Cómo los robots están aprendiendo a operar viendo vídeos


La revolución de la inteligencia artificial (IA) no se detiene, y uno de sus campos de aplicación más impactantes es la medicina. Lo que antaño se consideraba ciencia ficción ahora está ocurriendo en laboratorios y quirófanos: robots quirúrgicos aprendiendo a operar de manera autónoma. Investigadores de las universidades de Johns Hopkins y Stanford han desarrollado un modelo que permite a estos robots aprender técnicas quirúrgicas observando videos de médicos humanos en acción. Este avance abre un mundo de posibilidades, pero también plantea interrogantes éticos y técnicos.

Robots quirúrgicos: de asistentes a operadores

Desde hace años, los robots ya están presentes en los quirófanos, aunque su rol ha sido el de asistentes altamente precisos. Sistemas como Da Vinci permiten a los cirujanos realizar procedimientos con una precisión milimétrica, reduciendo riesgos como el daño a los nervios o el sangrado excesivo. Sin embargo, estos robots siempre han estado bajo el control directo de un cirujano humano.



El nuevo modelo de aprendizaje presentado por los investigadores cambia radicalmente este paradigma. Utilizando técnicas similares a las que entrenan sistemas como ChatGPT, los robots pueden observar grabaciones de cirugías realizadas con brazos robóticos y aprender no solo a imitar las acciones, sino también a corregir errores. Por ejemplo, si un robot deja caer una aguja durante una sutura, es capaz de recogerla y continuar la tarea sin intervención humana. Este nivel de autonomía podría transformar la manera en que entendemos la cirugía moderna.

Beneficios potenciales de la cirugía autónoma

1. Mayor precisión y consistencia: Los robots no sufren temblores ni fatiga. Esto podría traducirse en procedimientos más seguros, especialmente en cirugías complejas o de larga duración.

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2. Acceso a zonas difíciles: Instrumentos quirúrgicos robóticos delgados y precisos pueden alcanzar áreas que las manos humanas no podrían, reduciendo la necesidad de incisiones grandes y disminuyendo los tiempos de recuperación.

3. Solución al déficit de cirujanos: En Estados Unidos, se proyecta una escasez de entre 10,000 y 20,000 cirujanos para 2036. Robots autónomos podrían aliviar esta carga en regiones donde los especialistas escasean.

En WWWhatsnew consideramos que estos beneficios tienen el potencial de revolucionar el campo de la medicina, aunque también es esencial no perder de vista los retos que trae consigo esta tecnología.

Los desafíos de delegar en robots

1. La diversidad anatómica y patológica: Cada paciente es diferente, y una misma enfermedad puede comportarse de manera distinta según el caso. Si un robot quirúrgico no ha sido entrenado en un escenario específico, ¿qué garantía hay de que tome la decisión correcta en un momento crítico?

2. Responsabilidad legal: Cuando un cirujano comete un error, hay un responsable claro. Pero si un robot autónomo realiza una cirugía y algo sale mal, ¿quién es el culpable? Este es un debate que aún no tiene una respuesta clara.

3. Confianza del paciente: La idea de ser operado por un robot sin supervisión humana puede generar ansiedad en los pacientes, incluso si las estadísticas muestran que el robot es igual o más seguro que un humano.

4. Seguridad y “halucinaciones” de IA: En otros campos, se ha demostrado que los modelos de IA pueden cometer errores graves o “inventar” datos. Si esto ocurre en un quirófano, las consecuencias podrían ser catastróficas.

En mi opinión, abordar estos desafíos será crucial para que la cirugía autónoma sea aceptada de manera generalizada.

Regulación y supervisión

Actualmente, cualquier robot quirúrgico autónomo debería obtener la aprobación de entidades como la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos). Esta aprobación implica rigurosos ensayos clínicos y pruebas de seguridad. Sin embargo, como hemos visto en otros campos, la aprobación no siempre es suficiente para evitar problemas.

Por otro lado, existe el riesgo de que médicos sobrecargados confíen demasiado en los diagnósticos y recomendaciones de los sistemas de IA, sin revisar cuidadosamente su validez. Esto podría generar errores evitables, como ya se ha reportado en el uso de IA para resúmenes médicos.

Desde WWWhatsnew creemos que es fundamental mantener a los humanos “en el circuito” para garantizar que las decisiones finales sean revisadas por expertos.

La cirugía autónoma representa un avance tecnológico emocionante, pero también requiere un enfoque cauteloso. Los beneficios potenciales son inmensos: procedimientos más precisos, accesibles y consistentes. Sin embargo, no debemos ignorar los riesgos y las implicaciones éticas y legales. Si queremos que esta tecnología alcance su máximo potencial, es esencial que el desarrollo sea transparente, regulado y enfocado en el bienestar del paciente.

Como hemos mencionado en varias ocasiones en WWWhatsnew, la clave para integrar cualquier tecnología disruptiva es equilibrar la innovación con la responsabilidad. La cirugía autónoma no será la excepción.

Fuente: https://wwwhatsnew.com


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