Fuente: https://www.marca.com
Resulta difícil asumir que en la segunda etapa de un Dakar, con diez jornadas largas complicadas por delante en las que todo puede pasar aún, tengas que renunciar a cualquier opción de realizar una buena carrera. Pero hoy Cristina Gutiérrez lo ha hecho en favor de las aspiraciones de sus jefes de filas, Nasser Al-Attiyah y Sébastien Loeb.
La burgalesa, merced a su gran etapa de ayer, salía quinta, una posición algo complicada por ser muy adelantada y tener menos trazas pero, a la vez, terriblemente mala para la misión que tenía que cumplir hoy: cubrir las espaldas de los ‘jefes’. Al-.Attiyah partía 34 minutos depués y Loeb 48.
Lección de trabajo en equipo
Tiphanie Isnard, la team principal de Dacia, ha explicado la película de la etapa y el porqué de la decisión de ‘sacrificar’ a Cristina: «Ha sido un día de altibajos. Hemos decidido comenzar la etapa con precaución, ante el terreno rocoso y la posibilidad de que se produjeran muchos pinchazos. Los pilotos han sido muy cuidadosos y han llegado casi sin daños a la asistencia remota. Allí hemos hecho casi un pit stop para cambiar las ruedas (alguna de esas operaciones se han realizado en apenas 1:20).
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«En ese momento hemos decidido parar a Cristina para poder hacer el resto de la etapa en grupo. Le agradecemos que haya aceptado la decisión y por suerte ha conseguido llegar al mismo campamento que ellos». En la zona de la asistencia Gutiérrez pasó de perder 13 minutos con la cabeza a
Sobre la avería de Loeb, Isnard confirmó que se trata de un problema electrónico -ante el cual tener a Cristina detrás «aún no lo conocemos en detalle porque las comunicaciones están siendo complicadas. Esperamos poder ayudarles a resolverlo pero al menos podrán trabajar los seis juntos en reparar el coche».
«Por suerte tenemos a un McGyver»
La propia Gutiérrez, disciplinada, explicaba su película de la etapa: «Seb [Loeb] venía con problemas, nos hemos parado, y por suerte tenemos en el equipo a Pablo [Moreno Huete, su copiloto y mecánico profesional], que es un McGyver de la vida y ha reparado».