Las situaciones tienen patrones comunes: son cometidos por familiares que niegan el delito. “Da asco leer los expedientes”, dice el presidente de la Suprema Corte de Justicia
Fuente: infobae.com
En los casos de abuso sexual que llegan a la Justicia uruguaya hay patrones repetidos. En general, se trata de niñas que son violadas por sus padres, padrastros, tíos o abuelos, quienes las amenazan por sí cuentan lo que le hicieron. Muchas veces, antes de cometer el abuso, estos familiares dicen que están jugando, pero en realidad están provocando un daño para siempre a ese menor.
En Uruguay, las formas más graves de los casos de abuso sexual son, cada vez mas, contra niños, niñas y adolescentes, y la cantidad de casos genera preocupación en los fiscales de Uruguay, según un artículo publicado este jueves por el semanario Búsqueda. En ocho de cada 10 casos, las víctimas son mujeres.
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Las edades de las menores abusadas cada vez se acorta más, señaló la fiscal letrada de Montevideo de Delitos Sexuales de 3° turno, Alicia Ghione. Antes, las víctimas solían ser adolescentes y ahora, en la mayoría de los casos, las investigaciones son por casos de abuso intrafamiliar hacia niños de entre seis y siete. Y hasta hubo víctimas de cuatro.
La fiscal de Delitos Sexuales de Uruguay Alicia Ghione
Las fiscalías tienen cientos y cientos de casos para investigar. En la sede de Ghione, a fines de 2024 había cerca de 800 casos. En la sede de Mariana Alfaro había 1.700 casos de abuso sexual, de los cuales más de 1.000 eran contra niños. En otras fiscalías, esperan una resolución unos 600 casos. “Es inabarcable”, declaró al medio uruguayo la fiscal adscripta Claudia González.
El proceso penal de Uruguay permite que haya acuerdos abreviados entre los fiscales y los acusados. Esto implica que el imputado acepta que cometió un delito a cambio de una pena menor, y luego ese acuerdo debe ser validado por un juez. Pero esto –que acelera la resolución de varias causas– no suele ser aceptado en los casos de abusos sexuales.
El fiscal Ghione explicó que es “excepcional” que un acusado acepte un acuerdo porque los abusadores suelen negar el delito que cometieron. Es por eso que muchos condenados terminan presentando apelaciones y los casos llegan hasta el tribunal máximo de Uruguay, la Suprema Corte de Justicia. El presidente de este organismo, John Pérez, declaró a Búsqueda que la mayoría de los casos que tienen para analizar son casos de violencia sexual contra niño. “Da asco leer los expedientes”, comentó el funcionario.
Fiscales en Uruguay no dan abasto por casos de delitos sexuales (Javier Calvelo adhoc FOTOS)
Se podría decir, por tanto, que las fiscalías uruguayas la corren de atrás. En la Fiscalía de 2° turno, por ejemplo, se hicieron 14 juicios. Se trata de un número alto –“nos fue bárbaro”, evaluó González–, pero esa cantidad en 1.700 casos que tenían para estudiar es poco.
El sistema termina “siendo una injusticia” e ineficiente para aclarar los delitos sexuales, lamentó Ghione. La gran cantidad de causas que están abiertas hace que las fiscales decidan avanzar en las más graves, mientras una persona que fue violada espera que se aclare la denuncia. “Venimos muy atrasados”, comentó.
Que la cantidad de casos haya aumentado no necesariamente significa una mala noticia sino puede ser interpretado como que hubo una mejora en los sistemas de detección. “Han mejorado los sistemas de alerta”, señaló al medio uruguayo la directora de la Unidad de Víctimas y Testigos de Fiscalía, Mariela Solari. Las personas tienen una “mirada más atenta” a posibles indicadores de abuso.
Los expedientes de delitos sexuales «dan asco», asegura presidente de la Suprema Corte de Justicia
La fiscal González coincidió. “Hay más posibilidades (porque) mucha gente está preparada para recepcionar este tipo de denuncias o visualizarlas”, señaló. En los juicios se citan indicadores que aportan los psicólogos, como que las víctimas se orinan mientras duermen, tocan a otros niños, muestran sus partes íntimas, hacen dibujos o lloran cuando ven a una persona específica.