La cotización de la divisa en el mercado paralelo pasa los 10 bolivianos, debido a la demanda, ya que al cambio oficial se hace difícil encontrar.
Fuente: El Diario
Desde que el gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) estableció un tipo de cabio fijo a partir del 2011, en 6,86 para la compra y 6,96 para la venta, abarató la importación de productos y volvió más dependiente a la economía boliviana del dólar, así también a los empresarios que importan el 70% de insumos.
El modelo económico del MAS se basa en el consumo interno e inversión pública. En los años de la bonanza económica por los ingresos de la venta del gas, el Gobierno se encargó de repartir bonos, así como inyectar recursos a la economía nacional a través de obras, pero desde hace casi una década las divisas se fueron mermando por la caída de la producción y los bajos precios en el mercado internacional.
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El analista Gonzalo Chávez en reiteradas oportunidades, a través de sus redes sociales, recuerda que en 2014 los ingresos por la venta del gas llegaron a más de 6.000 millones de dólares y el 2024 registró un poco más de 2.000 millones, lo que provoca un déficit de 4.000 millones.
Ante la pregunta al presidente Luis Arce sobre la provisión de dólares, éste indicó que ellos tienen obligaciones, como pagar la deuda externa, importar combustibles, similar opinión señaló el presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Edwin Rojas.
Ese contexto negativo provocó paulatinamente una reducción de la inversión pública, la falta de divisas al cambio oficial en el mercado nacional, que ocasionó una escasez de combustibles, aunque el Gobierno negó el hecho.
Hace unos días, cientos de cisternas esperan en Palmasola, Santa Cruz, para descargar la gasolina que trajeron debido a la falta de pago.
Para el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, a pesar de que la economía está bolivianizada, es muy dependiente de la estadounidense, debido a las políticas desacertadas del BCB, lo que provocó menos dólares en los bancos.
Además, la decisión de febrero de 2023 del BCB, de establecer un tipo de cambio preferencial para los exportadores en 6,95 bolivianos por dólar alentó la creación de un mercado paralelo, en donde la divisa está por encima de los 11 bolivianos por dólar.
Romero pregunta dónde están los 700 millones de dólares que otorgó el BCB a las entidades financieras, debido a que no hay créditos en la divisa y tampoco la devolución en montos mayores.
El analista Joshua Bellott, en contacto con Cadena A, dijo que el modelo económico del MAS volvió a Bolivia más dependiente del dólar, al fijar un tipo de cambio fijo que abarató la importación de productos, así como de insumos.
Recordó que en 2011 el Gobierno del MAS fijó el tipo de cambio fijo a 6,86 para la compra y 6,96 para la venta, esto provocó que se abaraten las importaciones, por ello llegaban al país todo tipo de productos a precios bajos.
También la política “masista” provocó que la industria nacional se vuelva extremadamente dependiente de los insumos, bienes intermedios y bienes de capital en 80%, según el entrevistado.
El escaso tejido empresarial de Bolivia depende exclusivamente del dólar para importar más del 70% de insumos, apuntó y dijo que el Gobierno miente a la población al hablar de seguridad alimentaria, ya que la producción nacional no abastece la demanda y también es dependiente del dólar.
Dependemos del dólar para importar gasolina, señaló y agregó que al gobierno le gusta maquillar las cifras, como lo hizo con las Reservas Internacionales.
Déficit
Chávez lamentó, en sus redes sociales, que el gobierno mantenga un gasto insulso en las empresas públicas, en donde la mayoría registra déficits y el anuncio de más industrias que no ayudan a la economía.
Además, de registrar déficits, también son deudores con el BCB, una cifra significativa, en especial el proyecto de Litio, que aún no despega.
Entretanto, el presidente Luis Arce en actos públicos ratificó la vigencia del modelo económico, que según economistas, llevó a Bolivia a la crisis en la cual se encuentra, debido a que registra una alta inflación, escasez de divisas, así como de combsutibles.
“¿Ratificar el modelo? Este señor tendría que ir a la cárcel. Su ‘modelo’ ha dejado al país en quiebra e hipotecado. Nos ha dejado sin gas, sin dólares, sin combustible y sin esperanza. Lo único que se puede ratificar es que este señor es un cadáver político”, según el doctor en economía Antonio Saravia, publicado en su cuenta @tufisaravia.
Crecimiento
Antes del 2020, el docente y economista de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Ernesto Bernal, indicaba que la economía boliviana ingresó en desaceleración, mientras el gobierno de entonces negaba el hecho.
De registrar un crecimiento de 6,11% en 2013, en 2019 sólo alcanzó una cifra de 2,2%; la historia nuevamente se repite, cuando en 2021, luego del año de pandemia de 2020, el país alcanzó 6,1%, pero en los siguientes años el porcentaje estaba en promedio 3%, en 2024 mostrará la cifra más baja, menos de 2%, inclusive, si se cumple las proyecciones de los organismos internacionales será de 1,7%.
En el Presupuesto General del Estado (PGE) 2025 baja el crecimiento a 3,51, sube la inflación a 7,5%, mantiene el déficit fiscal de -9,2% y baja la inversión pública a 4.024 millones de dólares; también sube el monto de la subvención, así como los recursos para la compra de combustibles.
Fuente: El Diario