Ser un administrado responsable y consecuente, no un títere mangoneado


Ciro Añez Núñez.

Por la experiencia noticiera de muchos años tanto nacional como internacional, resulta que, en todo país, cuando es año electoral se tiene casi asegurada la distracción y el reality show mediático con estimulación multisensorial para el electorado, por ende, Bolivia no será obviamente tampoco la excepción.



Ahora bien, en cualquier país del mundo que lleve por rótulo o la etiqueta de “democrático”, lo que importa es entender que democracia no significa sólo ir a votar (sufragio universal) cada cinco años, sino que principalmente implica responsabilidad y consciencia de cada persona denominado como “el electorado”.

Si en un país existe mucha disconformidad por tanta corrupción administrativa, en mi libro “Los delitos de corrupción” publicado en el año 2011, mencionaba que debemos entender que tanto políticos, autoridades como servidores públicos no son seres extraterrestres (ninguno de ellos cayó del cielo), sin eximir indiscutiblemente su propia responsabilidad individual, ellos objetivamente son el producto de la misma sociedad a la que pertenecen pues están entre nosotros. De allí que también existe la responsabilidad del civil que dice elegir.

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Textualmente en dicha obra literaria antes mencionada, decimos textualmente que “debemos entender que cuando la corrupción (hábito de transitar a través de los atajos) llega a enraizarse en una sociedad, ésta se convierte en un estilo de vida, que también lleva por nombre doctrinal estado de corrupción o sistema institucionalizado de corrupción. Por lo tanto, una sociedad que posea dicho estilo de vida, no debiera extrañarse de los frutos que produce”.

Por todo ello, no podemos buscar pretextos o excusas absurdas catalogando a un país como infante, adolescente o adulto mayor en democracia (por los años que lleva de supuesta democracia), para no tener consciencia como ser humano (refiriéndonos a cada una de las personas electoras), pues no somos animales para movernos simplemente por instinto o por trastornos compulsivos manipulados, peor aún en pleno Siglo XXI con tanto confort, comodidades, tecnología sumadas a las modas con fines comerciales como la inteligencia artificial, entre otras más, como nunca antes en comparación a las anteriores generaciones pasadas. Ya hubieran querido nuestros antepasados tener lo que hoy usamos y gozamos.

Entendamos que para toda persona es importante su nación (ahí están sus familiares, sus hijos, nietos, padres, hermanos, abuelos, etc.), por lo tanto, es menester el involucramiento en esa denominada democracia, máxime si allí vive y desarrolla sus propias actividades de subsistencia, es decir, todo ello viene a ser parte de tener consciencia de su propia existencia.

Si una sociedad es un puñado de estafadores y de mentirosos, pues eso, debe llamar la atención de cada persona en dicho país y por ende debe buscar mejorar como individuo, por su propio bien y el de los suyos; y, si es mucho más noble, pensar en el bienestar de toda persona habitante y estante de su propio país.

Quedarse sin hacer nada, es como creer que su existencia es un simple entretenimiento que luego puede tornarse en su propia tragedia o en una película de terror, por todo el abuso de poder y el autoritarismo aplicado a su propia humanidad y a sus familiares. En otras palabras, el castigo les llega a sí mismos, por ende, quieran o no, asumen las consecuencias de sus propias decisiones. A esto llamamos: “responsabilidad de la sociedad civil”.

Entonces democracia, no es un proceso deportivo de espectadores, sino que es participativo, no sólo es ir a votar cada quinquenio, existe una serie de instrumentos a través de los cuales puede cada persona participar (como ser tu Estado, como ser tu ciudad, tu comunidad, tu barrio, tu junta vecinal, tu condominio, tu calle, el control de actas electorales, asegurarse que el padrón sea depurado, crear un país mejor cada día, asumir la responsabilidad desde casa,  ser una persona crítica y formar un juicio propio,  promover y practicar la solidaridad por el bien de la comunidad, fomentar el respeto y el no abuso de poder, etc. Hay varios mecanismos, averígualo, no sólo esperes que alguien te lo diga. Probablemente o a lo mejor, todo eso, no te ha importado hasta ahora, por ende, edúcate más al respecto, es para tu propio bien, no seamos tontos comodones, es menester educarse sobre democracia, no esperes que alguien te mienta y manipule como si fueses necio o estúpido, no te subestimes a ti mismo, sólo tienes esta vida para resolver lo que te corresponda en tu propio momento histórico, no eres un bebé de pecho), y para ello, requieres la absoluta atención e involucramiento, pues estas definiendo tu propio futuro como persona, familia y como país.

La idea de nación tiene que llegar lo suficientemente profundo en cada ser humano en su propio país. Incluso por el bienestar de la propia humanidad, independientemente de las religiones, castas, identificaciones, credos, procedencias, creencias familiares, etc. Somos personas que podemos pensar mejor y evolucionar, no podemos limitarnos a sólo dogmas, fanatismos y cuentos de Derechas Vs Izquierdas, eso es perder el sentido común como ser humano cuya vida es temporal y, en consecuencia, al menos debiera tratar cada persona de asegurar que su experiencia de vida debiera ser auténticamente amena, no llena de corrupción, impostura, embuste, sufrimiento, esclavismo, abusos y atropellos a su propiedad privada, tranquilidad y libertad individual.

Advirtamos, votar siendo totalmente manipulados (por el negocio de aquellas encuestas direccionadas y que en realidad podrían sólo ser prepagos o en función a criterios de supuestos analistas que podrían resultar publicistas también prepago o de supuestos activistas, de académicos o intelectuales -como si esas etiquetas les darían a ellos un aura de personas íntegras- o de aparentar como supuesta gente seria y proba, pero que podrían tener intereses deshonestos o una falsa moralidad a propia conveniencia, gente tibia hecha la desentendida, diské sorprendida o que supuestamente no sabe nada o simplemente se calla de forma cómplice pero se cree así misma muy decente, etc.) o si en dicho país no existiera votación, al final el resultado sería el mismo, esto es, un feudalismo puro y llano.

Evitemos como humanidad caer en una fatal mentira. Démonos el trabajito personal de decidir sin ser manipulados.

La democracia será útil y funcional solo cuando vas y votas, sin que tu familiar (sean tus padres, hermanos, esposa, esposo, suegro, cuñados, entre otros miembros de tu familia) o amigos, sepas ni te interese por quien votó o votará; y, tampoco quieras saberlo. Eso es tener integridad y no dejarse ningunear ni mangonear con nadie pues se asume la propia responsabilidad como muestra de que existe un verdadero proceso de madurez e inteligencia como persona, pues si dices a otro por quien votar, eso no es democracia, es sólo puro amaño, manoseo y falsificación; por lo tanto, es justo y necesario el total involucramiento personal en la toma de las propias decisiones sino todo será un fraude monumental en cualquier país que se denomine de “democrático”. A esta altura del partido (catalogada por muchos como la era de la información), cada ser humano no estamos para improvisar y tampoco para desmerecer nuestra propia vida y libertades individuales.

Fuente: eju.tv


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