Terell Rodgers no solo golpeó brutalmente a la mujer, sino que atacó a dos testigos y dejó la habitación envuelta en llamas. Su historial violento ya había alertado a las autoridades
Rodgers, con un historial de violencia, había sido liberado bajo fianza días antes de cometer este ataque brutal. (Captura de video WESH 2)
Fuente: infobae.com
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Un hombre de 31 años, identificado como Terell Rodgers, se enfrenta a múltiples cargos tras agredir violentamente a la madre de su hijo con un bate de béisbol en una habitación de motel en Kissimmee, Florida. Según información divulgada por WESH 2, la víctima, una mujer de 25 años, permanece hospitalizada con múltiples fracturas de cráneo y su pronóstico es crítico.
Los informes indican que Rodgers admitió los hechos, mencionando que quería “sentirse finalmente en control”.
Un día de tensiones y violencia
De acuerdo con People, Rodgers manifestó a las autoridades que el ataque se originó debido a una acumulación de frustraciones durante el día. En un interrogatorio narrado por el medio, el acusado afirmó: “Sentí un placer y que, finalmente, ella me estaba escuchando”.
Los testigos presentes en la habitación corroboraron esta versión de tensiones previas. Según la declaración de uno de ellos, identificado como Dewayne Zolyniak, y citada por WESH 2, el detonante de la agresión fue una interacción sencilla: “Le hice una pregunta a ella, solo una pregunta al azar, y esto hizo que él se enfureciera porque ella me respondió, pues lo había ignorado antes”.
Esa noche, Rodgers y la víctima habían consumido metanfetaminas, según el testimonio del propio acusado descrito por las autoridades. “Durante el ataque, Rodgers destruyó un televisor con el bate y luego arremetió contra la mujer, golpeándola repetidamente”, se lee en el informe policial.
Testigos, terror y un fuego inesperado
Rodgers no solo agredió a la víctima; también atacó a dos hombres que presenciaron los hechos en el lugar. Uno de ellos, identificado como Christopher Suraj Budhai, intentó intervenir para evitar que golpeara a la mujer, pero según los documentos judiciales compartidos por People, fue atacado y posteriormente se refugió en el baño junto a Zolyniak. Durante su aislamiento, pudieron escuchar “los gritos de la mujer y múltiples golpes”, según relatan ambos testigos.
Cuando Rodgers abandonó la escena, los testigos salieron desesperados del baño, encontrándose con un nuevo peligro: un incendio iniciado en una cama dentro de la habitación. Hasta el momento, no se han esclarecido las intenciones del acusado al iniciar el incendio.
El acusado permanece bajo custodia en el condado de Osceola sin derecho a fianza, enfrentando cargos por intento de homicidio e incendio provocado. (Captura de video WESH 2)
Un historial de violencia alarmante
El ataque en Kissimmee no fue el primer indicio del comportamiento violento de Rodgers. Según WESH 2, el acusado había salido bajo fianza por un caso previo de agresión agravada con un arma mortal relacionado con otra mujer en el condado de Orange. Apenas unos días antes del incidente en el motel, el sujeto había pagado una fianza de 5.000 dólares. Este historial añade un preocupante contexto a los sucesos recientes y plantea interrogantes sobre los mecanismos legales para prevenir nuevos episodios de violencia extrema.
Uno de los testigos, que también era amigo de la víctima, expresó su incredulidad y consternación. “Nadie en la habitación pensó por un segundo que este hombre haría algo así. Lo que pasó por su mente, es inimaginable”, dijo al medio.
Rodgers enfrenta múltiples cargos severos
El sujeto fue arrestado poco después del incidente y enfrenta una serie de graves acusaciones, entre ellas homicidio en grado de tentativa, agresión agravada con arma mortal, incendio provocado de primer grado, privación ilegal de libertad y daños criminales. Según los registros judiciales citados por People, permanece detenido en el condado de Osceola sin posibilidad de fianza.
Durante el interrogatorio, Rodgers confesó de forma impactante su actitud hacia el maltrato, describiéndose a sí mismo como “siempre abusivo”, aunque señaló que en esta ocasión actuó con “una ira diferente”.