ejemplo de Venezuela, donde la oposición realizo primarias abiertas y eligió exitosamente un solo candidato para enfrentar la dictadura madurista.
Sursum Corda.