El plan abarca un reimpulso de la minería de plata, así como el inicio de operaciones de la planta siderúrgica del Mutún y de la planta FAME 2 (biodiésel), lo que permitirá reducir la subvención del diésel y aliviar el déficit fiscal.
Fuente: ABI
El Gobierno confía alcanzar en 2025 la meta de crecimiento del 3,51%, como efecto de la combinación de inversión pública y privada, el desarrollo de sectores estratégicos, la mejora de la productividad agrícola y la puesta en marcha de decenas de industrias estales, afirmó el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro.
“Visualizamos un 2025 mejor que el 2024, con una mayor producción y una contención de precios que va a permitir aplacar la tasa de inflación”, explicó, citado en un reporte institucional.
El plan abarca el reimpulso de la minería de plata, así como el inicio de operaciones de la planta siderúrgica del Mutún y de la planta FAME 2 (biodiésel), lo que permitirá reducir la subvención del diésel y aliviar el déficit fiscal.
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Además, está prevista la inauguración de un número importante de plantas industriales que incluyen diez plantas de bioinsumos (abonos y agrofertilizantes), plantas frutícolas, procesadoras de cereales y de productos cárnicos.
También se establecerán 10 plantas procesadoras de papa, 4 de yuca, 5 de la industria aceitera y 3 centros de acopio y almacenamiento. Asimismo, se perfila la explotación de minerales tecnológicos y el aumento de la productividad agrícola.
Para el 2025, el Gobierno proyecta un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3,51% y una inflación del 7,5%. Se prevé una inversión pública de $us 4.024 millones, con un déficit fiscal del 9,2% del PIB.
El ministro de Economía citó varios elementos clave para la recuperación económica en 2025 sobre la base de una combinación de inversión pública en industrialización, desarrollo de sectores estratégicos y la mejora de la productividad.
La inversión pública de 2025 será de $us 4.024 millones que irán al área productiva y a proyectos estratégicos que impulsarán la economía, especialmente en sectores como la minería, la industria y los hidrocarburos.
Entre estos proyectos destacan la Planta de Diésel Renovable (HVO), la industria de química básica, la industria farmacéutica y la planta de envases de vidrio.
En 2025, el Gobierno apunta a potenciar la exploración y explotación de nuevos campos hidrocarburíferos, tarea que no se hizo en los 14 años de gobierno de Evo Morales. “El presidente Luis Arce recuperó el plan (de exploración de Carlos Villegas) y hoy tenemos el descubrimiento de Mayaya X1”, destacó Montenegro.
La industrialización con sustitución de importaciones es otro de los pilares que contribuirán a que 2025 sea, en el plano económico, un mejor año para el país, ya que se prevé la inauguración de decenas de plantas.
El próximo año comenzará a operar la planta de biodiésel FAME 2 en El Alto, lo que permitirá ahorrar en la importación de diésel y contribuirá a reducir la subvención de carburantes. “Este aditivo va a permitir también ahorrarnos un 7% de la demanda. La planta FAME 1 en Santa Cruz permite ahorrar otro 7%, por lo que ya estamos hablando de un 14%”, afirmó el ministro.
También se prevé la puesta en funcionamiento de cuatro plantas de extracción de aceite vegetal para la obtención de diésel económico, más tres centros de acopio y almacenaje de residuos líquidos y una planta de acopio y transformación de aceite usado.
La Planta Siderúrgica de El Mutún, que tiene capacidad para producir 200.000 toneladas métricas de acero al año, entrará en funcionamiento el primer trimestre de 2025, y permitirá sustituir importaciones por $us 200 millones anuales.
“Estas plantas van a generar un ahorro de divisas y reducir el déficit fiscal”, subrayó Montenegro.
A esto se suman la inauguración de una decena de plantas de bioinsumos, entre abonos y agrofertilizantes; plantas procesadoras de frutos de la Amazonia, como piña, almendra, durazno y chirimoya; plantas de transformación de granos y cereales, plantas procesadoras de quinua, arroz y trigos y sus derivados, además de plantas de almacenamiento de granos.
En cuanto a la industria cárnica, se prevé el inicio de operaciones de tres plantas piscícolas, una planta procesadora y envasadora de trucha, dos plantas procesadoras de carne de llama y una planta de embutidos cárnicos. A las que se suman 10 plantas procesadoras de papa, prefrita, hojuelas de papa, puré y otros, y cuatro de almidón y harina de yuca.
El Gobierno también tiene como objetivo aumentar la producción agrícola para cubrir la demanda interna y exportar el excedente. Esto también incluye el impulso a la investigación y la mejora en la productividad agrícola.
Bolivia apuesta por la explotación de minerales tecnológicos, como el niobio, que tiene aplicaciones en diversas industrias debido a sus propiedades únicas, lo que podría abrir nuevas oportunidades en el mercado global.
Otro de los pilares de la expectativa optimista respecto a 2025 está relacionada con la reducción del déficit fiscal mediante un aumento en los ingresos, gracias a la producción de la planta siderúrgica del Mutún, la sustitución de importaciones de industrias alimenticias y la producción de biodiésel.
Asimismo, se espera que el redescubrimiento del yacimiento Mesa de Plata permita a Bolivia volver a exportar este mineral.
La incorporación de Bolivia al Mercosur se perfila como una oportunidad clave para dinamizar la economía. El bloque ofrece acceso a un mercado con un PIB combinado de $us3,4 billones y mejores condiciones arancelarias para las exportaciones bolivianas. Además, se abrirán oportunidades para proyectos conjuntos en sectores como energía y transporte, con beneficios en libre circulación, educación y salud para los ciudadanos bolivianos.