El empate (2-2) ante Bolívar y la derrota (1-3) contra Aurora dejaron a Wilstermann con muy pocas posibilidades de conquistar el objetivo de una clasificación internacional, hecho que ahonda el panorama sombrío que le depara al Aviador en 2025.
Pese a que ahora Wilstermann no sólo debe ganar los cuatro duelos que le restan, sino también esperar que los equipos que están por encima en la tabla acumulada pierdan, para el periodista Eduardo Arévalo, Wilstermann aún tiene la posibilidad de pelear por un premio internacional y confía en que la dirigencia hará lo imposible para sanear al club.
“La situación es muy complicada, pero numerología tiene que jugar, además que el equipo tiene que cumplir de acuerdo a las circunstancias, ganar los partidos y esperar una combinación de resultados para lograr la meta”, dijo Arévalo.
A Wilstermann le falta enfrentar a Guabirá mañana (20:30) en Montero, a GV San José el sábado (17:30) y Universitario de Vinto e Independiente, estos tres últimos como local en el Félix Capriles.
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En el mejor de los casos, si gana estos cuatro encuentros, sumará 56 puntos y sólo en caso de que los que están arriba pierdan todos sus cotejos, tendrá chances de meterse en zona de clasificación.
“La cuestión es cómo debe afrontar esos partidos, porque los debe ganar. ¿El equipo será lo suficientemente fuerte técnica y emocionalmente para responder a esas expectativas para terminar el campeonato de la mejor manera posible? No sabemos si clasificado o desclasificado, porque tiene que haber una combinación de resultados que tienen que darse”, apuntó Arévalo.
A Wilstermann le espera un 2025 más complicado que este año, ya que, aunque consiga clasificarse a un torneo internacional, su situación económica es muy complicada, sobre todo por los cierres del sistema Comet, tanto a nivel FIFA como nacional.
Estas sanciones generan que Wilstermann, en caso de que no logre pagar las deudas o llegar a acuerdos con un plan de pagos para levantarlas, deberá enfrentar el año 2025 con un plantel juvenil y los jugadores experimentados que decidan permanecer en el equipo, pese a sus deudas.
“Tenemos que empezar por el principio, donde Wilstermann estaba prácticamente desahuciado. La historia era no descender y eso se ha cumplido, pero, conforme fueron pasando las perchas, las ilusiones fueron creciendo por algunos buenos resultados para poder obtener una clasificación a una competencia internacional, algo que aún se lucha”, expresó Arévalo, a tiempo de indicar que confía en que la dirigencia podrá encontrar una solución a la crisis.
“Me da la impresión de que se puede confiar en este directorio. Sé que harán todos los esfuerzos necesarios, sumado al apoyo de su hinchada que tiene el eslogan a ‘Wilstermann lo salva su gente’ y juntos hacer un esfuerzo muy difícil pero no imposible, porque no se puede entregar al club a manos aventureras”, señaló.
Arévalo finalizó denunciando que existen personas que están buscando desestabilizar al equipo.
Fuente: lostiempos.com