El director de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, presentó este lunes los resultados sobre la administración y población penitenciaria.
Fuente: Correo del Sur
EFE
El hacinamiento en las cárceles de Bolivia incrementó en un 11% en 2024, tomando en cuenta que se registraron 32.000 privados de libertad, frente a los 28.838 reportados en 2023, según información de la Defensoría del Pueblo, indicó este lunes el director de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias.
Limpias presentó esta jornada los resultados sobre la administración y población penitenciaria, dentro de un informe con temas que dependen del Viceministerio de Seguridad Ciudadana, haciendo énfasis en que la cantidad de privados de libertad va en aumento cada año.
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Recordó que en 2021 había 18.703 presos en tos centros penitenciarios del país andino, lo que le hizo considerar que en dos años «nunca hubo un incremento tan sustancial de la población» carcelaria.
«Fruto del crecimiento desproporcional que tenemos, el hacinamiento va incrementando (…), tenemos un hacinamiento actual de 190 % a nivel general y obviamente en algunos departamentos se debe también a la infraestructura», manifestó Limpias.
Según datos de Régimen Penitenciario, en 2019 había 18.208 privados de libertad, en 2020 se registraron 17.305, el único en los último años en que disminuyó la cantidad de presos.
El año 2021, la cantidad subió a 18.703 privados de libertad, pero el 2022 la cifra aumentó más de lo previsto teniendo 24.824 presos y, finalmente, un año después, se registraron 28.838 reclusos.
Para el director de Régimen Penitenciario, esta realidad carcelaria es motivo «de reflexión» para el Órgano Judicial para que se analice el motivo por el cual hay muchas más detenciones preventivas que sentencias, y también de la población boliviana que ejerce «presión» a la Justicia.
«Hay una presión de la sociedad, el sinónimo de justicia para ellos es privación de libertad, la víctima quiere cárcel, sino ve que no le hicieron justicia y esto tiene colapsados nuestros centros penitenciarios», mencionó Limpias.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) visitó Bolivia en varias ocasiones para conocer la situación de las cárceles y estableció que hay vulneraciones a los derechos humanos en los centros penitenciarios.
Al margen de verificar una «deficiente atención médica», escasez de agua, alimentos, ausencia de espacios para recibir visitas, la CIDH estableció «deficiencias físicas» en las infraestructuras.
«La causa de esta situación se enmarca en un empleo excesivo de la prisión preventiva, que, de medida excepcional, se convirtió en una práctica recurrente», mencionó la CIDH en su informe.
El director de Régimen Penitenciario dijo que las observaciones de la CIDH deben analizarse de manera «profunda» en el Órgano Judicial y también en la sociedad civil.
EFE