En 2024, la importación de vehículos nuevos cayó en 42% por la escasez de dólares


Según las cifras de la CAB, en 2022 se importaron 47.700 unidades de vehículos nuevos al país, en 2023 la cifra subió a 51.012; sin embargo, el año pasado solo llegaron 29.500 motorizados.

Un camión transporta varios vehículos de importación. Foto: RRSS

 



Fuente: La Razón

La escasez de dólares que enfrenta el país hace varios meses también impactó en la importación de vehículos nuevos, que durante la gestión 2024 cayó en 42%, en comparación a 2023, según cifras de la Cámara Automotor Boliviana (CAB).

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Jhonny Salvatierra, presidente de la CAB, confirmó a La Razón el bajón que sufrió ese sector debido, principalmente, a la falta de la divisa estadounidense.

Según las cifras de la CAB, en 2022 se importaron 47.700 unidades de vehículos nuevos al país, en 2023 la cifra subió a 51.012; sin embargo, el año pasado solo llegaron 29.500 motorizados, lo que representa un 42% menos.

“En 2022, con relación a 2023, el sector creció en más de 11,5% porque se importaron 47.700 vehículos y en 2023 sumaron aproximadamente 51.012 vehículos. De 2023 a 2024 hemos tenido una caída de 40% aproximadamente, se importaron 29.500 vehículos”, informó el ejecutivo.

Asimismo, dijo que no hay un sector en el país que no esté sufriendo por la falta de divisas y aseguró que ese 42% significó dejar de importar por un valor de $us 310 millones en 2024.

“Es una de las caídas más altas de los últimos años, pues veníamos teniendo un crecimiento sostenible en el sector y caímos como 40%. Se ha dejado de importar en 2024 $us 310 millones con relación al 2023”, remarcó.

Vehículos

Con ese panorama, el sector apunta a estabilizarse en esta gestión; sin embargo, al igual que empresarios, productores, transporte y otros sectores en general, la incertidumbre sobre lo que pueda pasar en el país les quita el sueño.

“No podemos proyectar nada porque uno no sabe qué va a pasar; si mañana hay un bloqueo, un paro, la incertidumbre mata a todos los negocios formales, no solo al de vehículos”, remarcó.

Las cifras de la CAB coinciden con las de Comercio Exterior del Instituto Nacional de Estadística (INE), que en su informe hasta noviembre de 2024 muestra una baja en el valor de la importación de vehículos de transporte.

Por ejemplo, informó que a noviembre de la gestión pasada el valor de las importaciones de vehículos de transporte bajó en 36,3%, en comparación al mismo periodo de 2023.

Durante los 11 primeros meses de 2023 se importó vehículos de transporte por un valor de $us 533 millones; mientras que en similar periodo de 2024 la cifra bajó a $us 312,9 millones.

El vendedor de una concesionaria en La Paz reveló a La Razón que las ventas disminuyeron considerablemente a partir de julio de 2024 debido a la escalada en el cambio del dólar paralelo.

“La venta comparada con el año 2023 ha rebajado bastante a partir de julio y agosto por la escalada del dólar paralelo, porque eso obligó a subir los precios”, dijo.

Infografía: Lizeth Machaca

 

Nueva realidad

Lógicamente, la baja en las importaciones trae otras consecuencias. En 2024, el sector se vio obligado a reducir personal y muchas concesionarias que venden vehículos tuvieron que cerrar o reducir el número de sucursales.

Salvatierra explicó que el sector automotor de Bolivia genera unas 10.000 fuentes de empleo directos y unas 60.000 indirectos.

“El negocio baja y es evidente el despido de personal. Toda esa gente quedó con problemas, repercute en todo. Es un abanico de pérdidas porque el camionero no trae vehículos, no gana, no paga sus créditos; afecta en todo”.

Con menos vehículos importados y dificultades para conseguir dólares, lógicamente también bajó la venta de coches. Salvatierra insistió en que es un 40%.

Asimismo, explicó que cada compañía debe ahora amoldarse a la nueva realidad, ver cómo puede conseguir dólares y mejorar sus habilidades para vender.

¿De dónde consiguen dólares para continuar importando? Salvatierra respondió que lo hacen de exportadores o de algún banco. Pero el problema no termina ahí, pues deben bancarizar los ingresos para cumplir con los pagos y eso implica el pago de altas comisiones, lo que encarece el producto. “Las comisiones actualmente están al orden de un 60% a 70% y eso encarece también el producto”, complementó.

Fuente: La Razón


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