Para contrarrestar estos problemas, Montenegro dijo que el Gobierno implementó más de medio centenar de medidas, entre las que citó controles militares en estaciones de servicio para evitar el desvío de combustibles.
Fuente: https://www.vision360.bo
La inflación, especulación, contrabando a la inversa, los bloqueos de carreteras, la falta de liquidez de divisas, el incremento de transferencias negativas de deuda externa y la caída en la producción de hidrocarburos, son los siete problemas que encaró el Gobierno en 2024, en medio de un contexto internacional adverso, según informó este viernes Marcelo Montenegro, ministro de Economía.
Durante la audiencia de Rendición Pública de Cuentas Final 2024, la autoridad explicó que la inflación fue influida por presiones externas, como el aumento de la tarifa de transporte de los contenedores y la inflación importada; y por internas como el contrabando a la inversa que ocasionó que productos bolivianos salgan de forma ilegal por las fronteras, ocasionando desabastecimiento.
Además, citó los bloqueos de carreteras que profundizaron estas dificultades. El agio y la especulación también desempeñaron un papel importante en el aumento de los precios de ciertos productos.
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Montenegro, según un boletín institucional, explicó que la falta de liquidez de divisas fue agravada por el bloqueo legislativo a créditos externos por $us1.667 millones, la especulación cambiaria, y, en el plano estructural, por la reducción en la producción y de las exportaciones de gas, debido a la falta de inversión en exploración en los gobiernos anteriores, lo que mermó el ingreso de divisas al país. Además, dado que los privados requerían más divisas de las que generaban, el sector público tuvo que atender este incremento de la demanda.
Asimismo, en 2024, se agravaron las transferencias negativas de deuda pública externa, que a noviembre de 2024 sumaban -$us856 millones.
Por otra parte, tanto la producción de petróleo como de gas natural continuaron en descenso durante todo el año, mientras que el consumo de gasolinas y diésel fue en aumento.
Para contrarrestar estos problemas, Montenegro dijo que el Gobierno implementó más de medio centenar de medidas, entre las que citó controles militares en estaciones de servicio para evitar el desvío de combustibles, promoción de la producción de biocombustibles con la inauguración de la Planta Fame 1 en Santa Cruz y comenzó la comercialización de diésel ULS, producto de la mezcla de diésel con biodiésel.
Además, otorgó incentivos tributarios para la importación de plantas y equipos destinados a la producción de biodiésel, eximiendo del IVA y aranceles, y facilitó el acceso a recursos del Fideicomiso para la Reactivación y el Desarrollo de la Industria Nacional (Firedin).
La Agencia Nacional de Hidrocarburos reforzó el control y monitoreo en la distribución de combustibles, se autorizó la importación directa de combustibles para consumo propio y se agilizaron los trámites para importar derivados. Paralelamente, se diversificó la oferta con la Gasolina Ultra Premium 100, se aprobó el uso de biotecnología para mejorar la producción de biodiésel y se permitió la importación y comercialización de diésel y gasolinas por el sector privado.
En el ámbito agropecuario, el Gobierno promovió la liberación de aranceles para la importación de agroinsumos y maquinaria agrícola. También lanzó el programa “Agro+BDP” para aumentar la productividad agrícola y eliminó el IVA a bienes de capital y plantas industriales importadas.
Como parte de la política de sustitución de importaciones, Montenegro destacó la creación del Fondo de Garantía de Apoyo a la Construcción (Fogac), que cubre hasta el 50% del monto de emisión de garantías para micro, pequeñas y medianas empresas del sector de la construcción. Asimismo, la implementación del Fondo de Crédito Emprende Bolivia, destinado a financiar emprendimientos de jóvenes entre 18 y 35 años.