El arquero italiano no pudo continuar con el compromiso de la Ligue 1 frente al Mónaco luego del golpe que le propinó el marfileño Wilfried Stephane Singo.
Fuente: Infobae
Desde que Lionel Messi dejó el PSG, las mediciones de los partidos de la Ligue 1 se redujeron considerablemente. Es que además del mejor jugador de todos los tiempos, figuras de la talla de Kylian Mbappé, Neymar, Ángel Di María o Leandro Paredes también han emigrado del combinado parisino que dejó de ser considerado una potencia mundial.
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Con intérpretes de gran nivel, pero no tanta marquesina, el combinado liderado por Luis Enrique se afianza en la solidez de Marquinhos, las proyecciones de Achraf Hakimi, la claridad de Fabián Ruiz, la velocidad de Ousmane Dembélé y el equilibrio de Vitinha.
Así, el equipo de la capital francesa lidera el campeonato doméstico, aunque no cuanta con la postura avasallante del pasado. En su último compromiso que abrió la fecha 16 del torneo, el PSG se presentó en el histórico Stade Louis-II, donde enfrentó al Mónaco, el elenco del Principado que le dio batalla y sueña con arrebatarle la gloria.
Más allá del vertiginoso espectáculo que concluyó con victoria parisina por 4 a 2, lo más llamativo del duelo ocurrió cuando el cronómetro de François Letexier se aproximaba a los 20 minutos de la etapa inicial y Gianluigi Donnarumma sufrió una violenta patada en el rostro que lo sacó del partido.
Cuando el choque estaba igualado sin goles, el arquero italiano salió a atorar a Wilfried Stephane Singo, quien había logrado escapar por la banda derecha y amenazaba con dar la sorpresa ante su público. Sin embargo, el marfileño expuso todas sus limitaciones y en lugar de pinchar la pelota para definir con una emboquillada, su botín terminó en la integridad del pobre de Gigi, quien debió ser reemplazado por el ruso Matvey Safonov.
Luego del momento de tensión y preocupación, el cotejo siguió con una catarata de emociones debido al resultado cambiante. Désiré Doué abrió el marcador unos instantes después del dramático episodio que dejó nocaut a Donnarumma.
En el complemento, Ben Seghir emparejó las acciones a través de un penal y el suizo Breel Embolo revirtió la historia a favor del combinado liderado por el austríaco Adi Hütter cuando restaba media hora para el cierre.
La reacción del PSG llegó mediante el portugués Goncalo Ramos y Ousmane Dembélé, quien festejó por duplicado y le puso cifras definitivas a la goleada de la visita.
Con los tres puntos garantizados, el elenco de Luis Enrique se mantuvo invicto en lo más alto de la tabla de posiciones con 40 puntos (12 triunfos y 4 empates), 10 por encima de su principal perseguidor Olympique de Marsella.
Fue un cierre de año magnífico para el París Saint-Germain, que después del receso de vacaciones afrontará la agenda en enero con los partidos ante Saint Etienne y Lens, antes de reanudar la Champions League cuando reciba en el Parque de los Príncipes al Manchester City de Pep Guardiola.