Las sanciones contra Siria se están suavizando gradualmente. Lo último es la decisión de la Unión Europea de aplicar una hoja de ruta con este fin. La economía siria está en ruinas, pero tiene capacidad para reconstruirse.
Por Stéphane Géneste
Fuente: rfi.fr
Todos los indicadores económicos de Siria están en números rojos. El principal, el PIB (producto interior bruto), es históricamente bajo. Según el Banco Mundial, caerá un 54% entre 2010 y 2021. El otro marcador de la desastrosa situación económica es la inflación. Desde el comienzo de la guerra, los precios no han dejado de subir, más de un 5.500%. En concreto, lo que costaba una libra siria en 2011 valdrá 5.500 en 2022.
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Esta tendencia implica una elevada tasa de pobreza, con casi 7 de cada 10 sirios viviendo por debajo del umbral de la pobreza. Esta estadística sitúa a Siria entre los países con mayor inseguridad alimentaria del mundo, según la ONU, porque todo escasea. Y aunque para muchos sirios la llegada de una nueva cara a la cabeza del país es sinónimo de cambio, de momento -y son sólo dos ejemplos- los funcionarios no cobran y la electricidad sólo está disponible unas horas al día.
Principales recursos
En principio, la economía siria puede encontrar su salvación en los puntos fuertes de su economía de antes de la guerra. El petróleo, en primer lugar. En la década de 2000, la principal fuente de ingresos del país era la producción de petróleo. Según la Administración de Información Energética de EE.UU., el número de barriles producidos al día cayó de 380.000 en 2010 a 90.000 el año pasado. En segundo lugar, la agricultura también se está resintiendo, ya que el conflicto ha dañado las infraestructuras y los sistemas de riego. Esto ha repercutido en la seguridad alimentaria del país. Sin ánimo de ser exhaustivos, se puede mencionar también el sector textil, pero también en este caso las fábricas de algodón han sido destruidas en gran medida en los últimos 13 años.
Alivio o incluso abolición de las sanciones occidentales
La situación del país también se explica en parte por las sanciones impuestas por los países occidentales, que limitaban tanto las importaciones como las exportaciones. Como consecuencia, al menos seis millones de personas han huido del país. Reconstruir Siria llevará tiempo y costará mucho dinero. La Liga Árabe hablaba de 900.000 millones de dólares en 2021. Pero esta reconstrucción implicará suavizar o incluso levantar las sanciones, utilizando los recursos naturales disponibles, como el petróleo, que es una divisa fuerte.
El país también tendrá que apoyarse en sus recursos humanos, es decir, en el pueblo sirio. Al recrear empleos para reconstruir Siria, podrían ser, en última instancia, las piedras angulares de este renacimiento de la economía siria.