Fuente: La Razón

El año 2024 cierra en Bolivia con una “tormenta perfecta” para la crisis económica: con inflación persistente y acelerada, profundización en el mercado cambiario de dólares y desabastecimiento de combustibles y alimentos.

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El economista Daniel Flores explicó en Piedra, Papel y Tinta de La Razón: Inflación generalizada: Este año, Bolivia experimentó un alza significativa en los precios, que cerrarán con un incremento superior al 14%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Mercado paralelo del dólar: En 2023 el dólar paralelo rondaba los Bs 8,50, este año cerró en promedio a Bs 10,20. Este fenómeno, iniciado el año pasado, ha agravado la falta de divisas.

Desabastecimiento de combustibles: La escasez de diésel y gasolina, que comenzó como un problema leve; se ha intensificado y golpeó tanto al transporte urbano como al sector productivo, especialmente en el oriente del país. Flores destacó que esta crisis contribuyó al deterioro de las exportaciones; que cayeron hasta un 20% en comparación al año pasado.

Crisis

Al respecto, el economista Alberto Bonadona dijo además que a la crisis por falta de dólares y menos exportaciones; se suman los factores climáticos como la sequía y dificultades en la siembra y cosecha; lo cual intensificó la dependencia de importaciones de alimentos, muchas veces a precios más altos.

“Los controles no son la mejor solución en una economía, vivimos en una economía mercado y cuando quieres hacer controles inmediatamente se desarrollan un mercado negro igual con el contrabando”, explicó.

En tanto, Omar Velasco, economista, dijo que hace unos años Bolivia se disputaba los primeros lugares de crecimiento de la economía en la región y hoy está entre los más bajos debido a esos problemas; y efectos políticos y sociales como la toma militar de plaza Murillo en junio.

“La población ha sentido la cena de Navidad inflacionaria, cada familia está viendo que el dinero alcance para cerrar fin de año, son formas naturales para enfrentar esta situación”.

Industrialización

Contrariamente a los análisis y proyecciones internacionales, el Gobierno es optimista y augura que la economía mejorará en 2025 gracias al programa de industrialización que lleva adelante.

El Ministerio de Economía anunció que confía en alcanzar un crecimiento económico significativo en 2025; mediante una estrategia basada en inversión pública, desarrollo industrial y mejora en la productividad agrícola.

Asimismo, apunta a reducir el déficit fiscal y garantizar estabilidad económica.

Apunta a la Planta Siderúrgica del Mutún y la planta de biodiésel Fame 2 en El Alto, que permitirán ahorrar divisas y reducir la subvención de carburantes.

Asimismo, según Economía, se desarrollarán decenas de plantas industriales, entre ellas, 10 plantas de bioinsumos, procesadoras de cereales, frutas y productos cárnicos. También se pondrán en marcha 10 plantas procesadoras de papa y cuatro de yuca, orientadas a potenciar la productividad agrícola.

Proyección

Sin embargo, el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Luis Fernando Romero, critica que el Gobierno “se concentra en explicar y responsabilizar de la situación económica actual del país principalmente a los bloqueos generados por Evo Morales y en los créditos que no han sido aprobados; por un monto de $us 1.228 millones. “Sin embargo, no explica sobre la crisis fiscal, monetaria, cambiarias y comercial en nuestra economía; y, sobre todo, los 12 años consecutivos de déficit público, el cuál es el origen de esta crisis multidimensional”.

Para 2025, el Ministerio de Economía proyecta un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3,51% y una inflación del 7,5%. Asimismo, augura que el déficit fiscal, estimado en 9,2% del PIB, será contrarrestado con el aumento de ingresos derivados de nuevos proyectos industriales.