Gisèle Pelicot dijo respetar la decisión del tribunal, que sentenció a su exmarido a la pena máxima, 20 años, por drogarla y violarla durante una década, pero no a los otros 50 hombres acusados.
Fuente: RFI
La protagonista de uno de los juicios más mediáticos de la historia de Francia lanzó además un mensaje a otras vícitimas que hayan sufrido abusos y sus casos no hayan salido a la luz: «Compartimos la misma lucha».
Gisèle Pelicot aseguro que «respeta al tribunal y la decisión del veredicto» tras conocerse la sentencia a su exmarido de 20 años, máximo posible, por drogarla y abusar de ella durante una década. No obstante, las penas a los otros 50 hombres que participaron en los abusos fueron menores de lo esperado, despertando indignación a las puertas del tribunal de Aviñón donde tuvo lugar el juicio.
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Pelicot, que desde el primer momento quiso que el preceso fuese todo lo público posible, añanadió: «Pienso en todas las demás familias afectadas por esta tragedia. También pienso en las víctimas no reconocidas, cuyas historias a menudo permanecen en la sombra. Quiero que sepan que compartimos la misma lucha».
«Cuando abrí las puertas de este juicio el 2 de septiembre del año pasado, quise que la sociedad pudiera captar los debates que tuvieron lugar. Nunca me he arrepentido de aquella decisión», continuó.
Gisele Pilicto también tuvo palabras para los profesionales de los medios de comunicación que cubrieron este juicio tan medático: «A todos los periodistas que han seguido este caso desde el principio, quiero expresarles mi gratitud por la forma fiel, respetuosa y digna en que han informado diariamente de estas vistas».
Hay una revelación de que las mujeres hablan, de que las mujeres no son solamente víctimas, son personas que pueden luchar, que pueden rechazar la vergüenza.
El caso Pelicot ha transcendido lo puramente legal, teniendo un gran impacto en la socidad gracias a una Giséle Pelicot que nunca quiso permanecer en el anonimato. Así lo cuenta a Radio Francia Internacional el sociólogo francés Eric Fassin: «Hay una revelación de que las mujeres hablan, de que las mujeres no son solamente víctimas, son personas que pueden luchar, que pueden rechazar la vergüenza».
El personaje de Giséle Pelicot es muy importante porque es una mujer normal que se vuelve feminista con su denuncia del Patriarcado. Fue una revelación de que la violencia contra las mujeres no es un elemento del pasado, es un elemento dentro de nuestra sociedad, es un problema de hoy», prosigue Fassin.
El sociólogo relata también la importancia de cómo ha sido el juicio de cara a la figura del agresor: «Creo que es un momento muy importante porque hay también una revelación de la continuidad entre el personaje como un monstruo perverso y los violadores ordinarios. No existen dos tipos de personas, es una normalización de la cuestión de la violación de la parte de hombres normales».
Sumisión química y falta de consentimiento
El juicio, con una cobertura multitudinaria, ha puesto además sobre la mesa el tema de la sumisión química y la falta de consentimiento, la diferencia entre el «no es no» y el «solo sí es sí».
«En este juicio se dan cuenta justamente del hecho de que esos hombres no plantean la pregunta del consentimiento. No lo averiguan, no lo verifican», explica a RFI Javiera Coussieu-Reyes investigadora y estudiante de Doctorado en Historia Contemporánea sobre los acusados, muchos de los cuales aseguraron para defenderse que fueron engañados, pensando que participaban en una práctica sexual de una pareja libertina en la que Gisèle Pelicot, fingía estar dormida y consentía lo que ocurría.
«El debate que hubo durante el juicio fue sobre la intención de la de violar, porque el hecho es violación, pero, ¿cuál fue la intención? Llegaron a esa casa intención de participar en lo que ellos pensaban que iba a ser un juego, pero nunca de tuvieron la lógica de verificar», concluye.
Declaración completa de Gisèle Pelicot
«Hoy me dirijo a ustedes con profunda emoción. Este juicio ha sido una prueba muy difícil y en este momento, pienso ante todo en mis tres hijos, David, Caroline y Florian. También pienso en mis nietos, porque son el futuro, y también por ellos he librado esta batalla, así como en mis nueras, Aurore y Céline.
Pienso también en todas las demás familias afectadas por esta tragedia. También pienso en las víctimas no reconocidas, cuyas historias a menudo permanecen en la sombra. Quiero que sepan que compartimos la misma lucha.
Quiero expresar mi más profunda gratitud a todos los que me han apoyado a lo largo de esta terrible experiencia. Vuestros testimonios me han sobrecogido y me han dado fuerzas para volver cada día a enfrentarme a esas largas jornadas de audiencias.
También quiero dar las gracias a la Asociación de Ayuda a las Víctimas, cuyo apoyo constante ha sido inestimable.
A todos los periodistas que han seguido este caso desde el principio, quiero expresarles mi gratitud por la forma fiel, respetuosa y digna en que han informado diariamente de estas vistas.
Por último, quiero expresar mi gratitud y estima a mis abogados por haberme acompañado en cada etapa de este doloroso proceso.
Cuando abrí las puertas de este juicio el 2 de septiembre del año pasado, quise que la sociedad pudiera captar los debates que tuvieron lugar. Nunca me he arrepentido de aquella decisión.
Ahora confío en nuestra capacidad para aprehender colectivamente un futuro en el que todos, mujeres y hombres por igual, puedan vivir en armonía, con respeto y comprensión mutuos».
Al ser preguntada por la prensa sobre el veredicto emitido unos minutos antes por el Tribunal Penal, Gisèle Pelicot se limitó a añadir: «Respeto al tribunal y la decisión del veredicto».