“No solo quieren encarcelarme. Quieren asesinarme porque el gobierno de (Luis) Arce y (David) Choquehuanca, busca agradar a la derecha boliviana y cumplir su acuerdo secreto con EEUU”, señaló Morales.
El expresidente Evo Morales denunció este domingo el avance de agentes extranjeros de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos en el Trópico de Cochabamba, así como el incremento de militares expertos en inteligencia y de francotiradores.
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El líder cocalero aseveró que el 27 de octubre de 2024, cuando “intentaron matarle”, operaron agentes extranjeros de la CIA, junto a policías y militares bolivianos.
“Hay fotografías de esto”, afirmó.
Añadió que “ahora han vuelto a actuar. Se encuentran avanzando en territorio cercano al Trópico, incrementaron militares expertos en inteligencia y enviaron francotiradores”, escribió el exmandatario desde sus redes sociales.
Pese a estas denuncias, el Gobierno y el Ejército negaron movimientos inusuales en las unidades militares del Trópico, por el contrario, calificaron las declaraciones se “irresponsables y mentirosas”.
El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, pidió al pueblo no dejarse sorprender con “las mentiras inventadas con fines políticos”.
“No solo quieren encarcelarme. Quieren asesinarme porque el gobierno de (Luis) Arce y (David) Choquehuanca, busca agradar a la derecha boliviana y cumplir su acuerdo secreto con EEUU”, señaló Morales.
A ello, agregó que “mi cuerpo podrá caer. Pero no me silenciarán”.
Además, señaló que no abandonará Bolivia ni traicionará al pueblo y al único proyecto nacional de izquierda. “Defender nuestros recursos naturales y no permitir que sea pisoteada nuestra soberanía y dignidad”.
El exmandatario está atrincherado en el Trópico luego que la Justicia lo declaró en rebeldía y ordenó el congelamiento de sus cuentas bancarias y la anotación de todos sus bienes. Morales debía presentarse a la audiencia de medidas cautelares en la ciudad de Tarija, pero no se apersonó.
Morales es investigado en relación con el presunto embarazo de una adolescente de 15 años cuando era jefe de Estado, en 2016. El Ministerio Público lo imputó por el delito de trata de personas agravada.
Sectores sociales evistas reforzaron la seguridad en Lauca Ñ, ante una posible intervención policial y la aprehensión del máximo dirigente cocalero.