El número de inmigrantes que desembarcan en las Islas Canarias ha batido todos los récords este año. 41.425 personas, la mayoría procedentes del África subsahariana, desembarcaron en alguna de las islas del archipiélago. El mayor número de arribos se produjo en noviembre, con 7.338 personas. El gobierno español ha dado la voz de alarma ante la saturación de los centros de acogida locales.
Con nuestra corresponsal en Madrid, Diane Cambon
El archipiélago canario se ha convertido en la principal puerta de entrada de inmigrantes en España. Mientras la Italia de Giorgia Meloni ha endurecido sus fronteras, la presión migratoria ha aumentado en España.
Según el Ministerio del Interior español, 610 embarcaciones clandestinas han llegado a las siete islas del archipiélago desde enero, frente a las 530 de 2023. Esto no incluye las decenas de piraguas que se han hundido en el mar con cientos de migrantes a bordo.
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La situación en los centros de acogida de las islas está al borde de la saturación. También se ha convertido en un quebradero de cabeza político para el Gobierno de Pedro Sánchez, que presiona a las regiones de derechas para que acojan a los migrantes que han desembarcado en las islas, sobre todo a los menores no acompañados.
Este jueves 5 de diciembre, el Ejecutivo de izquierda y los conservadores tienen previsto reunirse para volver a tratar el asunto. A cambio, sin embargo, el Partido Popular exige a Bruselas que despliegue más patrullas de Frontex, la policía migratoria europea, frente a las costas africanas para vigilar las salidas. La derecha también acusa al Gobierno de Pedro Sánchez de provocar una llamada a las fronteras al proceder a una nueva regularización de inmigrantes sin papeles.
Cerca de 300.000 inmigrantes podrían ser regularizados cada año durante los próximos tres años, en particular para paliar la falta de trabajadores en determinados sectores de la economía española.