El MAS llega al Bicentenario en crisis y la oposición, en busca de consumar la unidad


El partido azul pasó a manos del bloque “arcista”, en desmedro de los “evistas”. En tanto, la oposición da pasos para la unidad, en un proceso no exento de polémica.

El presidente Luis Arce, junto al presidente del MAS, Grover García, y otros dirigentes, en la Plaza Murillo, el 18 de diciembre de 2024. Foto: Facebook de Luis Arce
El presidente Luis Arce, junto al presidente del MAS, Grover García, y otros dirigentes, en la Plaza Murillo, el 18 de diciembre de 2024. Foto: Facebook de Luis Arce

“Este congreso, hermanas y hermanos, es un congreso refundacional de nuestro instrumento. Es un congreso en el que nuestras organizaciones sociales van a recuperar el instrumento político”.  La frase corresponde al presidente Luis Arce y la pronunció aquella tarde del 3 de mayo, cuando el ala renovadora del Movimiento Al Socialismo (MAS) inauguró ese evento partidario en la ciudad de El Alto.

Tuvieron que pasar cinco meses para que ese congreso fuera reconocido legalmente y se abriera una nueva etapa en el devenir de esa organización política. De esa manera, el partido azul pasó a manos del bloque “arcista”, en desmedro de la facción“evista”, que ya anunció que “con o sin el MAS”, Evo Morales postulará a las elecciones de 2025.



Mientras el MAS llega en crisis y fracturado a las puertas del Bicentenario de la fundación de Bolivia, la oposición arriba dando pasos en busca de consumar la unidad, en un proceso que no está exento de polémica.

De papelitos a los recursos

Arce fue el último orador de la lista, aquel 3 de mayo. Los vítores y papelitos de colores azul y blanco llovieron aquella jornada, mientras las banderas del MAS flameaban, cuando el mandatario cerró su discurso con la frase, a voz en cuello: “Ni cobardes ni traidores”.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

En ese congreso, el ala “arcista” eligió a Grover García, un dirigente oriundo de Cochabamba, como presidente del MAS. Ese nombramiento, en los hechos, se opuso a las resoluciones del congreso “evista”, realizado en Lauca Ñ (Cochabamba), en octubre de 2023, cuando Morales fue elegido como presidente del partido y, además, fue ungido como “candidato único”.

No es extraño que después del congreso de El Alto se activaran los recursos de un lado y del otro en busca de lograr el reconocimiento. Fue así que precisamente se abrió una disputa legal, con acciones ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y ante el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP).

Una marcha y un bloqueo

Pero antes de que se definiera la suerte del MAS, dos movilizaciones “evistas” contra el Gobierno marcaron un punto de inflexión en la disputa. La primera fue una marcha que partió el 17 de septiembre, desde Caracollo, con las demandas de garantizar el abastecimiento de combustible y la disponibilidad de dólares, y rechazar el referendo que planteó el presidente Luis Arce para zanjar el tema de la reelección, entre otros pedidos.

Morales, Andrónico Rodríguez y otros dirigentes, en un acto de celebración.  Foto:  Facebook de Evo Morales

El Gobierno acusó al “evismo” de llevar adelante la movilización para imponer la candidatura de Morales y para acortar el mandato de Arce. La caravana arribó a la sede de Gobierno el 23 de septiembre. Morales, en un discurso en la concentración final, dio un ultimátum al Ejecutivo para que cambie a ministros “corruptos, narcos y drogos”, aunque después, contra todo pronóstico, no buscó reunirse con el Gobierno e indicó que volvería a su región. “Misión cumplida… Aquí termina mi responsabilidad”, expresó.

La única baja en el Gabinete fue la de Iván Lima, quien dejó el despacho de Justicia, y al despedirse expresó: “Yo estoy seguro que lo que va a conocer el pueblo boliviano en los próximos días y semanas va a tener en mi persona y de otros abogados un actor bien importante”.

Tras esa movilización se abrieron procesos contra Morales, pero el que más revuelo causó se conoció a raíz de una orden de aprehensión fallida, por un caso de estupro y trata. A principios de octubre, la Fiscalía de Tarija emitió una orden de aprehensión en su contra, en el marco de una denuncia que lo implica en un presunto embarazo de una menor de 15 años, en 2016, cuando era presidente. (En diciembre, Morales fue imputado por esa causa y pesa en su contra una orden de aprehensión y una alerta migratoria) .

Luego vino el corte de rutas. El 14 de octubre, el ala “evista” activó un bloqueo de caminos en defensa de Morales por ese caso, y otras demandas. La medida de presión, que tuvo su epicentro en Cochabamba y regiones aledañas, duró 24 días, hasta que el 6 de noviembre fue levantada -pese a ser anunciada como “indefinida”-, en medio de pedidos de diálogo del “evismo” y el rechazo no solo del “arcismo” sino también de sectores perjudicados.

La movilización se saldó con detenidos por los hechos suscitados en Parotani (Cochabamba) y Mairana (Santa Cruz). Entre los que guardan detención hay dos altos dirigentes “evistas”, Humberto Claros, representante de los campesinos, y Ramiro Cucho, del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyo; y hay órdenes de aprehensión contra el dirigente Ponciano Santos y el exministro Juan Ramón Quintana.

Fallos y festejos

Fue en noviembre que el ala “evista” del MAS recibió dos reveses que reconfiguraron la situación del partido. El 1 de noviembre de 2024, la Sala Cuarta del TCP emitió el auto constitucional 0083/2024-ECA, que en la práctica cierra todas las rutas para el retorno a la Presidencia de exautoridades que cumplieron dos periodos, y concluye que las autoridades de los distintos órganos del Estado pueden ejercer mandato “únicamente por dos periodos”, sean “continuos o discontinuos”, sin posibilidad de ampliarse a un tercero, algo que no favorece a Morales.

Luego, el 14 de noviembre, esa misma sala emitió la sentencia 0776/2024-S4, que valida el congreso “arcista” del MAS, realizado en El Alto, que eligió a Grover García como presidente del partido. Once días después, el TSE decidió acatar la resolución constitucional y reconoció la directiva del ala renovadora y procedió a su registro.

Con esos antecedentes, ambas alas del MAS organizaron, por separado, los festejos por el primer triunfo electoral que permitió llegar al poder a ese partido, el 18 de diciembre de 2005.

El ala “evista” celebró en Chimoré, en el Trópico de Cochabamba, en un encuentro en el que los asistentes ratificaron a Morales como “candidato único” para las elecciones de 2025, y decidieron que postulará “con o sin el MAS”.

En tanto, el ala “arcista” relanzó el partido azul desde la Plaza Murillo y llamó a la unidad. En ese acto, el presidente Arce convocó a la militancia a iniciar un proceso para recabar propuestas con el fin de redactar un programa para “volver a ser Gobierno” en el periodo 2025-2030.

El analista político Gregorio Lanza considera que el MAS arriba a las puertas del Bicentenario endeble y con el modelo económico agotado, tras los años de bonanza.

“El MAS, que ha sido uno de los grandes movimientos de este ciclo, llega profundamente debilitado”, asegura Lanza, antes de remarcar que como propuesta programática, el partido azul “ha mostrado su techo”.

Ese agotamiento, agrega, ocurre en medio de la disputa de dos liderazgos (Arce y Morales), que “ha llegado al extremo”. “Una disputa entre Evo Morales, que ha terminado enfermo de poder, y con Arce Catacora, que busca reprogramarse por otros cuatro años más, pero con profundas limitaciones, muy desgastado”.

Lanza considera que se debe distinguir lo que significa el MAS en el imaginario social. Comenta que las encuestas muestran que el partido tiene una presencia significativa. “Cuando se habla en la votación, hay un clivaje entre el tema étnico cultural y territorial, y la gente que vive en Occidente, la gente de origen aymara, quechua, la gente más pobre que todavía vive en el área rural, optaría por cualquier variante del MAS y en la hipótesis de que sea inclusive Andrónico Rodríguez el candidato. Entonces, eso está mostrando que ha sido un referente para importantes capas de la población y que va a existir al año”.

Pasos para la unidad

Mientras el MAS está en esa situación, la oposición llega a las puertas de los 200 años de la independencia dando pasos en busca de lograr la unidad, un proceso que se comenzó a perfilar con nitidez después de medio año.

Al menos desde dos vertientes se avanza en la edificación de la unidad opositora. Una de ellas es la denominada “La unidad es posible”, en la que están aglutinados precandidatos a la Presidencia, agrupaciones políticas y líderes de diferentes ámbitos.

Una fecha clave en el trayecto de ese proyecto es la del 28 de septiembre, cuando en su tercer encuentro, en Trinidad (Beni), los impulsores de la iniciativa definieron que se elegiría el candidato a través “primarias ciudadanas”, vía encuesta o “voto digital”; y apostaron, además, por competir en lo que denominaron como la “unidad disputada”.

Quien planteó una iniciativa que se enmarca en el “voto digital” es el excanciller Ronald MacLean Abaroa, quien el 14 de noviembre anunció el lanzamiento de una aplicación móvil para que la gente vote y elija al candidato único de la oposición. “Mi mayor deseo es que esta app se convierta en un medio moderno de independencia y libertad para elegir y/o ser elegido candidato”, expresó.

La otra vertiente de la unidad está liderada por los expresidentes Carlos Mesa, Jorge Tuto Quiroga, por el gobernador de Santa Cruz Fernando Camacho y por el empresario y político Samuel Doria Medina, quienes el 18 de diciembre se unieron y suscribieron un acuerdo en el que se comprometen a “hacer realidad la unidad que garantice una sola candidatura de oposición”.

Mesa, Tuto y Doria Medina tras firmar el acuerdo por la unidad. Foto: APG

Según el documento firmado, dos son las metas del acuerdo: 1) Terminar con el “nefasto ciclo del MAS”; y 2) Contar con un “programa que cambie radicalmente el actual rumbo a la catástrofe, con medidas que recuperen la democracia, la institucionalidad, la independencia de poderes, una justicia para todos sin perseguidos ni presos políticos y una economía abierta, competitiva y sostenible”.

Las reacciones

Tras el lanzamiento de esta iniciativa, Agustín Zambrana, de El Búnker, plataforma que integra “La unidad es posible”, aplaudió el paso dado para crear el “ambiente de la unidad”. “(Nosotros) decimos que tenemos que hacer primarias”, agregó.

Vicente Cuéllar, rector de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno y líder de Cambio 25, expresó que el paso dado en favor de la unidad “es importante”, pero remarcó que “la unidad no tiene dueño y no se hace en torno a las personas, sino de un proyecto de país”.

El acuerdo no ha estado exento de críticas. Branko Marinkovic, expresidente del Comité pro Santa Cruz y quien también se lanzó al ruedo electoral, tildó al acuerdo de unidad como una “juntucha de la vieja política”. Mientras que Manfred Reyes Villa descartó unirse al bloque opositor. “Si hablan de unidad, que se unan al que va primero y nosotros vamos primero”, aseguró.

El Alcalde de Cochabamba, el 13 de diciembre, recibió la personería jurídica de Súmate, organización política que lidera. Al salir del TSE, el burgomaestre propuso  “salvar” Bolivia y “poner orden” en el país.

En el bando de los firmantes se registró, el mismo día de la firma del documento, una desavenencia después de que el expresidente Quiroga expresara al periodista José Pomacusi que será candidato a presidente “irreversiblemente”. Doria Medina, en entrevista con ese comunicador, respondió: “Espero que sea un error de Tuto, porque qué señal estaría dando firmando un documento que se presenta a todo el país y a las pocas horas dice que no va a cumplir ese acuerdo”.

Nilton Condori, intelectual aymara, considera que Mesa, Tuto, Camacho y Doria Medina y otros líderes opositores nunca hicieron un “entronque de tipo ideológico”, sino que se unieron “esporádicamente”. Sin embargo, en la coyuntura actual considera que tienen posibilidades de derrotar al MAS y hacer una transición en el periodo 2025-2030.

Agrega que en 2030 habrá “muchos liderazgos”, debido a que germinarán los cuadros que no emergieron, porque Morales “no dejó crecer los liderazgos”.

“Por el momento, creo que la oposición intenta hacer un bloque, un entronque nacional”, asegura Condori, quien considera que hay un fenómeno que se registra y es que la mayoría de la gente quiere derrotar democráticamente al “modelo socialista del Siglo XXI” en las urnas, lo que explicaría que ante la crisis y alza de precios de productos no se registre una gran movilización.

“Los bloqueadores del Chapare, el peor error que han cometido es defender a Evo Morales, porque la sociedad boliviana, como hablaba Zavaleta, es una sociedad abigarrada, no funciona pues el socialismo y la gente ¿sabes qué espera? Espera que se vaya el socialismo y quieren derrotarlo democráticamente, por eso no existen otros mecanismos de manifestación… Entonces, esperan que en las elecciones lleguen a derrotar al modelo socialista del Siglo XXI, para que surja otro modelo de sociedad. Eso es lo que yo percibo”, concluye.

 

Las 4 claves de la crisis del MAS y la acción opositora

1 REELECCIÓN. El 1 de noviembre, el TCP emitió un auto constitucional, que en la práctica cierra todas las rutas para la reelección indefinida.

2 DIRECTIVA. El 14 de noviembre, el TCP validó el congreso “arcista” del MAS, que eligió a Grover García como presidente del partido.

3  UNIDAD. El 18 de diciembre, Carlos Mesa, Jorge Quiroga, Fernando Camacho y Samuel Doria Medina suscribieron un acuerdo por la unidad.

4 PLATAFORMA.  En “La unidad es posible” están aglutinados precandidatos, agrupaciones políticas y líderes de diferentes ámbitos.

T


×