No hay café para tanta gente: ¿está listo el mundo para una crisis de cultivo del grano?


El precio del cefé arábica sigue llegando a máximos en la bolsa, debido a factores climáticos y económicos, pero enfrenta desafíos como costos crecientes y la volatilidad del mercado.

A farmer harvests coffee at the El Crucerito' farm, harvests coffee in Sevilla, Valle del Cauca department, Colombia, on Tuesday, May 14, 2024. The International Coffee Organization said that total global coffee exports rose 8.1% year over year to 12.99 million bags, with Arabica exports rising 9.7% in the same period. Photographer: Jair F. Coll/Bloomberg
Por Carlos Rodríguez Salcedo

 



 

El precio del café arábica, la joya del café especial, está pasando por semanas sin precedentes en los mercados internacionales. El grano alcanzó el miércoles los US$3,66 por libra en la Bolsa de Nueva York, un máximo histórico que ha permitido a países como Colombia, el segundo productor de esta variedad, mayores ingresos para 552.000 familias cafeteras.

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Solo en 2024, cuando se tuvo un precio promedio de US$2,31 por libra, el país alcanzó una cifra de 13,99 millones de sacos, con un alza de 23,34% frente a 2023, y un valor preliminar de la cosecha cafetera de 16 billones de pesos colombianos (US$3.929 millones con una tasa de cambio promedio de $4.071,35), también cifra record para el país.

Cómo se explica el fenómeno

Detrás de este fenómeno hay una mezcla de factores económicos y climáticos que están sacudiendo el mercado mundial y que, por el contrario, no deja tan bien parado a Brasil, el mayor productor del grano, que suple 40% de la demanda, y que estima tendrá un déficit de cinco millones de sacos en su cosecha, tras una prolongada sequía.

El año pasado, la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, calculó que más de la mitad del territorio brasileño se enfrentó a lo que se consideró la mayor sequía de los últimos 50 años. Para la temporada de 2025, la agencia brasileña de agricultura, CONAB, proyecta una reducción del 4,4% en la producción de café. Según la entidad, la caída en los rendimientos se debe al ciclo bienal a la baja, junto con restricciones hídricas y altas temperaturas durante la fase de floración, factores que han afectado el desarrollo de los cultivos.

El alza de precios se debe en gran parte a las malas cosechas no solo del país suramericano, sino también las afectaciones climáticas en Vietnam, el mayor productor de café robusta. Sequías severas e inundaciones adversas han reducido significativamente su producción en los últimos años.

La estimación es que el mundo ha consumido más café del que produce durante cuatro años consecutivos, generando un déficit global de entre 15 y 20 millones de sacos de café. Esto ha presionado los precios a niveles no vistos en más de 40 años.

José Julián Giraldo, head de Latam de Qima Coffee y CEO-fundador de Cafe 1959, empresa que produce café especial para Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, Corea del Sur, Taiwán y Malasia, explicó que se ha logrado aprovechar “esta alza de precio pues se dio en un momento de coyuntura perfecto, cuando Colombia también estaba teniendo un aumento de su producción y se beneficiaba del repunte de la tasa de cambio. Esto para los cafeteros locales se traduce en mucho mejor precio, incluso así no tengan canales de exportación, pues el precio del café en Colombia está soportado por la Federación Nacional de Cafeteros, que entrega mejor precio de garantía de compra”.

Y la situación para 2025-2026 no pinta diferente. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos proyecta que las existencias globales de café podrían caer al segundo nivel más bajo en 65 años, con una posibilidad de tocar un fondo histórico. Esto refuerza la posición de Colombia, el tercer productor mundial de café y el segundo en arábica, como un actor clave en el suministro global.

Pessoa segurando grãos de café com as duas mãos

El precio de la carga de café alcanzó para hoy un nuevo máximo histórico en Colombia, situándose en $2,90 millones de pesos colombianos, unos US$697.

Giraldo agregó que lo importante para los cafeteros es lograr un balance, pues hay que tener en cuenta que también han subido los costos. “El recolector de café está muy atento a las tendencias del precio y sube el valor de la recolección por kilo. Esto se suma a la inflación de insumos, energía y el alza de impuestos”, dijo.

Para Giraldo, un punto clave es que los caficultores establezcan buenas medidas de ahorros y realicen inversiones estratégicas que les permitan aprovechar el momento, con las que puedan aumentar la productividad a futuro y hacer sus cultivos más resistentes al cambio climático, y además, no olviden pensar en un desplome que podría pasar, “pues históricamente Brasil y Vietnam tienden a generar bonanzas en producción después de estas bajas, porque son cultivos nuevos y pueden producir mayor cantidad de café”.

El déficit se mantendrá

Hoy la expectativa de los analistas es que el déficit se mantenga al menos por el periodo 2025-2026, proyecciones que precisamente han llevado a que los precios de los futuros de los granos arábica hayan aumentado alrededor del 80% en Nueva York este año, logrando así los niveles más altos en más de 40 años.

Otra mitigación para la oferta vendría de plantaciones en Asia y África que, según Duncan Fox, analista senior de la industria de Bloomberg Intelligence, “ayudarán a alimentar la demanda -que se prevé que aumente un 4,9% anual hasta 2029- y así mantendrán asequibles los precios al por menor, aliviando el temor a que el café pueda convertirse, como el cacao, en la próxima materia prima blanda deficitaria”.

Grãos de café torrados

Para el analista, que esto último ocurra es poco probable, pues los países productores están haciendo inversiones en prácticas agrícolas y se están impulsando la investigación de nuevas variedades de café para que el producto pueda resistir las consecuencias del cambio climático.

La meta es revertir la estadística que entregó el Instituto del Clima de Australia, que señaló que “si no se hace frente al problema, la superficie cosechada podría reducirse a la mitad de aquí a 2050″.

Otro punto es buscar aumentar los ingresos de los agricultores, dado que 44% sigue por debajo del umbral de la pobreza, lo que complicaría la introducción de otros cultivos comerciales mientras inauguran nuevas variedades.

Gustavo Gómez, presidente de la Asociación de Exportadores de Café de Colombia, aseguró que una última variable será “mantener los buenos niveles de producción y para eso es importante, en el caso de Colombia, que se sigan realizando los procesos de fertilización que permiten continuar con una producción que lleve a aumentar las exportaciones el próximo año. Pese a que la proyección más exacta se puede tener a mediados de febrero, la expectativa es que esté cercana a la de 2024, cuando alcanzaron US$3.900 millones en ventas al exterior”.

¿Hasta cuándo va el aumento de los precios?

Otros puntos que determinarán cuánto dure la bonanza son, en primer lugar, el comportamiendo de los tostadores de café, que procesan los granos para el consumo y que han buscado asegurar el suministro ante la probable escasez, y “dos, la incertidumbre sobre la situación de las nuevas leyes de la Unión Europea que prohíben el uso de tierras deforestadas para cultivos”, agregó el informe Barclays Global Consumer Staples for 2025.

El estudio concluyó que pese a esta incertidumbre se estima que “la subida de los precios del café se mantendrá a largo plazo y, aunque podría haber presiones a la baja en determinados periodos, hay factores estructurales (aumento de la demanda mundial, cambio climático, EUDR) que seguirán creando volatilidad y presionando al alza los granos”.

La reciente amenaza de imponer aranceles a las exportaciones colombianas, por parte del gobierno de Donald Trump, provocó una volatilidad en los precios del café.

De esta manera, para consolidar la bonanza colombiana, Giraldo agregó que hay una alta necesidad de educación y planificación financiera en el sector, que permita mejorar la eficiencia de las fincas, invertir en maquinaria y prepararse para la volatilidad del mercado, esto con el fin de que los planes de expansión de cultivos que se están iniciando lleguen a un buen término en dos o tres años.

Un último factor a tener en cuenta será el tema arancelario.

La reciente y breve amenaza de aranceles por parte del gobierno de Donald Trump a las exportaciones colombianas, generada el fin de semana por los ataques entre los presidentes de Estados Unidos y Colombia, generó una breve pero notable volatilidad, mostrando lo sensibles que son las dinámicas comerciales.

Según el informe Barclays Global Consumer Staples for 2025, la duración de la bonanza dependerá, entre otros factores, del comportamiento de los tostadores de café, quienes procesan los granos para el consumo.

Estas ya incluyen la probabilidad de que Estados Unidos, que recibe 27% de su café de Colombia y 35% de Brasil según los más recientes datos del Departamento de Agricultura, sí realice un aumento general de aranceles a diferentes países y productos, así como lo prometió Trump cuando fue elegido en las pasadas elecciones.

Qué tanto subirá su café de la mañana

Desde hace 18 meses, los consumidores ya han tenido un aumento en el precio su taza de café, pero esa alza es el reflejo del precio de hace seis a 12 meses, que es el inventario que tienen los tostadores y comercializadores que se abastecen previamente.

Ahora, el análisis de Barclays señala que la economía no es tan mala para los tostadores que venden café a cafeterías, ya que el precio mundial del grano solo es 4% del costo de una taza.

A esto igual hay que sumarle que en general la inflación, tanto de alimentos como de servicios y mano de obra ha subido y en promedio una taza de café ha subido 15% en los últimos dos años, reseñó el informe. Lo mismo ha pasado con el café para consumo en casa que ha sufrido como lo ha hecho toda la canasta de consumo en general.

Esta semana, tras la entrega de resultados trimestrales de Starbucks, la CFO, Rachel Ruggeri, indicó que el impacto del precio del café en el primer trimestre fiscal de 2025 fue mínimo debido a la estrategia de cobertura de la empresa. También mencionó que para el segundo trimestre esperan una presión en las ganancias por aproximadamente US$0,01 por acción debido a la volatilidad del precio del café, aunque en términos generales, el costo del café verde representa entre el 10% y el 15% de los costos totales de producto y distribución de Starbucks.

Además, se destacó que la volatilidad de los precios del café también afecta el segmento de desarrollo de canales, ya que aunque Starbucks puede trasladar el aumento de costos a sus socios comerciales, los precios más altos pueden impactar los volúmenes de ventas y la rentabilidad de ese segmento.

Bloomberg Intelligence destacó que Nestlé ha subido los precios dos veces desde 2022, ha reducido el tamaño de los envases y ha invertido en tecnologías de extracción para compensar los gastos.


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