Maximiliano Dávila, el “Macho”, que pasó por Inteligencia antes de ser zar antidroga; hoy fue extraditado a EEUU


Retrato. EEUU lo procesó y solicitó a Bolivia su extradición por supuestamente dirigir una organización que traficó droga hacia ese país; él afirmaba que no fue notificado con ese caso.

El coronel Maximiliano Dávila, presentado ante los medios de comunicación, en enero de 2022. Foto: APG
El coronel Maximiliano Dávila, presentado ante los medios de comunicación, en enero de 2022. Foto: APG

 

Fuente: Visión 360
Por Carlos Quisbert

El día en que Bolivia se enteró de que el “Macho” era el sobrenombre del coronel Maximiliano Dávila, se supo también que ese era el alias con el que la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos (EEUU) lo tenía registrado, porque era una de las seis personas que la Corte del Distrito Sur de Nueva York acusó por traficar armas y droga a este país.

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Aquel 18 de enero de 2022, cuando el ahora extinto diario Página Siete publicó que el coronel era buscado por la DEA, el “Macho” ya era un policía de la reserva y descansaba en su domicilio, en la ciudad de Cochabamba. El último cargo que ocupó fue precisamente como Comandante Departamental de la Policía de ese departamento, nombrado por el gobierno de Luis Arce.

No fue el máximo cargo que ocupó, durante la última gestión de Evo Morales, en 2019, el coronel Dávila fue designado como director general de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), una unidad estratégica que no depende del Comando General de la Policía y la designación de su comandante en ese cargo es exclusivamente política, desde el Ministerio de Gobierno, según explicó a este medio un ex comandante general de la entidad policial. Un año antes había cumplido con el cargo de Jefe Nacional de Inteligencia.

“Soy inocente, soy víctima de ese pequeño burgués que es el Ministro de Gobierno, que no sabe lo que hace en este Estado Plurinacional”, dijo Maximiliano Dávila.

Legisladores afines al presidente Luis Arce y a Evo Morales —ambos políticos que llegaron al poder con el Movimiento Al Socialismo (MAS)— tuvieron posturas contrapuestas en torno a la captura de Dávila, su encarcelamiento y la aprobación de su extradición, a pedido del Departamento de Estado de EEUU.

Legisladores del ala “evista”, como el senador Leonardo Loza y el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, pidieron que no se autorice su extradición, pues consideran que el coronel debe ser juzgado en su propio país y no así en el que consideran enemigo ideológico del MAS. Desde el “arcismo” dicen que se ha cumplido con el procedimiento legal y que se debe dar curso al pedido norteamericano.

Acusación de EEUU

En la “acusación sustitutiva en el Caso N.º S8 19 Cr. 91 (DLC)”, emitida por el “gran jurado” de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, del 22 de septiembre de 2020, se lee lo siguiente: “Acusación formal sellada contra: Maximiliano Dávila Pérez alias Macho; Omar Rojas Echeverría (exmayor de la Policía) ; John Cahuana Barrientos, alias Peruvian J; Jheyson Montaño Fernández; Herland Montaño Fernández; Rómulo Ramírez Rodríguez, alias Pepe”, señala parte de la publicación del medio de prensa antes citado.

Días después, el Departamento de Estado norteamericano publicó un anuncio de recompensa de cinco millones de dólares por información que condujera a su captura. La acusación fue presentada en Colombia, luego de un operativo internacional denominado “Los Andes”, en el que se aprehendió, en Perú, al narco exconvicto de EEUU, Jorge Roca Suárez, alias “Techo de Paja”; en el documento, se solicitaba la extradición de todos ellos.

Solo cuatro días después de la publicación, el 22 de enero, la Policía ejecutaba la aprehensión del “Macho” en Potosí, cuando este intentaba cruzar la frontera hacia Argentina.

60 días es el plazo que Bolivia tendría para ejectuar la extradición del exdirector de la Felcn hacia Estados Unidos, donde afrontará un proceso por tráfico de armas y droga.

Enmanillado y visiblemente indignado, Dávila fue exhibido en una conferencia de prensa y, desde que ingresó al salón hasta que lo retiraron, sostuvo la mirada fija hacia el entonces comandante general de la Policía, Jhonny Aguilera, su compañero de la promoción 1989 de la Academia de Policías. “Vamos a ver”, fue la advertencia que lanzó el “Macho” hacia el jefe policial al salir del salón.

Al ser llevado al penal de San Pedro, en medio del forcejeo entre los periodistas y los custodios, Dávila lanzó el primer ataque contra el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo.

“Pequeño burgués”

“Soy inocente, soy víctima de ese pequeño burgués que es el Ministro de Gobierno, pequeño burgués que no sabe lo que hace en este Estado Plurinacional Comunitario (…) porque lo está queriendo incriminar al (ex)presidente Morales”, gritó Dávila antes de ser ingresado a jalones por sus custodios.

Luego, el ex zar antidroga fue aislado y sometido a vigilancia estricta en un espacio apartado de la cárcel. Aún vive bajo las gradas que dan a la gobernación del penal, solo, en una celda de menos de tres metros cuadrados.

Un año después, también en enero, por medio de su abogado, Manolo Rojas, pidió dar una conferencia de prensa, para dar su versión, aseguró que no tenía orden de aprehensión internacional de la Interpol y que no había un proceso en su contra en Estados Unidos. La solicitud fue rechazada por autoridades de Régimen Penitenciario.

En esa oportunidad, Rojas dio lectura a una carta en la que el “Macho” Dávila reiteró su ataque hacia Del Castillo, a quien acusa de ser un infiltrado del Gobierno de Estado Unidos y aseguró que este viajó varias veces a ese país.

Dávila (der.) ofreció 4 tortas a Evo Morales (centro) por su cumpleaños. Foto: Página 7

Extradición

El miércoles 27 de noviembre de este año se informó que el Tribunal Supremo de Justicia dio luz verde a la “extradición inmediata” del ex jefe antidrogas. El presidente de esa instancia judicial, Marco Jaimes, informó que la resolución fue asumida con el voto de siete magistrados a favor y dos que declararon su disidencia.

Un día después, el viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, sostuvo que se iniciaron las gestiones para cumplir con la extradición de Dávila a Estados Unidos y que incluso se maneja la posibilidad de que ese país envíe un avión por él.

Denuncias

Volteo. En abril de 2019, el exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de Santa Cruz, Gonzalo Medina, acusó a Maximiliano Dávila de haber volteado droga (robo de droga incautada), valuada en miles de dólares y de ser un “verdadero narcotraficante”.

Montenegro. El narcotraficante boliviano Pedro Montenegro, extraditado a Brasil el 29 de noviembre de 2019, durante la presidencia de Jeanine Añez, denunció que su captura era fruto de una rivalidad personal entre Dávila y Medina. “No descansó hasta destruir todo lo que tenía a su alcance, y esto por una serie de intereses”, escribió en una carta.

Empresario. El empresario Wilson Sahonero, propietario del periódico La Voz, fue otro denunciante de Dávila por extorsión. Aseguró que este le cobró 300 mil dólares por cerrar un caso montado.


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