Ciudad del Vaticano, 9 ene (EFE)
Fuente: infobae.com
En el largo discurso, que leyó un colaborador ya que el papa explicó que sigue «resfriado», el pontífice repasó las guerras y la situación en el mundo, mencionó a Venezuela y «la grave crisis política en la que se debate».
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Y aseguró que «esta podrá ser superada sólo con la adhesión sincera a los valores de la verdad, de la justicia y de la libertad, a través del respeto a la vida, a la dignidad y a los derechos de cada persona, incluidos los de quienes han sido arrestados a causa de los sucesos de los últimos meses».
Abogó además por superar la situación «al rechazo de cualquier tipo de violencia» y deseó «el comienzo de negociaciones de buena fe y finalizadas al bien común del país».
Francisco también citó en su discurso a Bolivia, «que está atravesando una preocupante situación política, social y económica» y a Colombia, al desear que «con la ayuda de todos se pueda superar la multiplicidad de los conflictos que lastiman al país desde hace demasiado tiempo».
El pontífice también hizo referencia, ante los 184 embajadores de los países con los que el Vaticano mantiene relaciones diplomáticas, a la situación en Nicaragua, donde, subrayó, «la Santa Sede, que está siempre dispuesta a un diálogo respetuoso y constructivo».
Y mostró la preocupación «por las medidas adoptadas con respecto a personas e instituciones de la Iglesia» en Venezuela, donde han sido arrestados y expulsados del país sacerdotes y obispos, así como interrumpido las relaciones diplomáticas.
Francisco instó «a que a todos sean garantizados adecuadamente la libertad religiosa y los demás derechos fundamentales».
«Efectivamente, no hay verdadera paz si no viene garantizada también la libertad religiosa, que implica el respeto a la conciencia de los individuos y a la posibilidad de manifestar públicamente la propia fe y pertenencia a una comunidad», agregó. EFE