El voto en las zonas rurales de Bolivia será el que incida en la “gobernabilidad” de la Asamblea Legislativa, de cara a los próximos cinco años de gestión.
Fuente: https://www.vision360.bo
La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y El Alto, ciudades del denominado eje central del país, serán las que definan el nombre del nuevo presidente en las elecciones generales de 2025, a llevarse adelante este 10 de agosto. Esas ciudades capitales y la urbe alteña concentran la mayor cantidad de votantes a nivel nacional. No obstante, será el voto en el área rural el que haga un contrapeso y, además, tiene el potencial de garantizar (o no) la gobernabilidad en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP).
Analistas consultados por Visión 360 ratificaron la importancia de las cuatro ciudades arriba mencionadas, debido a la cantidad de población votante que residen en estas. Para Julio Linares, las regiones urbanas y metropolitanas serán las que definan “con seguridad” al ganador de los comicios presidenciales venideros.
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“De principio, se tiene que tomar en cuenta, más que las regiones geográficas, la situación urbana rural. Es decir, el 65% de los votantes están en el sector urbano. O sea que la candidatura que pueda ganar el sector urbano de manera contundente, es con seguridad el ganador”, expresó Linares a este medio.
En esa misma línea, para el analista Carlos Cordero, el hecho de que al menos un 70% del electorado se encuentre en el eje central del país se constituye en un “factor territorial importante”.
“En las tres ciudades capitales, más El Alto, se concentra el 70% de los electores y el 30% en los seis departamentos con menor desarrollo relativo. Y, pues, ese va a ser un factor territorial importante; no es ni oriente ni occidente, sino son los tres departamentos de elección”, consideró el especialista.
Paul Coca, analista político, destacó la importancia de las ciudades capitales y las metropolitanas, o ciudades intermedias, al momento de elegir al nuevo mandatario. Localidades como Viacha en el caso de La Paz y El Alto; Sacaba,Tiquipaya, Colcapirhua y Quillacollo en Cochabamba; y Montero y Warnes en Santa Cruz jugarán también un rol definitorio.
“Las ciudades más habitadas del país que están en el eje troncal de Bolivia son las que, por su población, terminan decidiendo quién es el presidente. Ese es el primer aspecto de la respuesta, y hay también las famosas ciudades intermedias o zonas metropolitanas”, sostuvo Coca.
Según los resultados del Censo Nacional de Población y Vivienda, realizado en marzo de 2024 por el Instituto Nacional de Estadística (INE), Bolivia cuenta con una población de 11.632.620 habitantes en todo el territorio nacional.
En ese contexto, Santa Cruz pasa a ser, por primera vez en la historia del país, el departamento más poblado, con 3.115.386 habitantes. La Paz le sigue en densidad poblacional con 3.022.566 y Cochabamba, con 2.005.373 pobladores.
“Contrapeso” en la ALP
Si bien el eje central puede ser influyente en el momento de elegir al nuevo jefe de Estado para estas elecciones, el voto del área rural y de los seis departamentos menos habitados del país puede determinar la gobernabilidad en la Asamblea Legislativa Plurinacional, debido a las diputaciones uninominales y supraestatales.
“El resto del país es también quien decide quién va a tener dos tercios de la Asamblea Legislativa, es decir, ese es el sistema boliviano. La respuesta está en dos partes. Quienes eligen al presidente, los lugares más poblados. Quienes eligen al Legislativo, además de las ciudades, pero los dos tercios se decide en el resto de los departamentos de Bolivia”, afirmó Coca, remarcando que el sistema electoral boliviano es “el más raro de todos”.
El analista destaca en un ejemplo que en la circunscripción 7 de la ciudad de La Paz, correspondiente a la zona Sur, se requiere de un estimado de 55.000 votos para ganar una diputación; sin embargo, dicha cantidad de votos representa hasta ganar tres diputados de la misma índole en áreas rurales, de menos habitantes.
Carlos Cordero, en contraposición, considera que la crisis interna del MAS puede generar un “desencantamiento y abstención” en el voto rural, que es donde el partido oficialista saca ventaja a la oposición política.
“Ese desencanto se va a traducir en ausentismo y abstención. Es decir, la gente que antes votaba por Evo Morales o votaba por el MAS no va a ir a votar o se va a abstener de votar. Porque entre elegir entre Evo Morales, que está decepcionado, o Arce, prefiere no votar para seguir manteniendo cierta lealtad. Entonces, el voto en el campo también se va a dividir. Está absolutamente fragmentado. Y esta fragmentación también lo que va a generar es una ventana de oportunidad para nuevos liderazgos”, argumentó Cordero.
Linares considera, en ese marco, que la fractura del MAS puede generar división al interior del voto rural, si es que no hay “un abrazo actuado” de hermanamiento entre las facciones “evista” y “arcista” del partido azul, cuya sigla se encuentra actualmente en manos de la dirigencia afín al presidente Luis Arce.
“Yo creo que va a haber mucha confusión, porque si es que no hubiera un abrazo actuado finalmente, en el que se unan las dos alas del MAS, si es que al final no hubiera ese abrazo, va a haber una confusión en el voto del sector rural (…). Y esto, por supuesto, puede ser aprovechado por los partidos de oposición que se van a presentar y que van a querer captar todo el voto del área urbana y coadyuvar en esta confusión que puede existir en el sector rural”, indicó Linares.
Campaña electoral
Las elecciones generales del 2025 fueron convocadas para el 10 de agosto, según el discurso del presidente del Tribunal Supremo Electoral, Óscar Hassenteufel, durante la inauguración del Año Electoral, efectuada a inicios de mes.
Para Coca, la campaña electoral para este año será “la más cara de todas”, debido a que esta debe ser realizada a nivel urbano y también en el área rural, ya que los candidatos a presidente de otros partidos ajenos al MAS “no presentan candidatos a diputados o en provincias, o en circunscripciones indígenas”, lo que representa una ventaja en favor del partido oficialista.
“(La oposición) los deja vacíos (candidaturas en el área rural), y ahí es donde el MAS va a ganar en su puesto, por lógica simple. Por eso, si los políticos realmente quieren, los de oposición, ganar las elecciones y tener una buena cantidad de legisladores, van a tener que entender muy bien que aquí es campaña en área urbana y campaña en área rural”, indica.
Según los datos del último padrón electoral biométrico, el TSE reportó que Bolivia cuenta con 7.334.435 electores a nivel nacional. Estos datos fueron actualizados para llevar adelante las elecciones judiciales el 15 de diciembre de 2024. Dicho proceso eleccionario debe todavía ser concluido en cinco regiones. Esta cifra de electores engrosará con miras a los comicios nacionales venideros.
Santa Cruz tendrá este año “como nunca” un rol definitorio
El departamento oriental es el más poblado del país, con 3.115.386 habitantes, según los datos del Censo Nacional de Población y Vivienda de 2024. Ello conlleva a pensar que esta región podría jugar un rol importante en el momento de definir al nuevo presidente.
Linares considera que Santa Cruz puede determinar al nuevo presidente, pero no avista un aspirante de esta región a la presidencia, que pueda entrar a la contienda electoral. “Santa Cruz como nunca. El censo 2024 ha dictado algo, que Santa Cruz es la nueva región que puede determinar quién va a ser el presidente. Y segundo, no creo que haya ningún candidato de Santa Cruz emergente; el único que puede entrar a esta pelea lastimosamente está con procesos judiciales”, afirma Linares.
Santa Cruz contó con 1.991.238 votantes habilitados para las elecciones judiciales, último proceso eleccionario ejecutado por el TSE; es esta la región con más población votante. La Paz cuenta con 1.978.288 ciudadanos habilitados y Cochabamba cuenta con 1.410.388 votantes registrados, según cifras oficiales del Órgano Electoral.
Para Carlos Cordero, el rol que pueda jugar Santa Cruz electoralmente, será tan importante como La Paz, debido a que ambas regiones son las más habitadas a nivel nacional, y recuerda que, con los resultados del nuevo censo, el departamento oriental pasa a ganar un escaño más.
“Santa Cruz jugará un rol evidentemente importante (en estas elecciones venideras), pero (será) tan importante como La Paz, porque entre Santa Cruz y La Paz el número de diputados, ya que La Paz tiene 29 y Santa Cruz tiene 28 (y aumentará uno más). Lo que va a producirse es eso, una especie de compensación, de equilibrio”, sostiene.
Paul Coca indica que el voto de Santa Cruz será definitorio si los cruceños se sienten representados por el binomio ganador de los comicios. Por otro lado, considera que los candidatos orientales deben también pensar en un binomio que represente al país.
“Si quieren el voto de Santa Cruz, van a tener que en sus listas tener, no me refiero a diputados solamente, no. Van a tener alguna representación, por ejemplo, vicepresidencial (…). Santa Cruz va a apoyar a una candidatura que vea que representa los intereses cruceños, y los candidatos cruceños tienen que estar a la altura de tener un binomio que represente al país”, sostiene.
Otros datos
- Diputaciones. El partido oficialista es el que mayor presencia tiene en el área rural; por ello, acaba con mayoría en el Parlamento, según expertos.
- Cambio. Un cambio de mandatario podría representar un giro de timón en la política boliviana en 2025.
- Candidato. Líderes políticos comenzaron a encender motores con miras a los comicios nacionales.
- Calendario. El Órgano Electoral oficializará en abril de 2025 la convocatoria y calendario electoral.