El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, dijo el jueves que espera que Occidente se tome “en serio” el reciente uso por Moscú de un misil hipersónico en Ucrania
Así fue el bombardeo de Rusia contra Ucrania con el nuevo misil Oreshnik
(Con información de AFP)
Fuente: infobae.com
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El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, dijo el jueves que espera que Occidente se tome “en serio” el reciente uso por Moscú de un misil hipersónico en Ucrania, y advirtió de que Rusia está dispuesta a utilizar “cualquier medio” para defenderse.
Estados Unidos y sus aliados “deben entender que estaríamos dispuestos a utilizar cualquier medio para no permitirles tener éxito en lo que llaman la derrota estratégica de Rusia”, dijo Lavrov en una entrevista con el mediático estadounidense Tucker Carlson publicada el jueves.
Hace dos semanas, Rusia disparó su nuevo misil hipersónico Oreshnik sobre la ciudad ucraniana de Dnipro, en una importante escalada de la guerra de casi tres años.
Sergei Lavrov (REUTERS/Florion Goga)
Desde entonces, el Presidente ruso, Vladimir Putin, ha amenazado con utilizar el arma contra Kiev en respuesta a los ataques de Ucrania contra territorio ruso.
“Estamos enviando señales y esperamos que la última, hace un par de semanas, la señal con el nuevo sistema de armas llamado Oreshnik… haya sido tomada en serio”, dijo Lavrov.
Aunque insistió en que Rusia no quiere escalar la situación y desea “evitar cualquier malentendido” con Washington y sus socios, Lavrov advirtió de que “enviaremos mensajes adicionales si no sacan las conclusiones necesarias”.
Un investigador del Servicio de Seguridad del Estado de Ucrania (SBU) muestra partes de un misil balístico, que Rusia utilizó en un ataque a la ciudad de Dnipro (REUTERS/Valentyn Ogirenko)
Putin dijo que el misil Oreshnik vuela a 10 veces la velocidad del sonido y no puede ser interceptado por las defensas antiaéreas.
El Presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, ha calificado el ataque de “último ataque de locura rusa” y ha pedido que se actualicen los sistemas de defensa antiaérea para hacer frente a la nueva amenaza.
El presidente ruso, Vladimir Putin, observa un lanzamiento de prueba del misil balístico intercontinental Sarmat (Sputnik/Mikhail Klimentyev/Kremlin vía REUTERS)
La semana pasada, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, no descartó que Moscú pueda golpear centros de toma de decisiones en Kiev con el nuevo misil hipersónico si continúan los ataques con armas occidentales de largo alcance contra el territorio ruso.
“No descartamos el uso del Oreshnik contra instalaciones militares y de la industria militar o contra los centros de toma de decisiones en Kiev, entre otros”, dijo el jefe del Kremlin en una rueda de prensa en Astaná tras asistir a una cumbre de la alianza militar Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC).
Agregó que las autoridades de Kiev continúan los intentos de atacar “instalaciones críticas” rusas, incluido las que se encuentran Moscú y San Petersburgo.
“Vamos a responder a los actos de agresión contra Rusia. Cómo, cuándo y con qué armas dependerá del Ministerio de Defensa de Rusia”, señaló el jefe del Kremlin.
Agregó que para cada objetivo se debe utilizar “un instrumento diferente”.
En cuanto a la disposición de negociar la paz, Putin afirmó que la aparición del misil Oréshnik “no ha cambiado nada”.
Un sistema ruso de misiles balísticos intercontinentales Yars pasa junto a una guardia de honor durante un desfile militar en el Día de la Victoria, que marca el 77.º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, en la Plaza Roja, en el centro de Moscú (REUTERS/Maxim Shemetov)
“Nuestra actitud fundamental hacia la solución de la situación en Ucrania no cambia: a) para el proceso de negociación y b) por supuesto, en los términos que establecí en mi discurso ante la jefatura del Ministerio de Asuntos Exteriores en junio de este año”, afirmó.
En esa ocasión, Putin demandó a retirada de las tropas ucranianas de los territorios que pasaron a formar parte de Rusia, las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, las regiones de Zaporizhzhia y Kherson, así como el estatus de no alineado de Ucrania, la desnazificación y desmilitarización del país y la abolición de todas las sanciones occidentales.