Desde imperceptibles hasta otros que causaron temor, Bolivia vivió un 2024 con un promedio de más de 90 sismos por mes y cierra el año sobrepasando el millar de estos movimientos. La tarea para 2025 es clara: trabajar arduamente en la preparación.

El Observatorio San Calixto cumplió una gestión de seguimiento exhaustivo y, bajo sus monitoreos, se identificaron 1.444 sismos entre enero y noviembre de este año; en tanto que en diciembre, los primeros datos superan ya la treintena de movimientos telúricos.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

“En enero teníamos 164 y estamos cerrando noviembre con 168; diciembre tal vez tengamos un poco menos o la misma cantidad, pero superior a 100 sismos sí puedo garantizar que va a haber”, explicó en entrevista con La Razón, el director del Observatorio San Calixto, Gonzalo Fernández.

SISMOS

Para Bolivia esto significa una cantidad en promedio de más de 90 movimientos telúricos por mes. De acuerdo con el recuento del observatorio, enero registró la mayor cantidad de sismos, con un total de 164. (Revisar infografía).

Infografía: Lizeth Machaca.

La tendencia se observa con claridad entre los departamentos de Potosí y Cochabamba como los más afectados por estos fenómenos naturales. De hecho, entre enero y noviembre, en el primero se concentró 1.117, que representa el 77% del total del país.

“Debido al proceso de subducción entre la placa de Nazca y Sudamérica, sismos en Potosí tenemos todos los días, por lo menos tres. No son percibidos por la población, porque sus magnitudes también son moderadas entre cuatro, tres y profundidades entre 100 a 350 kilómetros”, detalló.

BOLIVIA

Cochabamba también figura de manera habitual en los registros sobre detección de sismos. En este departamento ocurre algo contrario a Potosí; si bien las profundidades son cortas, las intensidades suelen ser menores.

“En Cochabamba por lo menos tenemos 10 eventos sísmicos con profundidades menores a 35 kilómetros, que estos son muy peligrosos, pero de magnitud moderadas; menores a 3,5 de intensidad, pero que nos están dibujando el panorama en caso de que pueda suceder un evento sísmico”.

La tendencia este año es menor en sismos respecto a los dos precedentes (ver infografía); empero, el 2024 estuvo marcado por un par de eventos a mediados de año que sí encendieron las alertas.

Infografía: Lizeth Machaca.

“El primero (se registró) entre la frontera Perú-Bolivia-Chile, el 12 de julio, ha sido percibido en toda La Paz y en los edificios altos”, puntualizó el entrevistado.

PROMEDIO

Poco después llegó otro golpe, un movimiento telúrico al sur de Chile generó también repercusión en el territorio nacional.

“Este sismo de magnitud siete también ha sido percibido no solo en La Paz, también en Cochabamba, Tarija y Santa Cruz; con intensidades de cuatro, vale decir que se han visto oscilar las lámparas”.

El llamado de atención quedó claro y es la tarea pendiente para el próximo año: el país necesita prepararse para estos eventos que pueden llegar a ser de magnitud.

“Somos un país moderadamente sísmico, no somos un país altamente sísmico como Perú u otros países costeros. Sin embargo, moderadamente sísmico no significa que no va a pasar un terremoto, o que la Cordillera de los Andes nos protege”, aseveró.

ACCIONES

El Observatorio San Calixto realizó ya reuniones con el Viceministerio de Defensa Civil y el trabajo estaba en marcha cuando sucedieron estos eventos de mediados de año, que viraron la atención y subieron la urgencia.

“Ahí con el viceministro de Defensa Civil, el doctor (Juan Carlos) Calvimontes, a quien se le agradece, decimos y vemos que es necesario trabajar en la prevención, que no estamos preparados en caso de un sismo destructor”.

Fernández contó que los primeros pasos hacia esta preparación se dieron con una convocatoria del viceministerio a alcaldías y gobernaciones para socializar la Norma de Diseño Sísmico, aprobada por el Ministerio de Obras Públicas y que fue validada por el observatorio, universidades y otros expertos del país y el exterior.

“Se ha viajado por lo menos a seis departamentos, el objetivo es socializar y enseñar qué hacer antes, durante y después de un terremoto”, aseveró Fernández.

El trabajo llegó a contar con el apoyo del Consulado de Chile en La Paz. “Nos ponemos en contacto, se hace una visita al Observatorio San Calixto y vemos que de verdad no estamos preparados (…), y les pareció importante trabajar en la difusión de la cultura sísmica”.

El proyecto Educientistas del observatorio, nacido en 2020, también es ahora perfeccionado con miras a 2025 y elevado a una aplicación, con apoyo de la Unifranz de El Alto, mediante la cual la población pueda tener en su celular la información de qué hacer ante un sismo y sin necesidad de internet.

Al mismo tiempo, se logró una alianza con la Alcaldía de La Paz y para el siguiente año se preparan simulacros, así como el desarrollo de este trabajo de preparación ante sismos, cuya semilla plantada en 2024, esperan se consolide en 2025.