Los sirios volvieron a enarbolar la bandera que se mantuvo desde la independencia, tras la salida de los franceses de la región, hasta 1958.
Fuente: DW
Los sirios celebraron este viernes (13.12.2024) en las calles la «victoria de la revolución» tras la caída del presidente Bashar al Asad, derrocado por una fulgurante ofensiva lanzada por una alianza de grupos rebeldes liderada por islamistas. Decenas de miles de personas celebraron y marcharon bajo los colores verde, blanco y negro con tres estrellas rojas de la «vieja-nueva» bandera siria -aún no oficial- para marcar el hundimiento del régimen de Al Asad y el nacimiento de una nueva Siria.
Yazen al Masry, farmacéutico de Damasco, explicó a Efe que ésta «es una bandera muy bonita y nos representa. Es la bandera antigua que no tiene relación con el mandato francés de Siria. Es una bandera siria patriótica desde la época de la libertad que perdimos y ojala vuelva ahora». En la céntrica plaza de los Omeyas de la capital, hasta hace nada un lugar vedado para movilizarse, junto al Ministerio de Defensa y la sede de la televisión nacional, miles de damascenos de toda condición se mezclaron con «muyahidines» recién venidos del norte, las clases urbanas con las rurales, los más liberales con grupos que ostensiblemente provienen del islamismo radical.
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Marchas también en otras ciudades
«Quiero felicitar al pueblo sirio por la victoria de la revolución y los llamo a salir a las calles para expresar su alegría», declaró Abu Mohamed al Jolani, el jefe del grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) que lideró la coalición rebelde. Miles de hombres, mujeres y niños se congregaron también en otras ciudades como Alepo, en el norte, y Sueida, en el sur, en un ambiente festivo y con la bandera de tres estrellas, símbolo del movimiento prodemocrático de 2011, adoptado por las nuevas autoridades.
«Los Asad padre e hijo nos oprimieron pero nosotros liberamos nuestro país de la injusticia», celebraba en Alepo un policía de 47 años. «Nuestra alegría es indescriptible», afirmó Haitham Hudeifa, de 54 años, en el bastión de Sueida, escenario de manifestaciones contra Al Asad desde hace un año y medio. Según pudo verse por la televisión siria, también hubo movilizaciones masivas en ciudades septentrionales y costeras como Hama, Latakia y Tartus; así como las meridionales Deraa y Al Sueida.
«Unido, unido, unido, el pueblo sirio está unido», entonaron los fieles en la mezquita de las Omeyas de Damasco, donde acudió el primer ministro encargado de la transición hasta el 1 de marzo, Mohamad al Bashir. Al Bashir, instó a los millones de sirios en el exilio a regresar al país, comprometiéndose a «garantizar los derechos de todos». Manal al Hakim, de 54 años, declaró a Efe respecto a la «nueva» enseña que debe ser sin duda la que represente al país. «Antes veníamos obligados a esta plaza a decir forzosamente ‘Al Asad por siempre, por siempre’. Ahora vengo voluntariamente, con alegría», dijo.
Unos seis millones de sirios, un cuarto de la población, abandonaron su país desde 2011, cuando la represión de las manifestaciones prodemocracia derivaron en una devastadora guerra civil que dejó más de medio millón de muertos. La ONU estimó en más de un millón los nuevos desplazados desde que empezó la ofensiva rebelde. Jordania acogerá el sábado una cumbre sobre Siria con ministros y altos representantes diplomáticos estadounidenses, europeos, árabes y turcos.
lgc (afp, efe)