Había pensado cerrar este 2024 como opinador hablando sobre las encuestas patrocinadas por el empresario boliviano-estadounidense Marcelo Claure Bedoya, pero el tema quedará para la segunda encuesta anunciada. Tres temas me lo han desequilibrado: La plataforma con dizque pretensión unitaria de dos expresidentes y dos aspirantes fracasados; un muy interesante artículo de Sayuri Loza, y Los indomables, las memorias de Mujica y Topolansky. (Como que cumplí el refrán de mi abuela: «Una cosa piensa el borracho y otra el cantinero»; yo sería el cantinero)
Empezaré con la plataforma unitaria (aunque no estoy convencido aún que plataforma sea el término adecuado, aunque así la llamó Luis Fernando Camacho en octubre tras visita carcelaria de Quiroga). El expresidente de Bolivia y reconocido activista antidictaduras regionales, Jorge (Tuto) Quiroga Ramírez —que pocos días antes anunciara su candidatura presidencial para 2025 con el Frente Revolucionario de Izquierda (FRI) y la declinara (según medios) para potenciar este nuevo acercamiento (denominado LIBRE)— reunió a otro expresidente —Carlos (de) Mesa Gisbert— y a otros dos líderes políticos reconocidos que habían fracasado en elecciones anteriores: Samuel Doria Medina Auza y Luis Fernando Camacho Vaca. (Quiroga fue presidente entre 2001-2002 por sucesión constitucional del entonces presidente Bánzer, y fue candidato en 2005 y 2024; no tiene partido propio. Mesa sucedió constitucionalmente a Sánchez de Lozada entre 2003 y 2005 y se presentó como candidato en 2019 y 2020; no tiene partido propio pero es el líder, nominal al menos, de la alianza política Comunidad Ciudadana hasta recién soportada por la sigla del FRI, ahora retirada. Doria Medina ha sido y es un exitoso empresario, también ministro de planificación y terció por la Presidencia en 2005, 2009 y 2014; es vicepresidente de la Internacional Socialista desde 2023 y preside el Partido de Unidad Nacional. Camacho es el gobernador —secuestrado— de Santa Cruz y terció en 2020; es el líder de la agrupación ciudadana CREEMOS a la que el partido UCS le diera su paraguas legal en 2020 y 2021, ahora retirándoselo). Queda por ver qué organizaciones se suman el año próximo (DEMÓCRATAS, «Cambio-25» y otras “los observan”) y si Quiroga se mantiene como candidato. Mucha tela queda por cortar… y coser.
PD: Me abstengo de correlacionar esta agrupación opositora y las encuestas de Claure. Esperaré qué pasa y la siguiente entrega (ya seguro con este adelanto de sondeo y con Morales sin sigla ni opción constitucional).
El segundo motivo fue la lectura de un artículo (lo recomiendo a la autora como base de un ensayo) muy meditado y crítico con mentiras al uso de Sayuri Loza: “¿Quién es tu amo?” (BrújulaDigital, 15/12), una denuncia de la leyenda negra hispanoamericana —a la que me he adscrito como María Elvira Roca, Julián Marías, Marcelo Gullo y Juan Miguel Zunzunegui, por citar entre muchos y diversos críticos de la misma desde que Julián Juderías y Loyot la tipificara en sus ensayos homónimos de 1914—, la misma que desde el siglo 16 enarbolaran primero neerlandeses y luego anglosajones con envidia angurrienta y que después esos mismos anglosajones enarbolaran en el 19 para cargarnos de créditos “independentistas” —con la complicidad interesada de muchísimos “patriarcas” criollos que fueron más expoliadores de los indígenas que los españoles (basta recordar a Rosas y continuadores expandiéndose en la Pampa y la Patagonia o las políticas antiagrarias del mismo Juárez y de Diaz)—; independencias la mayoría fracasadas por egoísmos criollos envueltos en desfiles, sables y fanfarrias. Leyenda negra que, con mucho tino, Loza identifica contemporáneamente como «movimiento indígena global iniciado no por indígenas sino por organizaciones internacionales y ONG [europeas y “liberales” norteamericanas, acoto]» que yo identifico en el indianismo de Reinaga y que García Linera le enchufara al MAS del 2004 como faro pseudoideológico de las dos décadas siguientes: lejos de las «reivindicaciones que tenían los indígenas del siglo XIX o los de los levantamientos de Zárate Villka» y que permitieron, desde el Poder, intentar homogenizar unas Bolivias multiculturales —que sumaban y no “parametrizaban” (la palabrita amada de Castro el Viejo desde 1968) en una falsa pluriculturalidad con sello aymara, para loa de Morales— y multiétnicas —pero no multinacionales, porque sólo los quechuas fueron antes nación—; «el problema es que quien establece tu narrativa histórica es quien tiene poder sobre ti […], porque somos la historia que nos contamos, pero si alguien más nos cuenta nuestra historia, ese alguien se convierte en nuestro amo», sentencia contundentemente Loza y lo suscribo.
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Cierro con el grave escándalo surgido tras la publicación de y Los indomables, escrito por el periodista Pablo Cohen con las memorias autorizadas del expresidente uruguayo José (Pepe) Mujica Cordano y su exposa y exvicepresidente Lucía Topolansky Saavedra, ambos exguerrilleros en los años 60-70 con el Movimiento Tupamaros contra la dictadura militar yseñeros de la izquierda uruguaya y regional.
El escándalo surge porque en el libro, Mujica y Topolansky aseguraron que existieron falsos testimonios de víctimas de la dictadura para incriminar a militares: «A un compañero nuestro vinieron a decirle —no importa de qué sector político—: ‘Mentí, decí esto y aquello, y metemos preso a fulano’. Y él contestó: ‘No lo voy a decir’. Ahí te acusan de traidor». Estas declaraciones han despertado enorme revuelo en la sociedad uruguaya; incluso, el fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad solicitó a la Justicia que ordene a la exvicepresidenta declarar en Fiscalía para «aclarar sus manifestaciones». Esto es particularmente sensitivo para Argentina, donde aún existen importantes enconos y algunos sectores (incluyo la actual vicepresidente Victoria Villarruel) han denunciado una intencionalidad positiva que soslayó los crímenes de las guerrillas locales (Montoneros y otras). (Recién la Justicia argentina ha reabierto la indagatoria contra el líder de Montoneros Firmenich por el sangriento atentado al comedor de la Policía Federal en 1976). Una caja de Pandora del Plan Cóndor.
Me tomaré un corto descanso: no apareceré el 27 de este mes ni el 4 de enero; reapareceré el sábado 11, Dios mediante.
Por eso, amigos todos, les deseo unas Bendecidas Pascuas y un Año que iniciará con muchas luces (después serán quizás las sombras, pero hoy recordaré con José Martí: «El sol quema con la misma luz con que alumbra. El sol tiene manchas. Los agradecidos ven la luz. Los desagradecidos ven las manchas»).
¡Que Dios —el Dios en que crean— siempre les bendiga!