Fuente: Visión 360
Los efectivos de la Policía del municipio de San Julián, en el departamento de Santa Cruz, tuvieron que abandonar esa región para garantizar su seguridad física. Los efectivos del orden se vieron amenazados por una turba que exigía que un feminicida sea procesado en esa región.
El reporte corresponde a los medios de comunicación que dieron cuenta de ese extremo que ocurre por segunda vez en el municipio. La vez pasada sucedió en 2017 cuando la Policía y Fiscalía dejaron la zona, en medio de agresiones a los uniformados, luego de que un grupo enfurecido linchara a una persona acusada por asesinato.
En esta oportunidad, todo se inició tras la detención y el traslado a la capital cruceña de Richard Rojas Gonzáles, hoy sentenciado a 30 años de cárcel, por el asesinato de Sandra A. C., con un disparo de arma de fuego.
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La población exigía que el hombre permanezca en el municipio, ante la negativa de las autoridades, la turba procedió a retener al fiscal del caso y a los efectivos del orden. Estos fueron encerrados en celdas policiales.
Antes de ser retenido, el comandante de la Policía del municipio, Amilcar Saravia, salió para explicar la relación de los hechos a los pobladores que llegaron exigiendo el juzgamiento del autor del crimen. Sin embargo, no los convenció.
Según las explicaciones de las autoridades policiales, el traslado de Rojas Gonzáles obedeció a la seguridad que se precisa dar a los investigadores.