Entre plegarias, promesas y devoción, los peregrinos enfrentan el desafío de recorrer más de 20 kilómetros, dejando atrás el cansancio para llevar sus intenciones a la Virgen.
Fuente: El Deber
Como cada diciembre, miles de fieles recorren la ruta hacia el Santuario de la Virgen de Cotoca, movidos por la fe y el deseo de agradecer los favores recibidos o pedir nuevos milagros en sus vidas. Trabajo, salud, bienestar familiar o simplemente una expresión de gratitud llenan las motivaciones de quienes avanzan en esta multitudinaria peregrinación.
Este año, el padre Rubén Alvis, encargado del Santuario, estimó una participación de entre 350.000 y 500.000 devotos. Ante esta multitud, Santa Cruz de la Sierra se preparó con operativos viales y de seguridad para garantizar que la caminata desde el cuarto anillo se realice con tranquilidad.
Desde las 16:00, cientos de fieles han comenzado su recorrido hacia el Santuario de la Virgen de Cotoca, mientras otros apenas inician su travesía junto a familiares, amigos o seres queridos. Unidos por la fe, todos comparten el anhelo de reencontrarse con la querida ‘Virgencita’ y expresar su devoción.
EL DEBER estuvo presente en esta manifestación de fe y conversó con algunos peregrinos que, entre paso y paso, compartieron sus historias de gratitud, esperanza y devoción rumbo a la Virgen de Cotoca:
Esther Chamoso e Indira González, madre e hija, iniciaron la caminata hacia el Santuario de la Virgen de Cotoca junto a la pequeña bebé de Indira, que las acompañaba en su cochecito. Ambas manifestaron su fe profunda en la Virgencita. Esther explicó que camina “para pedir la bendición a la Virgencita para toda la familia», lo hace junto a sus hijas con mucha devoción.
Por su parte, Indira caminaba con gratitud, pues su hija pequeña era el milagro que había pedido. “Con mucha devoción, cumpliendo la promesa que le hice a la Virgencita, me permitió tener una pequeña bebé y estoy feliz de poder llegar hasta Cotoca”, compartió emocionada.
Erick Daniel Lobo, junto a Fernanda Pérez y sus dos pequeños hijos, comenzó su recorrido hacia Cotoca a las 20:00. La niña mayor caminaba junto a su madre, mientras que el menor iba cómodamente en su carriola.
Erick reveló el propósito de su caminata: “Estoy yendo con el propósito de tener al año (2025) una nueva inversión y tener negocio propio”, además, de pedir por salud y trabajo para su familia.
A las 18:00, Juan Carlos inició su caminata acompañado por su pequeño hijo Ian. Su promesa a la Virgen de Cotoca reflejaba la sencillez de su fe: “Que nos acompañe y nos dé mucha salud y trabajo a la familia”, comentó. Sin buscar un favor específico, Juan Carlos caminaba con devoción y gratitud, pidiendo bienestar para quienes ama.
Estos testimonios destacan el fervor y la fe que impulsan a miles de peregrinos a recorrer el camino hasta el Santuario de la Virgen de Cotoca, llevando consigo plegarias y gratitud en cada paso.
Fuente: El Deber