El delantero de Oriente Petrolero se refirió al abandono dirigencial que sufrió el primer plantel. “Esperamos que termine el año, fue desastroso”, añadió.
Fuente: eldeber.com.bo
Marcos Riquelme, capitán y delantero de Oriente Petrolero, habló en conferencia de prensa luego de la derrota 2-1 ante Royal Pari en el estadio Ramón Tahuichi Aguilera, por la fecha 25 del torneo Clausura de la División Profesional, y no ocultó su frustración y desazón por el abandono que sufrió el primer plantel de parte de la dirigencia a lo largo del año.
“Ya no quiero ni hablar de ello, esos comunicados que saca la dirigencia (sobre salarios adeudados) ya nos dan risa. Estamos solos, ahora damos la cara y es entendible que la gente salga molesta con nosotros; está enojada y frustrada, pero nosotros (jugadores) somos los más perjudicados y no hay más nada para decir”, manifestó Riquelme.
“Solo queda jugar por el honor y esperar que termine este año, que la verdad ha sido desastroso. Después ya pensaremos en lo que se viene y ojalá Oriente pueda salir de este momento que no se merece”, añadió.
Metiéndose netamente en lo deportivo, Riquelme analizó las jugadas polémicas que terminaron marcando el rumbo del partido y consideró que el árbitro los perjudicó gravemente con algunas decisiones.
“Molesta; sentimos que nos metieron la mano al bolsillo de vuelta, pero ya no hay tiempo para lamentos. Tenemos que seguir trabajando y esperamos que esto cambie, no solo por el bien de Oriente, sino por el bien del fútbol boliviano y que no se equivoquen mucho en contra nuestra”.
“Uno está adentro de la cancha y está con las pulsaciones a mil; sentía que nos estaban metiendo la mano al bolsillo. La verdad es que me dio mucha bronca. Creo que el árbitro quería que el otro equipo haga un gol y se vaya con el triunfo”, sentenció.
Con este resultado, Oriente se estanca en el decimosegundo lugar de la tabla acumulada con 41 puntos y pierde la posibilidad de acercarse a los puestos de clasificación para torneos internacionales.