Bezos correcto; Zuckerberg equivocado


 

En la medida que las redes tanto sociales como antisociales absorben cual pulpo hambriento las mentes de las nuevas generaciones, los medios de comunicación tradicionales ven mermar sus audiencias sin que parecieran encontrar fórmulas para sumarse a los canales de distribución del siglo XXI. Por ello, los empresarios de la información intentar lanzar nuevas estrategias para capturar los mercados de manera más eficiente y ajustada al sentir de la ascendente de las generaciones X y Milenio.



Prueba de esta búsqueda de nuevos mercados la han dado Jeff Bezos y Mark Zuckerberg, dueños de Amazon y del Washington Post y de Meta la empresa que cuenta entre sus activos a Facebook, Instagram, WhatsApp, Messenger y Threads. Ambos modificaron las políticas informativas de sus empresas en las postrimerías del 2024 y el inicio del 20205.

Bezos eliminó la tradicional política del Washington Post de endosar un candidato en la carrera presidencial de Estados Unidos. La decisión altamente criticada por el mundo progre de Estados Unidos, sin embargo, tiene toda la racionalidad del mundo. Porque como bien Bezos lo ha hecho saber, una de las razones por las cuales los medios tradicionales han perdido credibilidad y con ello audiencia es los sesgos liberales o conservadores que le han imprimido a las noticias. Lejos están los días en que el periodismo norteamericano tenía obsesión con la imparcialidad. Walter Cronkite y antes que él Walter Lippmann y Ernest Hemingway cultivaron con obsesión la verdad y veían en el periodismo la misión de hacerla llegar a todos los mortales. Pero a finales del siglo pasado ingresó al periodismo norteamericano Rupert Murdoch, un empresario con alma de panfletero que había acumulado bastante dinero creando, adquiriendo y gestionando diarios de corte sensacionalista en Australia; el Reino Unido y Estados Unidos. En Estados Unidos adquirió The New York Post y el Wall Street Journal, además de la red de televisión FOX. FOX inicio el camino de la proyección tendenciosa de noticias con el único propósito de hacerse con el estamento menos educado de la teleaudiencia norteamericana. En sus pantallas y páginas de periódico se les dio ingreso a las más exóticas teorías de conspiración y se proyectó a figuras que auspiciaban la polarización y el rechazo al debate. Fox forzó a las otras cadenas a asumir posiciones contrarias de manera de proteger sus audiencias. La deformación de la verdad llegó a su cima cuando FOX tuvo que pagar en un acuerdo extrajudicial ochocientos millones de dólares a una empresa de gestión de procesos electorales que le demandó por difamación y estaba a punto de ganar la demanda. Luego de tres décadas estamos presenciando una total polarización de los medios de comunicación americanos y con ella una caída abrupta en la credibilidad y lealtad del público hacia los medios tradicionales. La decisión de Bezos es un parteaguas para los medios tradicionales, ya que dentro del espíritu de sana competencia que prevalece en Estados Unidos, el giro hacia la imparcialidad del Washington Post será emulada por el resto de los medios.

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Mark Zuckerberg, por el contrario, decidió tomar el camino equivocado. Al rescindir la política de META de revisar la información que se trasmite via Face Book Instagram y el resto de sus redes para constatar su veracidad el creador de Facebook nos está indicando que va a tomar el camino de Rupert Murdoch mediante el cual la verdad se tuerce para acomodar preferencias políticas. Y explotar la ausencia de discernimiento de las personas de menor educación. Además, la decisión va a perjudicar en primera instancia a los usuarios de Meta porque el programa de verificación de hechos funcionó bien para impedir que los contenidos falsos y las teorías de conspiración se hicieran virales. Gracias a ello, Meta ha logrado reconquistar a un público que ya comenzaba a desenchufarse de las redes de Meta. Si esos usuarios deciden buscar otros destinos digitales Meta comenzará a experimentar una importante merma en sus ingresos. Y así como el imperio Murdoch se comienza a derrumbar, Meta sufrirá el mismo rechazo de un público joven más acostumbrado a chequear la información por varias fuentes. Y si bien es cierto que el programa de verificación de hechos fue utilizado de manera desproporcionada en el ámbito del partido republicano. La solución a este problema residía en aumentar la revisión de contenidos emanados del partido demócrata, no cortando el sistema. A mediano plazo, la suspensión del programa de verificación de contenidos podría reducir el mercado de Meta de una manera similar a como se redujo el de Twitter cuando Elon Musk decidió tomar las riendas de la red.

 

Fuente: www.intdemocratic.org/es


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